“La combinación del corte de recursos hacia los sectores populares y el combate a las organizaciones sociales que está dando este gobierno trae como consecuencia situaciones como la que encontramos, por ejemplo, en la 1-11-14″, relató Salvatierra.

Señaló que “cuando arrancó el quilombo de la falta de mercaderías, pasaban los meses y no se podía resolver”, por lo que él y otros referentes sociales se presentaban en los “comedores para hacer una tarea de contención a los compañeros”.

“Íbamos a distintos barrios, no teníamos una solución, pero tomábamos mate, hablábamos, llorábamos, porque era un golpe muy fuerte para los compañeros”, afirmó en declaraciones a radio Con Vos, al referirse al freno a la entrega de alimentos de parte del Ministerio de Capital Humano.

“En una de esas recorridas llego a un comedor, donde esperaba una inmovilidad total y de repente estaba funcionando al cien. Entonces le pregunté: ´¿Recibiste mercadería de Nación?´. Y me dijo que no, me llevó al depósito y estaba lleno”, continuó Salvatierra en su relato.

En ese marco, contó que cuando le preguntó de dónde había salido la mercadería, la responsable del comedor de la 1-11-14 le dijo: “Vino el transa”.

“´Vino el transa´, me dijo. En este caso, ella dijo el ´peruano´, no por estigmatizar, puede ser de cualquier nacionalidad”, indicó el dirigente social.

Según lo que contó Salvatierra, el “transa” se acercó al comedor y “le preguntó qué pasaba que hacía mucho tiempo que no veía a la gente con el tupper esperando la comida -muchos de ellos eran clientes de él- y ella le dijo no entregaba Nación”.

“´Dame dos días y te lo soluciono´, le dijo el transa y en dos días le trajo la mercadería para funcionar casi dos meses y medio. Esa situación se volvió a repetir en dos comedores más, por lo menos que tenemos registrado”, enfatizó el dirigente.

Y agregó: “Para nosotros, el prestamista de última instancia es el transa del barrio. Después te apretan, te estrangulan, si tus hijos no comen no importa, pero pagás”.