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Lactancia Materna: ¿Duele dar la teta?

En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el Ministerio de Salud de Entre Ríos recuerda que es una práctica que debe aprenderse y que es posible experimentar molestias los primeros días. Ante esto, es importante consultar con profesionales para recibir un asesoramiento oportuno.

Los problemas más comunes que suelen presentarse al amamantar son grietas en los pezones, irritación por mala prendida y/o mastitis (que es una inflamación en el tejido mamario). Se debe tener en cuenta, además, que los primeros días se produce la bajada de la leche, y es normal que puedan aparecer sensaciones de pesadez y calentamiento del pecho.

Prevención para evitar lastimarse:

Hay que tener presente que cuando los pezones duelen al comienzo de la mamada, es porque el bebé succiona y los pequeños conductos que llevan la leche todavía están vacíos. Esto es fácilmente evitable masajeando la mama desde la base para que los conductos se llenen, o extrayendo un chorro de leche antes de poner el bebé al pecho.
Asimismo, los pezones agrietados se pueden prevenir generando una buena prendida, variando las posiciones para amamantar, evitando el vacío al sacar al bebé del pecho (retirándolo lentamente y colocando suavemente la punta de un dedo limpio entre sus encías), y ofreciendo la teta más seguido. Además, se recomienda comenzar a amamantar por el pecho menos dolorido, buscar la posición en que haya menos dolor y no disminuir el tiempo de las tomas.
En tanto, después de cada mamada, se sugiere colocar unas gotas de leche sobre los pezones permitiendo que se sequen al aire.

Qué hacer si los pezones se lastiman:

  • Lavar los pechos con agua y jabón neutro.
  • Dejarlos al aire libre para que las heridas se sequen con mayor rapidez.
  • Limitar el uso de protectores mamarios, ya que pueden irritar la zona dañada, son algunos factores a tener en cuenta.

Conductos tapados

Se perciben como durezas en algunas zonas del pecho. Con el paso de las horas puede aparecer un color rosado sobre la piel y se siente la zona más “caliente” que el resto.
Suelen presentarse en el costado externo de los pechos, ya sea en el lado de arriba o de abajo.
Esto también puede prevenirse variando las posiciones para amamantar y ofreciendo mamadas frecuentes.
En cuanto al tratamiento, los equipos de salud recomiendan colocar paños de agua tibia en la zona antes de comenzar a amamantar, usar corpiños holgados, masajear suavemente la zona afectada antes y durante el amamantamiento y colocar la pera del bebé en dirección a la dureza para favorecer que esa zona se vacíe.

Mastitis

La mastitis es la infección de la glándula mamaria y debe ser tratada lo antes posible.
Los síntomas más frecuentes son fiebre y, horas después, es posible notar en alguna parte de un pecho o en los dos una dureza rojiza, que produce ardor y dolor. Ante cualquiera de estas señales, se debe recurrir rápidamente al centro asistencial más cercano, donde se indicará el tratamiento a seguir.
Asimismo, también se puede prevenir variando las posiciones para dar la teta y es importante tener presente que en la mayoría de las situaciones en que se presenta esta infección es posible continuar amamantando.
Finalmente, hay que recordar que la lactancia no siempre es fácil ya que puede estar rodeada de complicaciones, pero es importante saber que muchas de ellas pueden prevenirse y todas tienen solución. A veces se necesita asesoramiento práctico y esa es la función que cumplen los equipos técnicos al acompañar, asesorar e informar sobre la mejor forma de amamantar.
Por lo tanto, ante cualquier duda, se debe recurrir al apoyo de especialistas, acercándose al hospital o centro de salud más cercano para recibir la ayuda correspondiente.

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