Tambos en crisis desde 2015: FARER lamenta que “no haya en el horizonte políticas claras”
|Según datos difundidos por la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), la cantidad de animales productivos ha experimentado una drástica caída: de 84 mil a 14 mil. Los departamentos más afectados por la pérdida de tambos son Gualeguaychú y Paraná. Desde el sector denuncian que hace dos décadas no existen políticas que beneficien a esta área productiva y lamentan que “no haya en el horizonte políticas claras”.
El relevamiento más reciente, obtenido durante la última vacunación de aftosa, revela que en Entre Ríos hay 624 establecimientos ganaderos que vacunaron en calidad de tambos: “Esto significa 49 establecimientos menos que en 2023 y la friolera de 247 desde 2015 a la fecha”, indicaron desde Farer.
“Estos datos concretos marcan que -al igual que en otros puntos de la Argentina – la provincia de Entre Ríos no logra detener la sangría de tambos, con el agravante que no aparecen en el horizonte políticas claras en esta cadena agroalimentaria que es de las más importantes de nuestro país”, advirtieron.
“Esta cadena abastece el consumo interno desde hace más de 20 años y desde aquel momento no tiene medidas estratégicas desde el Estado, por lo tanto, se ha transformado en una cadena agroalimentaria coyuntural y sin planificación”, señaló el Ing. Agr. Norberto Ferrari, productor tambero y referente de la Mesa de lechería de Farer y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
“Estas condiciones ausentes se evidencian con serruchos de saldos exportables cuando las condiciones fueron buenas y con bajas importantes en situación de clima o de precios bajos. Esto significó un estancamiento de la cadena que ya lleva más de dos décadas”, agregó.
Uno de los datos más desalentadores del relevamiento se refiere a la disminución de animales productivos, que cayó un 18% respecto a los últimos datos, pasando de 84.187 vacas en producción en toda la provincia a 69.405 vacas. “Esto da como resultado una pérdida de 14.782 vacas y los referidos 49 tambos en toda la provincia”.
“En crisis anteriores se venían perdiendo tambos, pero los animales se mantenían en los establecimientos que sobrevivían. En esta oportunidad, salieron del sistema productivo tambos y vacas en producción en un porcentaje mucho mayor. Otro dato que restó en esta ecuación es la categoría vaquillona, que cayó un 11%, dato menor al de las vacas en producción (-18%), pero que no garantiza un crecimiento para los próximos años”, aseguró Ferrari.
Gualeguaychú y Paraná, los más afectados
Gualeguaychú y Paraná lideran la pérdida de productores en el análisis por departamento. Gualeguaychú encabeza este ranking negativo con 12 tambos menos, seguido por Paraná con 11; Nogoyá con 9; Tala con 7; Diamante y La Paz con 3; Victoria con 2; y Uruguay y Villaguay con 1.
“Estos números reflejan una necesidad de cambio en la mirada de la cadena. Lo primero que tiene que ver la nueva gestión es el potencial de la misma, ya que se ha demostrado que en buenos momentos productivos se llegó a producir el 50% más que el consumo interno y esto es una entrada de divisas para nuestro país, por lo tanto, el crecimiento de la misma es entrada directa de dólares a la caja nacional”, sostuvo Ferrari.
Además, la industria cuenta con la capacidad instalada para procesar el doble de lo que procesa actualmente, lo que significa que ya está instalada la capacidad de industrialización y solo falta incentivar la producción primaria de leche.
“La eliminación de las retenciones a las exportaciones de lácteos, las buenas prácticas comerciales en la cadena, un fuerte perfil exportador y políticas crediticias para aumentar la producción primaria, son las claves para revertir la tendencia de esta cadena y pasar de una lechería defensiva, en la que los tambos sobreviven con las cenizas de otros productores, a una lechería en crecimiento y una cadena que genere una rápida entrada de divisas al país”, concluyó Ferrari.