Adorni minimizó despidos en AySA apelando a una comparación absurda

En medio de la polémica tras la oficialización del despido de 200 empleados de la empresa estatal de agua AySA, el Gobierno insistió este miércoles en su idea de privatizarla al advertir que las cesantías son parte de la “puesta en valor”.
Fue el vocero presidencial Manuel Adorni quien defendió la iniciativa de privatizar AySA y apeló a un particular ejemplo para referirse a los despidos: “Esto como cuando vendés tu auto. Cuando te lo vienen a ver se lo mostrás lavado, sin problema de chapa ni de pintura. Con las empresas pasa lo mismo”, dijo en la habitual conferencia de prensa.
AySA, que durante la gestión de Alberto Fernández fue dirigida por Malena Galmarini, es una de las empresas que el presidente Javier Milei dijo que quiere privatizar.
“Dentro de las empresas a privatizar, o que el presidente tiene la intención de que no sigan siendo parte del patrimonio estatal, hay varias que hay que ponerlas en valor y hacer que funcionen de manera más eficiente. Esto no es ‘que se arregle el que viene’ porque sino el perjuicio argentino va a ser mucho mayor porque la empresa va a tener mucho menos valor cuando se la quiera vender”, siguió el portavoz.
En esa misma línea, Adorni dijo que el mismo modus operandi seguirá en “otro montón de empresas que, independientemente que se privaticen o se tenga esa intención, se van a tratar de sanear o que el contribuyente deje de sostener cosas que no debe”.
Había sido Milei quien, antes de asumir al frente del Ejecutivo, dijo que apuntaba a privatizar los trenes, AySA y los medios públicos.
“AySA era Aguas Argentinas, era privada y funcionaba muy bien. Cuando los ferrocarriles eran privados, eran de los mejores del mundo. Todo lo que hace el sector público lo hace mal”, dijo Milei en noviembre pasado después de insistir que “todo lo que pueda estar en manos del sector privado, va a estarlo”.
La consulta a Adorni sobre el destino de AySA surgió tras la oficialización este martes de los 200 despidos. Unos cien telegramas ya fueron enviados y en las mismas horas se notificará a la misma cifra de empleados, en un proceso de ajuste que despertó rumores y alertas sindicales que advierten sobre un plan de recortes de planta de otros mil trabajadores.