Francisco y sus encuentros con presidentes de Argentina
|Este lunes se concretó el tan anunciado encuentro privado entre el presidente Javier Milei y el papa Francisco. La cumbre duró aproximadamente una hora. Cómo le fue a sus antecesores en el cargo en los “mano a mano” con el máximo representante de la Iglesia.
En el raconto de encuentros entre presidentes y el papa, la que más ostenta en el historial es Cristina Fernández de Kirchner. En sus ocho años al mando del país, la ex jefa de Estado se reunió siete veces con Francisco, aunque no todas en la Santa sede. Con duraciones y formatos variopintos, alternó saludos de pocos minutos hasta almuerzos que se prolongaron durante más de dos horas.
Si bien la relación entre CFK y el papa tuvo altibajos, fue sin dudas mucho más fructífera y cercana que la que tuvo con Mauricio Macri. En efecto, su primera reunión a fines de febrero de 2016 fue de apenas 22 minutos. Si bien intercambiaron regalos protocolares, estuvo marcada por la seriedad y gestos adustos de ambos. Pero Macri tuvo una segunda oportunidad: ocho meses después se volvieron a reunir, esta vez en un ambiente más distendido.
Alberto Fernández se reunió dos veces con el papa mientras fue presidente. La primera fue el 31 de enero de 2020 y duró 44 minutos. La segunda fue el 13 de mayo de 2021, seis meses después de la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Fue en el Aula Paulo VI del Vaticano para analizar la situación del mundo ante la pandemia, la estrategia de negociación ante el FMI y la importancia del acuerdo de Cambio Climático de París. Duró 35 minutos.
Tras la reunión de este lunes, Milei le dio tres regalos a Francisco: una carpeta con la copia de la carta manuscrita del canciller José María Gutiérrez a Juan Bautista Alberdi, acreditándolo como representante en Europa (mayo de 1854); un cuadro con la postal conmemorativa de Mama Antula que el Correo Argentino distribuyó en ocasión de su beatificación (agosto de 2017) y alfajores de dulce de leche y galletitas de limón de la marca preferida del papa.
En su primer encuentro a solas, Alberto Fernández le regaló a Francisco un coffee table book con fotos de los bares históricos de Buenos Aires, una obra en telar realizada por trabajadores con discapacidad de la Asociación Civil Granja Andar, y una figura hecha a mano del Negro Manuel, un esclavo que fue el primer custodio de Nuestra Señora del Luján. El sumo pontífice, por su parte, le entregó al entonces jefe de Estado una escultura con forma de medallón que tenía un olivo, una vid y una paloma, simbolizando la paz.
En la segunda reunión, Fernández le obsequió productos orgánicos de miel y de la cocina del papa Francisco de jóvenes recuperados de adicciones de los hogares de la villa 3, una medalla por el aniversario de Malvinas, una estola de la Basílica de San José de Flores y estatuilla de San José (réplica de la que está en la basílica) con una estampita de Lujan, una colección de la Divina comedia traducida y un libro biográfico de Discépolo.
Macri le obsequió al papa en su primer encuentro un poncho de vicuña, varios CDs de tango y chamamé y la Cruz de Matará, un símbolo jesuítico de Santiago del Estero y Chaco. Por su lado, el papa le dio el nuevo medallón del Vaticano, decorado con un olivo que simboliza la unidad, la exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” y la encíclica “Laudato si’”.
Por razones obvias, la que más regalos le hizo a Francisco fue Cristina Kirchner, ya que fue la que más veces lo vio. La primera vez le regaló un equipo completo de mate y un poncho confeccionado en Catamarca. En el tercero, le regaló un retrato del beato Oscar Arnulfo Romero, de Eugenio Cuttica, y una canasta con productos regionales argentinos. El sumo pontífice, por su parte, le obsequió una copia del siglo XI de un ícono de la Virgen de la Ternura de la catedral de Vladimir.
En el cuarto, le obsequió cuadros de pintores argentinos, miel de productores locales y una escultura de la Virgen Desatanudos. En el sexto, le obsequió una copia de recortes de diarios de época con el rezo de Juan XXIII por la salud de Eva Perón.