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Ley Ómnibus de Milei: el Gobierno podrá tomar deuda externa sin topes ni aval del Congreso

El mega proyecto de ley que envió Javier Milei al Congreso permitirá al Gobierno tomar deuda externa en moneda extranjera, sin límites máximos establecidos por el Congreso ni la autorización de los legisladores. Así, se desprende del capítulo IV del texto referido a las operaciones de crédito público.

La iniciativa deroga el artículo 1° de la Ley Fortalecimiento de la sostenibilidad de la deuda pública aprobada en febrero de 2021. Allí, se establecía que el Presupuesto debía fijar un porcentaje máximo para la emisión de deuda en moneda extranjera y bajo legislación extranjera respeto del monto total de emisiones en ese ejercicio.

El artículo derogado disponía además que “toda emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras que supere dicho porcentaje requerirá de una ley especial del Honorable Congreso de la Nación que la autorice expresamente”.

De esa manera, si el Ejecutivo reestructurara la deuda externa con los bonistas privados, no necesitará contar con la aprobación del Congreso, como ocurrió en 2020 cuando el ministro de Economía, Martín Guzmán, reestructuró obligaciones bajo ley extranjera con los acreedores privados por US$ 64.800 millones.

Argentina enfrentará el próximo 6 de enero un vencimiento con los bonistas privados de US$ 1.600 millones, la mitad del cual corresponde a títulos en mano del Estado. Según la consultora Sudamericana, los compromisos de deuda con privados alcanzan los US$ 4.380 millones entre capital e intereses en 2024.

En 2021, Guzmán estimó que la renegociación para reestructurar la deuda en moneda extranjera y bajo legislación extranjera iba a permitir un alivio de US$ 37.700 millones entre 2020 y 2030. Pero luego su sucesor, Sergio Massa, cuestionó el canje debido a la caída posterior del valor de los bonos.

Qué pasará con la negociación con el FMI
Los acuerdos futuros con el Fondo Monetario seguirán dependiendo del apoyo del Congreso, ya que el proyecto de ley no deroga el artículo 2° de la Ley de Fortalecimiento, que establece que todo programa con el organismo, así como la ampliación de los montos de dichas operaciones requerirán de una ley del Congreso.

En marzo del 2022, los legisladores aprobaron el acuerdo vigente con el FMI para refinanciar el crédito de US$ 44.000 millones tomado durante la gestión de Mauricio Macri. Ahora, el ministro de Economía, Luis Caputo, busca negociar un nuevo programa a cambio de un ajuste más exigente que el previsto por el organismo.

El entendimiento contempla el desembolso de US$ 6.500 millones hasta septiembre de 2024, de los cuales US$ 3.300 millones debían llegar en noviembre. Como Argentina incumplió las metas, los fondos quedaron en un limbo y Caputo debió solicitar el apoyo de Estados Unidos y el FMI para tender un “puente” financiero.

En los próximos 20 días, Argentina enfrenta vencimientos con el Fondo por casi US$ 2.000 millones (US$ 1.300 millones, el 9 de enero; y US$ 650 millones, el 16 de ese mes). Al igual que Sergio Massa en su momento, el Gobierno tuvo que recurrir a la ayuda de la CAF para pagarle US$ 900 millones al FMI la semana pasada.

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