El gobernador de La Rioja dijo que Milei va a producir “una suerte de genocidio social” y advirtió al Congreso
|Una de las reacciones más fuertes contra el paquete de urgencia implementado desde la gestión de Javier Milei llegó este jueves de parte del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. Hoy por la mañana, el mandatario provincial opositor dijo que Milei va a producir “una suerte de genocidio social”, advirtió a senadores y diputados al considerar que si apoyan este proyecto no sabe “con qué cara” van a volver a sus territorios, y hasta deslizó: “Esperemos que no se dé una situación similar a la de 2001. De seguir así eso no está muy lejos”.
Convencido de que con las medidas que tomó el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se está cumpliendo todo lo que planteaba el excandidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, durante la campaña, sobre que iba a ser “muy fuerte” el ajuste, Quintela marcó: “Yo nunca pensé que iba a ser tan cruel, tan salvaje, tan criminal, que va producir una suerte de genocidio social en todos los sectores de nuestra sociedad, sobre todo en los sectores medios y vulnerables. Es muy brutal el ajuste”.
Es que, según lo que planteó en Radio Delta, él pensaba que Milei iba a cumplir con sus promesas pero de forma gradual y durante un año. “Ahora es una situación sumamente difícil en las vísperas de las fiestas navideñas y de fin de año, y va a ser mucho más difícil en enero y febrero, visualizándolo o anticipándonos a lo que pueda suceder”, consideró. Además dijo que en La Rioja hay una crisis “muy marcada” y contó que anoche luego de que aumentaran los combustibles las filas en las estaciones de servicio eran “interminables” y que la nafta se llegó a vender a 970 pesos.
En tanto, tras las sesiones en ambas cámaras del Congreso donde se vio cohesión entre los legisladores de La Libertad Avanza y los sectores antikirchneristas, Quintela advirtió: “Están muy débilmente asociados porque no creo que puedan volver a sus provincias a poner la cara de que han acompañado el proceso brutal de ajuste que perjudica a la mayoría del pueblo argentino y de sus provincias. No sé con qué cara van a bajar a sus provincias”.
Seguro de todas formas de que la gobernabilidad no depende del Congreso ni de la oposición, sino del propio gobierno nacional, el referente peronista de La Rioja insistió con que Massa “vaticinó” lo que pasó hasta ahora en estos cuatro días de gestión mileísta y marcó que si sigue este rumbo habrá protesta social.
“Si el gobierno de la Nación sigue tomando este tipo de medidas, sigue actuando de esta manera y piensa que no va a haber una reacción popular, me parece que esta equivocado: va a haber. Son consecuencias impredecibles, uno sabe cómo comienza pero no cómo concluye”, analizó y fue ahí cuando sentenció: “Esperemos que no se dé una situación similar a la de 2001. Yo era legislador nacional y sufrimos muchísimo. El saqueo, las cosas que no queremos que se repitan… Pero de seguir con esta situación, eso no está muy lejos”. Con esto se refirió a la crisis que ocurrió ese año, que derivó en fuertes reclamos en las calles, y que terminó con 39 muertes y la renuncia anticipada del entonces presidente Fernando de la Rúa.
“Yo creo que va a haber dificultades. Espero que no. La gente se va a manifestar. Van a volver los cacerolazos, va a volver la gente a la calle porque no va a poder vivir. No hablan nada de incrementos salariales, paritarias”, enumeró Quintela. Contó también que en su provincia ya llegaron telegramas de despido y suspensiones a los trabajadores de la obra pública, que se verá detenida durante la administración de Milei, e indicó que la oposición va a plantear los reclamos en el Congreso. “Es importante que este gobierno tome conciencia que este ajuste salvaje, criminal, sádico va a producir una suerte de genocidio social. Tenemos que procurar que tomen conciencia”, indicó.
Asimismo Quintela dijo que no está de acuerdo con bajar el piso de Ganancias e ir para atrás con la medida que tomó Massa durante la campaña, y adelantó que los gobernadores trabajan para que se distribuyan el impuesto País y el impuesto al cheque, para así “equiparar las pérdidas” que sufrieron las provincias.