Voley: nos devoran los de afuera
|Boca Juniors con su desembarco le dio por estas horas un show incomparable al voley de la ciudad de Paraná. La llegada del club Xeneize le permite a ésta capital disfrutar de un espectáculo monumental para los que les gusta ésta disciplina. Por ende no es muy loco que digamos ver el pequeño estadio del Parque Berduc colmado. Ahora bien, en el seno de quienes aman a este deporte surgió una coyuntura.
Hay quienes se regodean con el arribo de los porteños sin importarles la erogación ni que Rowing y Estudiantes se quedaron sin apoyo. No les va ni les viene que el “representante” no viva aquí, no entrene acá, llegue sobre la hora y se vaya tras el segundo match de turno sin dejar NADA, solo un par de horas de indiscutibles gratas veladas con lo mejor del voley nacional. Algo que hasta se podía armar de otro modo sin afectar tanto diversas arcas.
Otros, preparan un operativo de rechazo en el que se tirarían cifras concretas respecto a lo que costó el “Proyecto Entre Ríos Voley”, el cual duró poco, dejó solo incertidumbres y para peor a la temporada siguiente se insistió ya con un club “satélite” que solo dice “presente” entre jueves y sábado.
Hay bronca en cierto estamento del voley de Paraná y no es una locura imaginar que la división esté en ciernes, salvo que haya acuerdo por éste fin de semana y se propenda a la unión para salir con un resonante rechazo que contenga esencialmente pruebas y/o argumentos irrebatibles inherentes a las razones de semejante disgusto.
Lo que se escuchó en los pasillos del Berduc, da un toque rotundo a la especie: “Rowing el año pasado recibía 48 lucas del Gobierno y Estudiantes 20, ahora no pueden jugar porque uno necesita 200 para competir con chances de meterse entre los 4 de arriba o 300 para pelear francamente el ascenso, y el otro requiere de no más de 120 para seguir creciendo. Peor… Un funcionario le dijo a la gente de Rowing que le podían dar hasta 60 mil pero en el medio la empresa de micros comunicó que seguía solo trayendo y llevando a Boca, y el Banco con nombre entrerriano dijo que solo sponsorearía a los porteños quienes por el solo hecho de jugar la Liga y estar en Paraná cada quince días jueves viernes y sábado, recibirían el doble de lo que necesitarían el CAE y el PRC. Una locura!!!…”.
Palabras más, palabras menos, eso es lo que la “resistencia” invoca y ya el año pasado mucho se habló de E.R. Voley y al final nadie salió a la palestra para emitir su dictamen, desde “la contra” y desde el propio Neuquén que obsequió el nombre y hasta terminó con angustias.
Entonces, de modo fundamental el enojo no es en sí con Urribarri sino con ciertos “asesores” o allegados al Gobierno que habrían dibujado los números e “invertido” (o al menos prometido) en Boca, mucho más de lo que necesitaban dos instituciones paranaenses para competir con honor y sin ir más lejos Rowing con una enorme posibilidad de ascender habida cuenta que los “cabezones” (Puerto San Martín, Villa María y Pellegrini) ya se promovieron en la anterior temporada.
En realidad hay que discernir con sabiduría… La coyuntura y el malestar “Albinegro” y “Albiceleste” es incuestionable, aunque a veces, ya lo dijimos el año anterior, hay que ser valiente y pedir que se rindan cuentas.
“Dios y la Patria me lo demanden…” dicen los funcionarios en sus asunciones… Bueno, en vez de pelearse entre sí la comunidad voleibolística local, se debería solicitar un esclarecimiento para ver cómo llegó y cómo se fue Entre Ríos Voley, cómo llega y cómo se iría Boca Juniors a Paraná.
Creemos con firmeza que Urribarri, con otros temas mucho más urticantes de la realidad cotidiana argentina, con problemáticas muchísimo más agudas que el suceder de una actividad deportiva en la provincia, no debe estar empapado de todos éstos dimes y diretes.
Estamos convencidos que el gobernador no conoce oficiosamente el pesar de estas, dos entidades locales, quienes con mayoría de elementos autóctonos, anhelaban intervenir en Liga con ese “presupuesto” necesario que finalmente no apareció, o mejor dicho, que se habría derivado a Boca.
Tal vez con éste escrito se logre develar un poco más tan oscuras operatorias que innecesariamente salpican una gestión que mucho ha realizado por el deporte entrerriano.
Solo hay que tener coraje y analizar minuciosamente lo sucedido, pero para ello, la palabra de la prensa no es nada sino está acompañada por fundamentos.
Los rumores no sirven de nada sino están amparados en argumentos irreprochables, mediante documentos axiomáticos.
Espetar injurias, diatribas, es algo común en nuestra sociedad argentina que tira la piedra y esconde la mano. Hoy, lamentamos que nuestro Gobierno, ese que tiene por deber escuchar el clamor de su Pueblo en cuanto a la necesidad irrenunciable de vivir en un marco de Justicia Social, de equidad, por segunda vez consecutiva se vea involucrado por una negociación que confunde y ahora llega a dividir a quienes trabajan por mantener viva la llama sagrada de una disciplina deportiva.
Para concluir… Bien vale la pena estampar en éste artículo lo que dijo un reconocido hombre del voley paranaense en el estadio del Parque: “la gente de la ACLAV le propuso a Rowing que se presente al menos para jugar la 1ª fase. Que arme un ‘equipito’ para presentarse y listo, que total son pocos partidos y así no gastan tanta plata… El insulto con que desde la Avenida Costanera se respondió, lo escuchó hasta Tinelli que es el responsable de todos estos negocios donde él saca mucha guita y siempre tiene algunos socios en distintas provincias. Fijate que en San Luis no agarraron plaza porque les pareció una irresponsabilidad gastar tanta guita junta y apareció Tigre que es de Massa…”.
Rumores, murmullos, que dicen están a punto de transformarse o en una conferencia de prensa o en un comunicado oficial con firma y sello para dejar cristalinamente el parecer de la familia del voley de la capital provincial. Así ya no quedarán más dudas, al menos de una parte. Si la otra quiere seguir en silencio, el que calla otorga, ahora bien si todo queda en un manto de sospecha, hay culpables por acción y hay cómplices por omisión.