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Regata del Río Negro: quinta etapa una odisea

La quinta etapa de la Regata del Río Negro fue neutralizada en la zona de Monte Bagual, aunque muchos botes llegaron a recorrer varios kilómetros más debido a la confusión que se originó en el agua.

A pesar del fuerte viento y el oleaje que complicó a los palistas, los 138 participantes pudieron llegar a la costa de acuerdo a los datos recogidos por este medio en el lugar y confirmados por autoridades de la prueba y de la Prefectura Naval Argentina.

Algunos lo hicieron por sus propios medios y otros ayudados por la organización, aunque fue caótica la situación porque la prioridad fue la seguridad física de los palistas, los botes quedaron en diferentes lugares y los familiares y delegados debieron ingresar a los campos para tomar contacto con los competidores.

Cuando no tenían confirmación sobre la suerte de sus allegados se vivieron momentos de angustia que se calmaron cuando la comunicación radial entre la costa y las diferentes lanchas confirmaba la numeración de los botes que estaban en el recorrido.

Anoche los organizadores analizaban la situación y sólo estaba confirmado que el último tramo será mañana, a las 15. Desde la largada en Sauce Blanco hubo viento, pero a medida que avanzó el parcial creció en intensidad y en la zona de Monte Bagual llegó la neutralización.

En la punta la novedad estuvo a cargo de dos embarcaciones de prensa y fue difícil convencer a los palistas que se paraba la prueba. A esa altura Rodrigo Caffa-Juan Scalesi y Juan Stocheti-José Guerrero le habían saco casi un minuto a Néstor Pinta-Martín Mozzicafreddo y Diego Payalef-Gastón Vega tras 47 de los 63 kilómetros previstos.

Unos lugareños en la margen sur fue el punto de referencia para que se reunieran las tripulaciones y fueron 36 las embarcaciones que quedaron en ese lugar identificado luego como el campo de la familia Querejeta, en el kilómetro 7 de la ruta nacional 250.

Tras más de 40 minutos de espera los palistas decidieron cargar al hombro las embarcaciones e internarse en el campo para llegar hasta la ruta, porque se demoraba la llegada de los colaboradores, al tiempo que ingresaban al lugar los primeros vehículos para llevar tranquilidad al grupo, en especial a los que más frío empezaban a sentir ya entrada la tarde.

Las olas, el viento, bombas de achique que no dieron abasto, muchos palistas que fueron a la costa para sacar el agua de las embarcaciones y repetidos tumbos, sobre todo en las amplias curvas donde más se sentían las fuertes ráfagas fueron una constante de uno de los parciales más duros en la historia de la regata.

Entrerrianos

Los tres botes que representan a entidades entrerrianas continúan en las mismas posiciones que en la 3ª etapa, aunque todos quedaron algo más distanciados de quienes los preceden. Los de la Escuela Municipal de Canotaje de Concepción del Uruguay, Rodrigo Caffa y Juan Scalesi, continúan segundos en K2 Seniors, a 8´ 55″ de los punteros y Gonzalo Acosta y Franco Igarzabal permanecen en el cuarto lugar en K2 Juniors con un tiempo empleado de11.49.54. y a 20´ 33″ de los terceros. Por último, los del Club Náutico Paraná -Francisco Hourthame y Tomás Itria-, en K2 Master, siguen en el cuarto puesto con 12.12.11 y a 11´ 39″ de los terceros.