Peñarol con la confianza del campeón
|Peñarol de Mar del Plata y sin jugar bien acumuló una nueva victoria en calidad de visitante, alcanzando la punta tras vencer a Sionsta por 76 a 67. Los paranaenses soportaron el 8° revés consecutivo. Son inminentes como mínimo dos cambios en el team de Svetliza.
Si bien Martín Leiva inauguró la cuenta para Peña, Daniel Hure arrancó utilizando la vía a la cual menos recurre, o sea, el tiro ejecutado cerca de la canasta. Con él de estandarte Sionista pasó a dominar las acciones y la supremacía se incrementó mediante un triple de Pedro Franco y un doble de Ale Zilli.
El 9-2 creaba esperanzas de cortar en ésta misma noche la nefasta racha de derrotas, dos inclusive en el estadio de calles Carbó y Monte Caseros.
Es que en esos 2’10” se atacó con 100 % de aciertos y Peñarol solo pudo lanzar tres veces (un solo intento efectivo) y cometió una falta de ataque.
Moraleja: a buenas ofensivas, orden y equilibrio para defender con consistencia.
La visita, a partir de un excelente entrenador como el “Oveja” Hernández, leyó que la contundencia extremadamente simple del dueño de casa se formalizaba internamente con 13 puntos entre tiros cortos y de media distancia.
Se endureció abajo el “Milrrayita” y Sionista perdió esa contundencia inicial. Lo bueno es que Peñarol no halló buenas manos para reducir la brecha y el partido cayó en un ir y venir de posesiones no acertadas.
Un triple de Daniel Hure mantuvo luz de 9 tras casi dos minutos sin convertir y en especial luego de dos lanzamientos fuera de los 6m75 marrados por Locatelli y Franco.
A partir de allí, Peñarol encontró soluciones con Nicolás Lauría cambiando la fisonomía del quinteto y consiguiendo que la brecha se ajuste a 4 (18-14), aprovechando la abrupta sequía entrerriana 1 de 7 de Cancha en menos de 2 minutos, más la salida del alero y el base titulares por 2 fouls.
El parcial de 7-2 se quebró a resto de 40 segundos con un triplazo de Ramiro Iglesias y paradójicamente, quien más hizo por la revolución marplatense (el pibe Lauría, ex Estudiantes de Concordia) fracasó en dos Tiros de Tres al hilo, quedando en la muñeca apaga de Leo Gutiérrez el triple de clausura para dejar el tablero 21 a 17, aún a favor de los paranaenses.
Algunas estadísticas interesantes. Brown no influyó en puntos pero sí en juego de equipo hasta que dejó la pista con una molestia en pierna izquierda. Zilli y Hure jugaron bárbaro y no fueron sustituidos ni siquiera para darle un par de minutos de descanso en el lapso en que el Centro había perdido profundidad en su juego. Moldú, Osella y el “Pato” Rodríguez no tuvieron participación. Svetliza afrontó el período con 7 hombres. Hernández con 9.
Claro que… “quinteto que anda bien no se toca…”, pero a no olvidar cómo se desgasta Sionista progresivamente.
Buena planilla del local, con un factor raro: no ejecutó Libres reafirmando lo endeblez de la defensa interna visitante.
Magros números de la visita, aunque en realidad lo de Peñarol fue muy pálido, por defecto propio (sin ideas, anárquico), y enorme virtud defensiva de los anfitriones que mediante un planteo tan dinámico como solidario confundió a las principales herramientas del campeón.
El segundo chico
A la vuelta del primer recreo corto, en 1’30” Lauría trastornó al CJS. Junto a Mata y Campazzo provocaron un revulsivo que dejó a los de La Feliz arriba por 25 a 23, forzando un Tiempo Muerto desesperado de Svetliza.
En un minuto, “Pato” Rodríguez clavó dos bombas mortíferas para acomodar las cosas y recuperar la hegemonía ahora por 29 a 25, sin embargo en 5 minutos Sionista echó por tierra todo lo bueno realizado perdiendo la compostura ofensiva y por añadidura la prolijidad en defensa.
Entre el minuto 2 y 23 segundos, y el 6’48” Sionista tuvo solo dos chances de lanzamientos, ambos en manos del “Mono” Fioretti quien erró uno de Dos y otro de Tres, en tanto que Zilli y Osella marraron tres Libres. Pero peor aún, Matías Fioretti incurrió en tres pérdidas redondeando un parcial alejadísimo de todo lo que él venía tributando.
Peñarol no se quedó atrás. Defensivamente fue uno, y ofensivamente otro. Dependió excesivamente del pibe Lauría que robaba y resolvía disimulando la “ausencia” de Leo Gutiérrez (2 tiros de Tres y 2 Libres no encestados, 3 puntos hasta allí) y de Lamonte (un solo tiro ejecutado -de 3- y desviado). Pero no solo sus armas de mayor poder devastador estaban anuladas; era Lauría SOLO contra el mundo y de su mano Peña pasó otra vez arriba (32-30).
Las buenas intenciones de Franco, Rodríguez y Osella promovieron que Sionista marque un parcial de 7 a 0 y se escape de nuevo (37-32 a resto de 2’11”) y dando muestras que en el banco hay suficientes alternativas Lisandro Rasio se volvió a poner pilcha de Súper Héroe frenando con 4 puntos al hilo la estampida atlántica a través de Leo Gutiérrez y Ale Reinick.
Pasaban así al recreo largo 41 a 37 los de Paraná al frente. Sionista le regalaba después de mucho tiempo una alegría a su gente, exponiendo la fibra de otras épocas y un rendimiento en ataque renovado, esencialmente con correcta eficacia en Tiros de Cancha, más allá de algunas posesiones perdidas precitadas o la consignada falta de gol en éste período y un promedio en Libres que sí preocupaba.
Su rival parecía un fantasma del conjunto que venía ganando en cualquier cancha. Flojísimo en Tiros de Tres y en Libres.
Gutiérrez 3, Lamonte 3, Leiva 2…Prueba fehaciente de la noche adversa de tan formidables jugadores y de la sólida gestión defensiva planteada por Svetliza y ejecutada disciplinadamente por sus hombres.
Tercer chico
Hernández seguro que le tiró data a Lamonte para encontrar nuevos caminos ofensivos y Kyle no falló. Comandó una incipiente revolución con la que Peñarol empató en 41.
Pero Franco estaba resuelto a demostrar que él estaba en condiciones de ser líder y con un triple readaptó el trámite a favor de los entrerrianos.
El ex coach de la selección se comía lo que le quedaba de uñas por ver a sus jugadores seleccionando mal los tiros.
En un lapso de 5’ Sionista puso un 8-0 que preocupó aún más al DT bahiense. Es que veía a un Leo Gutiérrez extrañamente estéril, Lamonte volvía a ser infructuoso y Rodríguez como Diez no daban variables.
Peña extrañaba a esos monstruos como al mismo Lauría que por algunos minutos desapareció de escena hasta que junto al “Tato”, a resto de 3’ produjo otra fracción estimulante para los forasteros.
Locatelli erraba demasiado (4 Tiros de Tres sucesivos), Zilli y Hure perdieron eficacia, Brown y Franco también hallaban cerrado el aro, pero Diego Osella logró frenar la escalada visitante permitiendo mantener promedio de 6 arriba a los del Centro no obstante Diez con un doble dejó el scorer 56-52, aún en positivo para el elenco “Celeste”.
Sionista y Peñarol terminaban empatados en 15. Una etapa infértil, con ambos horribles de Tres, la visita un poquito mejor de Dos y el local que seguía flojo en tiros desde la Línea.
Para las estadísticas: sorprendía el Bajo Cero de Fioretti y Brown, la sequedad de Locatelli, las involuciones de Hure y Rodríguez, como fundamentalmente la NO ACTUACION EN 30 MINUTOS de Moldú, como dejando una señal que éste pudo haber sido su último partido para el Centro.
Ojo que en el contrario, Gutiérrez y Leiva no cotizaron en alza. Mata, Campazzo y Reinick volvieron a desaparecer.
El final
En 4’36” Peñarol metió un parcial de 7 a 3 con aportes de Sebastián Rodríguez, Leo Gutiérrez y Nico Lauría, siendo éste último el artífice de igualar en 59 con un triple.
El “Rama” Iglesias fue el único eficaz de un equipo que en menos de 5 minutos erró tres lanzamientos fuera de los 6m75 y tres tiros de Dos, sumado a dos pérdidas, una de ellas de Moldú que había recién entrado.
Y vale la pena recalcar que Sionista volvió a sacarla barata pues Peñarol también fallaba (Leo y Diez lucían manos congeladas).
Locatelli alternó buena y malas, pero era el que mantenía a salvo a su equipo que incomprensiblemente seguía fallando feo desde la Línea (Franco muy deficitario en éste aspecto).
Restando 3’46” Campazzo mandó arriba a Peñarol por 65 a 63 y en menos de un minuto Mata clavó dos Libres para sacar margen de 4 (63-67).
Lauría tiró otra bomba a falta de 1’43” y dejó al desnudo que la caída de Sionista era irreversible. Diez y Campazzo colaboraban para ello, pero también había mucho de inoperancia local con Cleotis Brown quedando al borde del despido con 2 pérdidas y dos lanzamientos de Tres fallidos. Pero no solo el extranjero fallaba. Tampoco Hure o Zilli volvieron a ser los del comienzo, al igual que Locatelli y Rodríguez.
Solo era cuestión de esperar que pase el tiempo y ello sucedió con sendas visitas a la Línea solo para liquidar el scorer.
Octavo revés de Sionista imposible de evitar con tan estrepitoso bajón (21-20-15 y 11 sus goleos en cada cuarto). Y bien vale la pena reseñarlo: 6/11 en el primer tiempo de Tres, 3 de 17 en el segundo. De Dos 10/16 en el primero y 7 de 21 en el segundo. Concluyendo un espanto de promedios en Libres 3/8 de la primera etapa y 3/11 de la segunda (32 %).
Peñarol, por contrapartida, tuvo un muy tenue progreso, pero alcanzó la fantástica noche del pibito Lauría para causar una nueva amargura a un equipo que sigue presentando pequeños síntomas de mejoría aunque ya es evidente que necesita por lo menos dos cambios y en ésta crónica se desprende quienes son los que están en la mira.
La síntesis
Sionista (67): Pedro Franco 11, Cleotis Brown, Juan Manuel Locatelli 8, Daniel Hure 11, Alejandro Zilli 10, Matías Fioretti, Diego Osella 6, Patricio Rodríguez 11, Ramiro Iglesias 6, Lisandro Rasio 4, Pablo Moldú. DT: Sebastián Svetliza.
Peñarol (76): Sebastián Rodríguez 13, Kyle Lamonte 6, Marcos Mata 8, Leonardo Gutiérrez 10 y Martín Leiva 3, Alejandro Diez 5, Selem Safar, Nicolás Lauría 21, Facundo Campazzo 7, Alejandro Reinick 3. DT: Sergio Hernández.
Parciales: 21-17, 41-37 , 56-52 y 67-76. Árbitros: Diego Rougier y Mario Aluz
Estadio: CJS.-
Fotos: Mariana Bourband y Manuela Calderón Bourband.-