Milei volvió a Paraná y otra vez sopa con su entorno…
|El candidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei, llegó este miércoles por la tarde sin anunciarse a la capital entrerriana y sorprendió a quienes transitaban por la peatonal. “Me trataron muy bien cuando vine la última vez y quise volver”, dijo al bajar del vehículo que lo trasladaba, para luego exclamar: “Viva la libertad, carajo”.
En la intersección de peatonal San Martín y Alem aguardaban a Milei, el candidato a gobernador, Sebastián Etchevehere; la candidata a vicegobernadora, Mayda Spiazzi, y los candidatos, a diputado nacional, Beltrán Benedit, y a diputado provincial, Carlos Damasco.
Milei llegó y provocó una mix de sensaciones. Por un lado, personas -en especial jóvenes- que querían sacarse una foto con el político libertario, y no tan jóvenes que querían conocerlo de cerca y saludarlo, pero también estuvieron algunos desubicados que en vez de otorgar seguridad y buscar un equilibrio entre tanto revuelo, prefieren cercar al precandidato presidencial de la Libertad Avanza y “blindarlo” con empujones innecesarios que sufrieron transeúntes del principal paseo céntrico paranaense.
Milei, que quería abrazar a todos y hablar con todos, tuvo que resignarse a ese celo por preservar su integridad vaya uno a saber de qué potencial atentado, y su nuevo tour por esta ciudad fue demasiado breve, tal vez porque se busque evitar el contacto directo con eventuales periodistas.
Los demás precandidatos también demostraron actitud abierta hacia el cariño recibido, pero los “guardaespaldas” de nuevo se salieron con la suya en una escena como guionada por su similitud con la anterior visita aunque en el extremo norte de la misma arteria central de esta Capital.
En el marco del Tour de la Libertad, de cara a las PASO, Milei se fue dejando una imagen personal carismática que confronta con el ideario de su Partido. La de un León enjaulado por un séquito de “sobreprotectores” que le impiden un fluido contacto con quienes lo podrían votar en agosto y/o en octubre. Una mala logística, sin dudas… En especial, hablando de su casi nulo contacto con el periodismo entrerriano.