Sionista por sacarse la mala costumbre de perder
A las 22 de éste sábado, en el “Moisés Flesler”, Sionista afronta el desafío de sacarse la mufa de encima. Recibe a Obras Sanitarias con arbitraje de Osvaldo Bautista y Fabio Alaniz. El team de Svetliza busca el triunfo al costo que sea. No importa cómo, sino ganar. Perder significaría un profundizar todo lo malo hecho en la primera parte de la temporada, incluyendo Copa Argentina, Serie Regular e inicio de 2ª fase. Lo peor es que el rival es un equipazo.
Los entrerrianos (12,5, con 0-3) no pueden recomponer una campaña que comenzó negativa y que no le permitió victorias, todavía, en la 2ª fase.
Dicen que la clave está en reedificar la defensa, sin embargo ha quedado notoriamente demostrado que el Talón de Aquiles parte en malas decisiones, para desnudar un desequilibrio o inestabilidad general que redunda en dificultades para cuidar el cesto propio.
Sionista no tiene problemas personales de grupo. Todo está bárbaro en el seno del campamento. Quizás no sean compinches o cómplices plenos por las diferencias de edades y hasta por “estados civiles”, pero a la hora de entrenar, de afrontar un juego o viajar, no existe problema alguno que signifique un riesgo de resquebrajamiento de las relaciones.
Ni siquiera la adversidad ha provocado fisuras y ni que hablar la vida profesional al 100 %, no exenta de buen trato, ofrecida por la institución en pos que los jugadores se dediquen solo a jugar y a disfrutar del básquet.
Por ello es que extraña lo que viene pasando. Calidad sobra y a ésta altura debería ya estar compensada la formación, más allá de ser concientes en que supo darse una falta de química de principio a fin en determinados planteles desde la creación de la Liga.
Sobran ejemplos de plantillas de inmensa jerarquía que sufrieron en demasía solo porque no se logró consolidar un sello, una identidad.
Obviamente esperamos que el 2011 llegue con mutaciones profundas en lo individual. En transformaciones singulares que confluyan en un semblante distinto de lo colectivo.
Tal vez estemos sensiblemente equivocados, pero seguimos entendiendo que aún falta la cirugía mayor.
Hemos propendido al optimismo, a que renazca la ilusión, a que no se pierda la esperanza.
Hemos puesto acento en que “Sionista necesita ganar dos al hilo para que mejore el clima…”, pero para ganar hacen falta variables y cuando uno entendía que se venían días de mucho laburo, de intenso laboratorio, el head coach consideró que la rutina no necesitaba de horas extras y dio el período habitual de licencia por las Fiestas.
No discutimos, no ponemos a debate el criterio del entrenador que sabe muchísimo más que nosotros lo que le falta a su plantel por estar el día a día, mientras que la prensa solo contempla lo que se ve el día del partido, las estadísticas, los resultados.
Simplemente desde el comienzo interpretamos que en la conformación del plantel, se dejó brechas en lo interno, no obstante el material humano y las dotes de cada profesional contratado son innegables.
Por esa razón es que teniendo calidad de nombres, gozando de un despliegue profesional sin ningún tipo de situación que reste armonía, con un cuerpo técnico joven pero esmerado en seguir desarrollándose, y más aún sin ningún tipo de presión externa, debe estar faltando mas ensamble, más allá que enfatizamos, se siguen concediendo ventajas en la lucha bajo los cristales.
Ya no hay excusas en cuanto a lesiones. Sionista está entero. Y según su DT se cumplió una mini-pretemporada “buena”. El rival de ésta noche es DURÍSIMO, con extranjeros de primerísimo nivel (Joshua Pittman y William McFarlan), con uno de los bases de la selección (Junior Cequeira), y con uno de los pivotes del seleccionado (Juan Gutiérrez). Pero aparte, con un alero francotirador de excelencia (Carlos Lionel Schattmann) y otro interno nacional de peso (Alejandro Alloatti), más el agregado de un par de escoltas juveniles, siendo uno de ellos bien paranaense (Luciano González, junto al cordobés Alexis Elsener) y el bonus track que el equipazo es dirigido por uno de los mejores entrenadores del continente, nominado nuevamente para dirigir los equipos confederativos (Julio Lamas) y ocupa la casaca 25 otro paranaense (Martín Gareis el pibe surgido del Quique Club, que formara parte de la selección argentina U17 en los Juegos Odesur donde se colgó la medalla dorada).
Todo indica que el oponente es de esos examinadores complicados, con los cuales si el arranque es malo, el fin es peor. Por ello, será crucial cómo se comporte Sionista en el mismo inicio. Y para que eso suceda, el trabajo realizado en el receso debe haber propiciado básicamente el no facilitarle las cosas al adversario de turno. La característica más negativa del Sionista Modelo “Fin del 2010” fue el perder más por defecto propio que por riqueza ajena.
Sabemos, ya no le hallamos la fórmula a cómo expresarlo sin que haya necios ofendidos, que a Sionista le falta peso adentro y un ritmo como personalidad más avasallante en el liderazgo. Pese a esto insistimos que con lo que hay no se debería estar sufriendo tanto. Por éste alegato es que somos humildes y elevamos un anhelo, un solo anhelo: no dejar brecha, no dar margen como para que Obras termine haciendo leña de un árbol que no deseamos verlo ya tan caído y a punto de avivar una hoguera.
La premisa es GANAR, sea como sea. Pero para GANAR la apertura del juego marcará la senda. Perder se constituiría en una ya insondable e inexorable caída al vacío de no recordar lo que es triunfar y solo aceptar ser el débil de cada pleito algo que resulta increíble por la jerarquía particular de sus figuras con mayor experiencia y con tantas batallas gloriosas consumadas.
Fotos: Mariana Bourband.-