Con procesión y misa, se honró a la Virgen de Luján en Paraná

Como cada 8 de mayo, hoy se celebra el Día de la Virgen de Luján, la patrona de los argentinos. Hubo festejos en la Parroquia sita en el Barrio Rocamora, desarrollándose el rosario continuado, pidiendo por nuestra Patria y sus necesidades; una procesión por calles aledañas y la misa frente a la iglesia.
Alumnos de las escuelas primaria y secundaria dependientes de la parroquia, autoridades ciciles, militares y la feligresía le dieron un marco propicio a la conmemoración.
La procesión pasó por el edificio de la Liga de Madres de Familia de Luján, donde comenzó la comunidad, por el frente de la escuela primaria, sobre calle Pacto de Unión Nacional, por el Instituto Secundario, por Comisaría Décima y el retorno por calle Coronel Díaz, hasta la Parroquia ubicada en calle 4 de Enero 683.
En la oportunidad, vecinos de calles 4 de Enero, Maciá, Pacto de Unión Nacional, Almirante Cochrane y Coronel Díaz ornamentaron los frentes de sus casas con los colores celeste y blanco “para saludar a María en su día”.
Algo de historia
En 1628, Antonio Farías Sáa, un ciudadano portugués de Santiago del Estero, solicitó a sus amigos el envío de una imagen de la Inmaculada Concepción de María.
En 1930, las figuras llegaron al puerto de Buenos Aires. Ambas iniciaron su viaje a Sumampa, pero una de ellas quedó varada en Zelaya, por aquel entonces partido de Pilar. Los ciudadanos llegaron a la conclusión de que la virgen deseaba quedarse allí, a orillas del río Luján, y construyeron una capilla en su honor.
La fecha seleccionada conmemora la coronación de la Santa Imagen de Nuestra Señora de Luján, dirigida por el Papa León XVII, el 8 de mayo de 1887. Este suceso, catálogo a la virgen como representación de la feligresía católica en nuestro país.
En 1944, el Poder Ejecutivo de la Nación la declaró patrona de las rutas argentinas. En 1946, patrona de la Policía Federal Argentina y en 1948, patrona de los ferrocarriles argentinos.
Según la creencia católica, la virgen de Luján protagonizó múltiples milagros. Los más conocidos son:
Milagro de Pedro Montalvo
Según la Iglesia Católica, un presbítero llamado Pedro Montalvo llegó a Luján enfermo de tuberculosis en 1684 y visitó a la virgen reconocida en la región pampeana.
Días después, Montalvo se curó. En agradecimiento, se convirtió en capellán y continuó la construcción del santuario. En 1865, la imagen de la Inmaculada Concepción se colocó en el nuevo templo, conocido como “Capilla de Montalvo”, ubicado a pocos metros de la actual Basílica.
Milagro en Mendoza
En 1832, un grupo de aborígenes se propuso llegar a Mendoza. Ese día, se enfermó la esposa del Juez en la ciudad. Ante la gravedad de la situación, un gendarme decidió dirigirse a la casa de una médica a orillas del río. Allí, visualizó al malón y dio parte, inmediatamente, a su jefe.
Ante el riesgo de ser evadidos, los ciudadanos clamaron compasión a la Virgen de Luján y ella atendió. A los pocos minutos, el malón se fue sin decir nada.
El milagro que compartió el Papa Francisco
Durante una misa realizada en Santa Marta del Vaticano, el Papa Francisco contó un milagro realizado por la patrona de Argentina.
Cuando los médicos diagnosticaron a su pequeña hija de 7 años una grave enfermedad, “un electricista, hombre de fe, enloqueció. En aquella locura, tomo un micro hacia el santuario de Luján”.
“Llegó pasadas las 9 de la noche, cuando todo estaba cerrado. Comenzó a rezar a la Virgen, con las manos aferradas a la reja de fierro. Rezaba, lloraba, rezaba y así, permaneció toda la noche”, agregó.
“El hombre luchaba junto a Dios por la sanación de su hija. A las 6 de la mañana se dirigió a la terminal, tomo el micro y llego al hospital. Encontró a su esposa llorando y se imaginó lo peor. ‘Han venido los doctores y dijeron que la fiebre ha pasado, respira bien y no tiene nada'”, concluyó.
Oración por la Patria
A la Virgen de Luján, patrona de la Argentina, se la invoca con la oración por la Patria:
“Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice: ¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén”.