Monseñor Lozano: “La acumulación de riqueza en pocas manos deja afuera de la mesa de la vida a millones de personas en el mundo”
|Monseñor Jorge Eduardo Lozano, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), lamentó que “pese a los esfuerzos oficiales y de la sociedad civil, la pobreza crece en muchos lugares del planeta”.
“Sequías prolongadas provocadas por el cambio climático, que siembran hambre en lugar de alimentos. Desastres ambientales que golpean a los más vulnerables. La acumulación de riqueza en pocas manos deja afuera de la mesa de la vida a millones de personas en el mundo. El hambre se extiende en grandes poblaciones que no logran levantar cabeza”, graficó.
“El drama de la guerra en Ucrania suma violencia, muerte, familias desplazadas hacia países cercanos; sin fuentes de trabajo, sin su vivienda, aprendiendo a vivir de la solidaridad de quienes con generosidad les abren las puertas”, agregó.
En relación con lo que sucede en la Argentina, el arzobispo sanjuanino aseveró: “También nos va ganando la pobreza” y recordó que según el INDEC más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes son pobres. “Estas situaciones de carencia en esta etapa de la vida dejarán marcas profundas y de muy difícil reversión”, advirtió.
Los datos aportados por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA son, definió, “contundentes como una piña” y detalló algunos: el 27,4% de los niños, niñas y adolescentes no atendió su salud preventiva en 2021, el 57,9% no realizó una consulta odontológica. “Y podemos seguir agregando problemas de vivienda, de educación, de adicciones…”
Monseñor Lozano señaló que el papa Francisco convoca para este domingo 13 de noviembre a la Jornada Mundial de los Pobres y afirmó que “No se trata de realizar una colecta, sino más bien de revisar nuestras actitudes habituales a nivel personal y comunitario”.
Tras citar párrafos del mensaje del pontífice para esta fecha, el secretario general del Celam concluyó: “Que esta VI Jornada Mundial de los Pobres se convierta en una oportunidad de gracia, para hacer un examen de conciencia personal y comunitario, y preguntarnos si la pobreza de Jesucristo es nuestra fiel compañera de vida”.+