Reclaman un cambio en la política de carnes
|“Se están pagando las consecuencias de una política errática”, aseguró el delegado de la Federación Agraria en Entre Ríos, Alfredo Bel, al justificar los aumentos que se registran en la carne. “Hoy hay un déficit concreto en la cantidad de hacienda, no alcanza para alimentar a los argentinos”, afirmó e indicó que en Entre Ríos, en tres años, se perdieron 850 mil cabezas.
“A partir del 2006 entramos en un espirar de desafortunadas medidas, cierre de exportaciones, los ROE, cupos, sistemas de intervención de precios máximos en Liniers. Todo lo que nos imaginemos que no se debería haber hecho se hizo con (Guillermo) Moreno a la cabeza, quién se justifica que lo hace en defensa de la mesa de los argentinos. Esto determino la baja de un 20 por ciento del stock ganadero, como bien marcamos en Entre Ríos en tres años se redujo en 850 mil cabezas”, explicó Alfredo Bel, desde su punto de vista, la situación de la ganadería.
“Hoy hay un déficit concreto en la cantidad de hacienda, no alcanza para alimentar a los argentinos, que veníamos comiendo 70 kilos por persona”, afirmó Bel. El delegado de la Federación Agraria Argentina de Entre Ríos entiende “lógico” que cuando hay escasez, “aumentan los precios” y “nuevamente son los consumidores los que van a tener que pagar esta situación”.
El dirigente de la FAA apuntó al gobierno que no tomó medidas cuando muchos tuvieron que desprenderse de sus vacas porque no tenían otra posibilidad, no tenían capacidad para aguantarlas, y hoy “no van a poder recuperarlas porque el valor de esas propias vacas hace que sean casi prohibitivas para que los productores -especialmente los pequeños y medianos- vuelvan a iniciarse en la producción”.
“Se están pagando las consecuencias de una política errática, de un capricho de sostener el tema de exportaciones controladas, de precios máximos o de cerrar las exportaciones de vacas en el momento que el productor tenía que venderlas y por las conservas le pagaban dos mangos, y después habrían para que los frigoríficos hicieran plata. Tenemos una situación caótica con más de 10 mil empleados que han perdido sus trabajos o han quedado suspendidos en los frigoríficos, cientos o miles de productores que han perdido sus vacas y no la van a poder recuperar en estas condiciones con estos valores y los consumidores que están hoy afrontando el pago de un valor de la carne que realmente no estaba en su esquema. La carne está aumentando a consecuencia de la falta de ofertas”, prosiguió.
Bel insistió en reclamar un cambio en las políticas que “tanto daño causaron” y justificó que los productores, que viendo los precios que se pagan, traten de alimentar la producción, intentando darles más kilos y no porque precisamente se vea estimulado por acciones del gobierno que apunten a revertir errores cometidos.
También se quejó que en la provincia se esté hablando de créditos de dos mil pesos para comprar vientres, montos que hoy están “absolutamente fuera del lugar”, porque “la plata disponible para los pequeños productores para que pueda comparar algunos vientres les resultará insuficiente, porque han cambiado los valores de las haciendas”, aseguró.
Consultado sobre las estrategias para revertir la situación que atraviesa la ganadería y recomponer el stock, dijo que habría que hacer dos cosas: “primero normalizar el tema de las exportaciones, es un verso de que si hay exportaciones no hay consumo interno, eso es un verso, eso esta demostrado en el Uruguay en muchos lugares, cuando mas exportaciones hay también aumenta la oferta en el mercado interno. En segundo lugar hay que trabajar fuerte con las carnes sustitutas, sobre todo la de cerdo para que no pase lo mismo que en los pollos, que se produce por integración, y que se fomente que haya productores que puedan trabajar y obtener ganancias…con todos los granos, con todo lo que tenemos disponible podemos darle al argentino una carne alternativa a la de vaca”.
Para Bel recuperar el stock ganadero llevará unos cuatro o cinco años “como mínimo”, “es un desastre lo que provocaron”, aseguró.