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Alberto Fernández entregó la vivienda 30 mil de su gestión

El presidente Alberto Fernández reiteró que su mayor objetivo es que “crezca toda la Argentina” y le pidió a la sociedad “no temer” ante la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el pago de la deuda, al asegurar que “lo único” que su gestión no va a “postergar” es el “desarrollo argentino”.

“Cuando escuchen voces que dicen que acordar con el Fondo va a significar bajar la ejecución en obras públicas o parar las viviendas, no les crean”, expresó Fernández al encabezar en el Barrio Justicialista N° 2 del partido bonaerense de Ezeiza el acto de entrega de la vivienda número 30 mil y el crédito para la construcción 30 mil de su gestión, además de otorgar viviendas del plan Procrear y recorrer obras del programa Reconstruir.

El presidente, sobre las medidas que promueven al acceso al techo propio, señaló que “garantizar una vivienda digna es hoy un imperativo moral” y en ese sentido puntualizó: “En los tiempos que vivimos, tener una vivienda es un derecho humano”.

Luego profundizó la idea y la relacionó con los festejos que prepara el Gobierno por un nuevo aniversario del 10 de diciembre de 1983.

“Mañana, que celebramos el Día de la Democracia y los Derechos Humanos, es bueno ver que estamos avanzando en la entrega de viviendas, facilitando el acceso a quienes no pueden tomar un crédito y garantizando un techo”, sostuvo.

En esa línea, Fernández transmitió su satisfacción “al ver que el Gobierno avanza en la entrega de viviendas, facilitando el acceso a quienes pueden tomar un crédito y garantizado techos para más argentinos”, en el marco un acto que compartió con los ministros de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, entre otros funcionarios.

“Si hay algo que muchos argentinos necesitan, cientos de miles, millones, es un techo y una casa propia; una casa digna, un lugar donde vivir sin los sobresaltos de andar buscando siempre un techo porque se vence el contrato de alquiler o porque directamente no puede acceder”, repasó el mandatario al hacer mención sobre la situación de los inquilinos.

“Eso me lo puse en la cabeza desde el primer día y por eso creé el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, porque quería que hubiera en el Gobierno alguien que solo pensara en eso”, contó Fernández y recordó que el área en cuestión, hasta el triunfo del Frente de Todos, “era una secretaría que dependía del Ministerio de Obras Públicas” pero “necesitaba un ministro y Jorge (por Ferraresi) lo hace maravillosamente bien”.

El mandatario, además, resaltó la idea de que “a aquellos que no pueden acceder a créditos que el sector privado ofrece, porque son difíciles de repagar, hay que ayudarlos, con créditos o planes como Procrear”.

Fernández propuso entonces “seguir trabajando para que el mayor números de argentinos y argentinas se saquen la preocupación de no tener dónde vivir”, y remarcó que “ese es un temor que tiene que desaparecer”.

Al referirse a las encrucijadas del rubro inmobiliario, el jefe de Estado subrayó que la dificultad para acceder al techo propio “es algo que el mercado no resuelve”, porque “las empresas y bancos privados buscan formalizar un negocio, donde ellos tienen que garantizarse una ganancia, que muchas veces es a costa de los que tienen que pagar esos créditos”, tras lo cual subrayó que para las personas que no pueden acceder a créditos del sector financiero ahí tiene que estar “el Estado”.

Para Fernández, “el Estado es igualar, que todos tengan las mismas condiciones para poder progresar”, y recordó que “no es lo mismo nacer en una familia trabajadora que en una pudiente”, por lo cual la acción del Estado debe promover que “aquellos que son parte de familias de trabajadores tengan los mismos derechos que los pudientes, de tener una casa propia”.

Abogó entonces porque “el Estado exista y vaya en auxilio de esos argentinos y argentinas que están necesitando acceder a casa propia”, y reafirmó la premisa de “seguir firmemente en esta idea”.

Sobre la estructura económica del país, el mandatario sostuvo que la Argentina “ha crecido de manera muy desigual, con mucha riqueza en el centro y dos periferias, al norte y al sur” e hizo hincapié en que “toda la Argentina crezca y que el norte y el sur tengan las mismas posibilidades que los que vivan en el centro”.

Fernández apuntó a “esta idea federal” porque consideró que “si el crecimiento económico sirve para que algunos crezcan y otros queden postergados no sirve”, y añadió: “El crecimiento sirve si le llega a todos” y no que quede “en el bolsillo de unos pocos”.

“Apostamos a la vivienda y obra pública, hay más de 3.000 obras públicas en ejecución en todo el país”, indicó el Presidente, y en su repaso de las obras realizadas mencionó “caminos, cloacas, agua potable, puentes, potabilizadoras de agua”, como también “casas para que los argentinos puedan vivir dignamente”.

En cuanto a un potencial acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, llamó a “no temer” ante la posibilidad de que el organismo exigiera postergar la obra pública ya que él -aclaró- no postergará el desarrollo del pueblo argentino.

“No teman, porque cada dos por tres leo que estamos acordando con el Fondo y que el Fondo nos va a exigir que posterguemos esto, que posterguemos aquello: lo único que no vamos a postergar es el desarrollo del pueblo argentino”, remarcó y en el mismo sentido señaló que un acuerdo con el FMI “va a significar inversión de obra pública”.

“A fin de año vamos a tener 100 mil viviendas en construcción”, estimó y entonces reafirmó: “No va a haber ningún acuerdo (con el FMI) que pare eso”.

“La primera deuda que tengo es con ustedes”, insistió Fernández, para luego ampliar: “Vivimos un tiempo difícil, donde los extremos convocan a la desesperanza y el odio”.

Y luego analizó: “Los que siembran odio crecen, los que siembran esperanza también crecen”.

Como balance de su acción de gobierno en el rubro vivienda, valoró que hace dos años “habían 30 mil familias sin casa y hoy están con casa”, mientras que en 2019 había “argentinos condenados a no tener un crédito hipotecario y hoy hay 30 mil familias con crédito para poder construir”.

“Eso pasó con el esfuerzo de todos nosotros”, reseñó y luego exhortó en relación a los próximos dos años: “Sembremos la esperanza, lo que viene es mucho mejor que la que nos dejaron en 2019 y lo que hizo un virus que azotó al mundo. Esa vida empezamos a construirla, disfrutémosla”.

“Nos estamos poniendo de pie, empecemos a caminar”, añadió con la misma expectativa e insistió en que a partir de ahora “queda caminar una Argentina con más Justicia y más igualdad, que merezca ser vivida, y dejar atrás tiempos muy ingratos, porque Argentina tiene mucho por crecer”, lo que se hará -dijo- “entre todos”.

Por su parte, Ferraresi indicó que con el lanzamiento en el Barrio Justicialista de Ezeiza se habían adjudicado “30 mil viviendas y 30 mil créditos” y preguntó a los presentes: “¿Ustedes tomarían un crédito UVA?”.

En ese sentido, contrastó que “hay gobiernos que hacen una cosa y gobiernos que hacen otras”, en referencia al polémico instrumento financiero -cuya sigla significa Unidad de Valor Adquisitivo- implementado en marzo de 2016 durante el gobierno de Cambiemos y que se actualizaba con las variaciones del costo promedio de construcción y que se ajustaba en función de la inflación.

“Con esto es cumplir sueños, generar trabajo, dar certidumbre de cómo se van a devolver los créditos, que se puedan pagar y no perdemos calidad de vida”, porque los préstamos “se podrán pagar fácilmente”, anunció el ministro.

Además, anunció que las cuotas de los créditos no se abonan “hasta que la casa esté terminada” para que los beneficiarios sigan “pagando el alquiler” de la vivienda que ocupan actualmente.

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