En el marco del Plan de Fortalecimiento del Sector Hortícola, y con el propósito de mejorar el abastecimiento de los mercados locales, el gobierno provincial entregó el año pasado kits hortícolas a productores de diez ciudades de nuestra provincia.

La inversión total del programa fue de 1,3 millones de pesos y benefició aquellos productores que se encontraban en plena producción, tenían un perfil genuino como agricultor familiar y su producción complementa los canales cortos de comercialización mediante su participación en ferias locales y mercados de cercanía.

En este marco, el secretario de Agricultura y Ganadería de la provincia, Lucio Amavet, junto con el director general de Agricultura, Carlos Toledo, recorrieron en Federación, quintas de productores que fueron beneficiados por este programa. Al respecto, Amavet indicó que cuando se gestó la entrega de estos kits hortícolas “se realizó en el marco de un plan piloto que fue lanzado el año pasado.

El mismo benefició a 10 municipios y 60 productores que oportunamente fueron seleccionados por los referentes de producción municipales, en articulación con la Dirección de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, junto con la Delegación Provincial de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (SAFCI); e INTA”.

En este sentido Amavet destacó: “Cuando se ideó este programa de apoyo y respaldo a nuestros productores hortícolas entrerrianos, lo pensamos sobre la base de dos pilares: por un lado debían ser productores ya encaminados con su experiencia y conocimiento, y por otro lado, debían pertenecer a localidades que tengan ferias o mercados donde puedan vender lo producido”.

“Es decir, que el fin fue ayudar a horticultores que estén en actividad, que vivan en localidades donde tengan la posibilidad de comercializar su producción y que además los consumidores locales, tengan la oportunidad de comprar productos frescos a precios más accesibles”, dijo Amavet.

Por un lado el productor que recibió el beneficio, aumentó sus ingresos producto de que también aumentó su producción; la calidad de lo que produce y lo vendió sin intermediación; y por otra parte el consumidor local obtuvo un producto fresco, de buena calidad y a un mejor precio.

Creemos necesario brindar nuestro apoyo económico, financiero y técnico al crecimiento de este estrato de pequeños productores de la agricultura familiar ya que son los que generan el arraigo en el campo y además quienes producen un gran porcentaje de los alimentos que consumimos.

Por su parte, Daniel Benítez, secretario de Producción de Federación, indicó que “cinco familias locales fueron beneficiadas con los kits hortícolas y a partir de un seguimiento para conocer sus experiencias pudimos comprobar la mejora en cada uno de ellos en cuanto a su capacidad productiva, por lo cual nos alegramos enormemente y fue muy gratificante ver sus avances”.

Emprendimiento hortícola: Cultivar la paciencia

Ángel Sasaki, tiene 46 años y es productor hortícola. Es argentino descendiente de japoneses y vive en Federación junto a su esposa Lidia y sus hijas de 15 y 20 años.

Según comentó Ángel, hace 16 años nació su emprendimiento familiar que fue concretado gracias al esfuerzo y dedicación que le pusieron. Junto a su familia construyó invernaderos para la producción de hortalizas libres de agroquímicos, dándole además valor agregado.

“Hoy producimos más de 20 variedades entre hortalizas y frutas que vendemos en Federación y la zona. Producimos nuestro propio compost y además producimos mermeladas de frutos de producción propia, tal como arándanos, frutillas, naranjas e higos”, contó Ángel.

En diciembre del año pasado recibieron el kit que contenía insumos y semillas que les permitió ampliar y diversificar su producción. Al respecto, Ángel detalló: “el riego lo ocupamos en la plantación de frutillas y las semillas las usamos durante el año”.

Consultado por su aprendizaje respecto a las técnicas y manejo del suelo, el productor contó que el trabajo de la tierra lo aprendió principalmente de su padre y que además obtuvo una beca en Japón sobre agricultura con cuidado del medioambiente.

El compost lo conforma de cama de pollo y restos de verduras y pasto desmalezado. Considera que es importante una buena fertilización del suelo, pero no en exceso. El riego lo realiza por sistema de goteo, contando con un pozo de agua con bomba sumergible.

Respecto a la comercialización de sus productos, Ángel asiste junto a su esposa todos los sábados por la mañana al centro de artesanos “El algarrobo” y además durante la semana, realiza repartos a domicilio a los vecinos de la localidad y zonas aledañas.

El mensaje que nos dejó Ángel es que “con dedicación y paciencia se obtienen los resultados” y que “al momento de producir se debe hacer a conciencia fundamentalmente. No solo por el cuidado de la tierra y el ambiente, sino también por el bienestar de las personas que consumirán lo que producimos”.