Cristina asumió la presidencia argentina en el G-77
|El Tango 01 aterrizará en Buenos Aires trayendo abordo una comitiva poco menos que eufórica. Cristina Kirchner vivió la asunción de la presidencia del G-77+ China por parte de Argentina “con mucha emoción y orgullo” , según contó a los periodistas.
Hubo un esfuerzo por parte de todos los integrantes de la delegación argentina que la acompañó por presentar el acontecimiento como la “frutilla del postre” de la estadía en esta ciudad, una demostración del nuevo “protagonismo internacional” de la Argentina.
Para ponerlo en contexto, vale explicar que este G-77, hoy reúne a 130 países en desarrollo de Latinoamérica, Asia, Africa y Oceanía que se suman a la locomotora china para articular estrategias en conjunto dentro de las Naciones Unidas.
Su presidencia rota todos los años y en 2011 le tocaba a un país latinoamericano. Venezuela, que ya la había ejercido en dos oportunidades, fue por ella. Pero no hubo consenso en la región para que recayera en Hugo Chávez. Entonces, el embajador argentino ante la ONU, Jorge Argüello, terció para que se la quedara nuestro país que, a diferencia de Bolivia, Colombia, Perú o Guatemala, nunca había conducido el G-77.
La presidencia, que en la práctica cotidiana ejercerá Argüello, le permitirá a la Argentina durante 2011 ser la voz cantante de los países emergentes en la ONU, rol que de algún modo también cumple en el G-20 , donde tiene una silla entre las naciones más poderosas.
Articular estrategias entre ambas organizaciones será uno de sus objetivos, le explicó la Presidenta al secretario general de la Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, que la recibió temprano en su despacho y luego la acompañó a que diera su discurso de asunción del G-77.
La Presidenta repitió allí algunos de los conceptos que había vertido en su alocución del viernes ante la Asamblea General.
Ponderó el “multilateralismo” , llamó a renovar los organismos financieros internacionales y el Consejo de Seguridad para que deje de ser “una fotografía vieja”, se manifestó a favor de la construcción de un Estado Palestino y aseguró que es “intolerable” que se le haga pagar a los países más pobres por e l “pasivo ambiental” que produjeron las naciones desarrolladas.
“El salón estaba repleto. Mi corazón también, de emoción, orgullo y responsabilidad. También de pasión”, escribió un rato después en su cuenta de Twitter.