El tribunal que juzga a Lázaro Báez pospuso el veredicto en una decisión inesperada
|El tribunal que juzga a Lázaro Báez, acusado de lavado de dinero, decidió sorpresivamente posponer las últimas audiencias del proceso donde se iba a leer el veredicto.
Los jueces Néstor Costabel, Adriana Palliotti y Gabriela López Iñiguez decidieron añadir a la audiencia de este miércoles, que iba a ser la última, una más, el 24 de febrero. Probablemente el fallo se lea en ese momento, aunque podría incluso fijarse una audiencia más.
Los jueces escribieron que tomaron esta decisión en virtud de “la complejidad de la causa y de la necesidad de un conocimiento acabado de cuestiones que hacen a la próxima finalización del juicio oral y público que se viene desarrollando, sumado a las otras audiencias” de juicios que llevan adelante en los diversos tribunales en los que interviene cada uno de los magistrados.
La postergación alimentó una catarata de especulaciones sobre qué está pasando en el seno del tribunal, donde los jueces ya están conversando sobre qué decisión tomar con respecto a los acusados.
Los acusados en este juicio son 27. Báez está acusado de lavado de dinero, supuestamente proveniente de la corrupción con la obra pública y de la evasión fiscal. El fiscal Abel Córdoba pidió que Báez sea condenado a doce años de prisión.
No hay acuerdo, es un tema muy complejo, dijeron distintas fuentes de los tribunales. Los desacuerdos -especulan los abogados que siguen el proceso- pueden ir desde cuestiones no tan relevantes (como por ejemplo el monto de la pena o la figura a aplicar en cada caso), hasta cuestiones centrales, como el futuro del caso.
Es que uno de los ejes de las defensas fue pedir la nulidad de lo referido a la declaración de Leonardo Fariña y la información que aportó como arrepentido acerca de la corrupción en la obra pública.
Esas declaraciones y otros elementos coincidentes son las que convencieron a las autoridades de Suiza a que compartieran información con la Argentina sobre los beneficiarios finales de las cuentas abiertas en el exterior por las que circuló el dinero objeto del lavado. Las autoridades suizas dijeron que los beneficiarios finales de esas cuentas eran los hijos de Báez y fue por eso que quedaron tan complicados, al igual que su padre.
Ahora, si prosperan los cuestionamientos al modo en que se accedió a esa información, puede correr peligro la acusación, mas allá de que la información helvética complica a Báez.
Todas estas son las especulaciones que se hacen en los tribunales, mientras los jueces trabajan con el máximo sigilo, mientras escuchan las últimas palabras de los acusados antes de dictar un veredicto.