Dura crítica de la Iglesia al Gobierno por priorizar el aborto sobre las “miles de cuestiones sanitarias y sociales” por resolver
|En la recta final del debate sobre el aborto, la Iglesia trazó un duro diagnóstico sobre la situación social, en un año castigado por la pandemia del Covid-19, y llamó a “luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales”.
Lo hizo citando expresas palabras del papa Francisco, incluidas en su encíclica “Fratelli Tutti”, al difundir un documento de la comisión permanente del Episcopado, que encabeza el obispo Oscar Ojea, con el título “¿Por qué no renovar la esperanza?”, tres días antes de la celebración de la Navidad.
Tras señalar que “la agenda legislativa no trae esperanzas”, en una enérgica crítica al proyecto del presidente Alberto Fernández sobre el aborto, el Episcopado señala que “hay miles de cuestiones sanitarias y sociales a resolver, que requieren toda nuestra atención: desde los problemas de la vacunación hasta la cantidad de personas muy enfermas que este año no han recibido adecuada atención médica, pasando por las mujeres que sufren violencia o no tienen un trabajo digno”.
Frente a ese afligente panorama social, en el que solo cuatro de cada diez trabajadores tienen empleo pleno, los obispos afirman que “lo que se les ofrece en este momento duro e incierto es el aborto, y eso es un golpe a la esperanza”.
“Que la pandemia no nos impida imaginar y soñar un país más humano y fraterno”, dice el texto, elaborado en el último encuentro de la comisión permanente del Episcopado, que se reunió la semana pasada.
En lo que marcó un distanciamiento frente al Gobierno, en momentos en que el Senado tiene en sus manos la definición del debate sobre el aborto, la conducción del Episcopado decidió no visitar este año al Presidente para saludarlo por la Navidad.
“Esta Navidad nos encuentra en un momento histórico donde necesitamos una ardua reconstrucción: de las fuentes de trabajo, de la educación, de las instituciones, de los lazos fraternos. Muchas cosas se han roto y necesitan ser sanadas. Es momento de agradecer al pueblo argentino su paciencia, su cooperación, su resistencia”, advirtió la Iglesia en el documento.
Los obispos agregaron que “en estas últimas semanas el panorama se ha ennegrecido: la opción política pasó a ser una incomprensible urgencia, una febril obsesión por instaurar el aborto en Argentina, como si tuviera algo que ver con los padecimientos, los temores y las preocupaciones de la mayor parte de los argentinos”.
“Otra cosa -añadieron- sería defender los derechos humanos de los débiles de tal manera que no se los neguemos aunque no hayan nacido”.