La FDA aprobó de emergencia en EE.UU. la vacuna de Pfizer y BioNtech contra el Coronavirus
|La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) aprobó de emergencia ayer a la vacuna de Pfizer y BioNtech contra el Coronavirus, momentos después de que México le diera también luz verde. El ente regulador otorgó así un permiso excepcional a las farmacéuticas norteamericanas con el objetivo de agilizar la distribución de la vacuna, según adelantó The New York Times y confirmó el presidente Donald Trump.
Estados Unidos se ha convertido así en el sexto país del mundo en autorizar el uso de la vacuna. Se espera que durante la semana que viene 2,9 millones de dosis sean enviadas para su uso en el país, según The New York Times, el medio que ha adelantado la noticia.
Por su parte, el mandatario de Estados Unidos utilizó su cuenta de Twitter para difundir la noticia. A través de un video, Trump calificó la aprobación de la FDA, en relación a la vacuna, como un “milagro médico”.
Más temprano, el secretario de Salud de EE.UU., Alex Azar, había estimado que la vacuna Pfizer/BioNTech podría comenzar a administrarse el lunes o el martes, una vez que fuera aprobada por las autoridades reguladoras.
“Vamos a trabajar con Pfizer para la distribución y podríamos tener personas vacunándose el lunes o el martes de la próxima semana”, indicó Azar en una entrevista a la cadena ABC.
La logística
Las dosis van a ser entregadas directamente a los hospitales y a las farmacias que van a vacunar a los grupos prioritarios: los residentes de los geriátricos y los profesionales sanitarios. Un alto cargo de la FDA precisó que en Estados Unidos el compuesto no está recomendado para personas que tengan una alergia a alguno de los componentes.
En paralelo, la ciudad de Nueva York cerrará las salas interiores de sus restaurantes desde la semana que viene en un intento por detener otro brusco pico de infectados, anunció el gobernador Andrew Cuomo.
La restricción supone el último golpe para los restaurantes de la Gran Manzana, así como para una economía muy afectada ya por las limitaciones derivadas de la pandemia.
México
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos aprobaron ayer el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el Covid-19, momentos después de que México diera también luz verde a la misma vacuna.
La luz verde del regulador sanitario de México, Cofepris, había llegado solo momentos antes del anuncio estadounidense.
“La Cofepris le ha conferido la autorización de uso en emergencias a la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el virus Sars-cov-2”, informó el subsecretario de Salud de México, Hugo López-Gatell.
Y al igual que en el caso de Estados Unidos, la decisión en México llegó junto a un nuevo máximo de contagios diarios, con 12.253 casos, en medio de una escalada de infecciones y hospitalizaciones en la capital del país.
El gobierno mexicano ya había anunciado esta semana su intención de empezar la vacunación a finales de diciembre, con un primer lote de 250.000 dosis para inmunizar entre este mes y enero de 2021 a 125.000 personas. Pero necesitaba la aprobación sanitaria.
La intervención de Trump
En tanto el presidente Donald Trump había presionado al regulador de medicamentos de Estados Unidos para que aprobara rápidamente la vacuna Pfizer-BioNTech contra el Covid-19, mientras el país se preparaba para desplegar inmunizaciones masivas.
El periódico The Washington Post informó que la Casa Blanca le dijo al jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), Stephen Hahn, que presente su renuncia si la agencia no aprobaba la vacuna para el final del día.
La intervención de Trump reintroduce a la política en el proceso científico, lo que podría socavar la confianza en la vacuna en el país más afectado del mundo por la pandemia, donde el número de muertos se acerca a los 300.000.
Tampoco estaba claro si tener una aprobación de uso de emergencia un día o dos antes de lo esperado cambiará los plazos de vacunación. Y ya se esperaba que el lunes o martes los primeros estadounidenses -residentes en asilos y trabajadores de la salud- recibieran sus inyecciones.
La medida dará inicio a lo que será la mayor campaña de vacunación en la historia de Estados Unidos, pero también tiene ramificaciones globales porque constituye un referente para muchos países que enfrentan la misma decisión.