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Duracell dio el brazo a torcer

La firma internacional Duracell, una marca de Procter & Gamble, una de las corporaciones más poderosas del mundo, cedió finalmente frente ante el reclamo de miles de argentinos y aceptó su responsabilidad en el tratamiento de las 10 toneladas de pilas acopiadas por la Ciudad de Buenos Aires.

En una carta enviada por Procter & Gamble SA, en representación de Duracell, la empresa aseguró: “Estamos dispuestos a hacernos responsables con nuestros conocimientos y recursos para buscar una solución ambientalmente adecuada al problema” y prometió que se pondrán en contacto con el Gobierno de Mauricio Macri para hallar esa solución.

Las gestiones fueron canalizadas a través de la ONG Greenpeace Argentina, que actualmente realiza gestiones ante Energizer, que aún rechaza el reclamo y ha presionado al Gobierno en contra de la sanción de una ley de residuos electrónicos, cuyo proyecto fue presentado en abril en la Cámara de Senadores de la nación por el senador Daniel Filmus.

Entre los puntos principales del proyecto de ley se establece la Responsabilidad Extendida del Productor, que hace responsable legal y financieramente a los productores de estos aparatos durante el ciclo de vida completo de los mismos, desde la fase inicial de la producción hasta su gestión final cuando finaliza su vida útil.

El texto de ley además establece la prohibición de sustancias tóxicas en los aparatos, lo que va en sintonía con la legislación internacional al respecto. Hasta hoy ninguna había aceptado su responsabilidad.

La solución al problema del destino final de las 10 toneladas de pilas recolectadas por el Gobierno de la Ciudad es un primer paso, para dar una solución definitiva a la gestión de pilas y baterías agotadas en todo el país.