A 11 años de la muerte del expresidente Raúl Alfonsín
|Cuando asumió como presidente de la Nación el 10 de diciembre de 1983, Raúl Afonsín se convirtió en la cara visible del comienzo de la democracia en nuestro país y del fin de los gobiernos militares en la Argentina. Su consigna “con la democracia se come, se cura y se educa” marcó un camino que, con un sinfín de dificultades, sirve de guía a cada argentino que ejerce el derecho del voto.
Un 31 de marzo de 2009 a causa de un cáncer de pulmón falleció a los 82 años . Este dirigente de la Unión Cívica Radical, fue despedido por más de 80 mil personas en el Congreso de la Nación. El Gobierno decretó tres días de duelo nacional.
Entre las autoridades políticas que participaron del acto se encontraban los expresidentes Carlos Menem, Eduardo Duhalde, Fernando De la Rúa y Néstor Kirchner; la presidenta Cristina Fernández no pudo estar presente por encontrarse en la Cumbre del G-20 de Londres pero hizo llegar sus condolencias.
Al día siguiente, sus restos fueron llevados en una cureña militar escoltada por el Regimiento de Granaderos a Caballo al Cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires. El expresidente descansó provisoriamente en la bóveda de los caídos en la Revolución del Parque hasta que el 16 de mayo fue trasladados a un monumento individual en el mismo cementerio en un lugar construido sobre mármol gris.
La frase del preámbulo de la Constitución Nacional que Alfonsín solía repetir durante la campaña presidencial está grabado sobre un mármol, como reseña de sus intenciones y legado: “Con el objetivo de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”.