No se quiere quedar con las manos vacías… Miguel Pichetto ya suena como candidato a la Auditoría
|“Los milagros existen”, dicen en un despacho macrista. En otro insisten: “Una elección se pierde recién después de contar hasta el último voto”. Lo cierto es que el resultado de la próxima elección presidencial asoma bastante complicado de revertir y que, ante esa eventualidad, el oficialismo ya trabaja en un plan B para el caso de que Mauricio Macri deba abandonar la Casa Rosada.
Una de las prioridades será quién quedará al frente de la Auditoria General de la Nación (AGN), el órgano de control que tendrá por delante la tarea de auditar la administración macrista. En el PRO ya suena con mucha fuerza un nombre para ese puesto: el del peronista Miguel Ángel Pichetto. Al actual compañero de fórmula de Macri se le vence su mandato como senador en diciembre.
En su artículo 85, la Constitución Nacional establece que el presidente de la AGN “será designado a propuesta del partido político de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso”.
Ese esquema fue ideado en la reforma constitucional de 1994, cuando en la Argentina reinaba el bipartidismo y no había tantas alianzas electorales e interbloques legislativos.
El tema es importante porque en caso de que el actual oficialismo pase a ser oposición podría haber una puja entre el PRO y la UCR sobre a quién le corresponde designar al titular de la AGN. La Coalición Cívica, por ser la fuerza con menos legisladores de la alianza, no entraría en la discusión.
En los despachos del oficialismo en el Congreso tienen los esquemas con las proyecciones de cuántos diputados y senadores tendría cada uno de los partidos de Juntos por el Cambio en caso de repetirse el resultado de las primarias de agosto.
En Diputados, el PRO tendría 48 integrantes, la UCR 45 y la Coalición Cívica, 14. En el Senado, la UCR conformaría un bloque de 15 miembros y el PRO uno de 8 (a ese interbloque se deben sumar otros cuatro senadores de diferentes monobloques).
Así las cosas, el macrismo sería más fuerte en Diputados y los radicales en el Senado. Por eso, la propuesta del presidente de la AGN deberán consensuarse entre ambos sectores.
Por tratarse de un puesto de enorme poder, la UCR podría pretenderlo, según se especula en el Congreso. Pero en el macrismo entienden que les correspondería a ellos, siempre en caso de una eventual derrota en la elección presidencial. “Auditarían la gestión de Mauricio, por lo tanto le correspondería a Mauricio elegir a quién quiere para el cargo”, argumentaron en el PRO.
Del lado del macrismo sonaron en los últimos días solo dos nombres para la AGN. Uno es el de Alvaro González, actual presidente del bloque del PRO en diputados y hombre del riñón de Horacio Rodríguez Larreta. Su nombre obedece a que es el actual presidente de la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas, la encargada de supervisar justamente a la AGN.
Pero se dice que González pretendería continuar como diputado. En caso de que María Eugenia Vidal y Macri pierdan y Larreta gane, el gran ordenador de la interna en el bloque podría ser el jefe de Gobierno porteño. Y ahí aumentarían más las chances del diputado para continuar como jefe del bloque.
El otro nombre que se menciona es el de Miguel Ángel Pichetto. Más allá de la lealtad que le demostró a Mauricio Macri durante la campaña, reúne otra condición que pasa el filtro de los macristas de paladar negro: “Es un duro que no se va a comer ninguna curva”.
Sobre la posibilidad de que el radicalismo reclame el puesto para si, en el PRO plantean: “El auditor tiene que ser confiable para Macri, no para la UCR. Pichetto es un tipo que sabés que no te va a sonar y que va a dar pelea”.
Otra fuente macrista completó: “La presidencia de la Auditoría no es un lugar para la política, es un puesto institucional muy serio”.
Un senador de la UCR consideró que los “todos los argumentos que da el del PRO pueden ser válidos”. De ser así, habrá que ver entonces que otros puestos podría reclamar como compensación el radicalismo en diferentes organismos descentralizados.
También habrá que ver quiénes son en la UCR los que definan si ceden, o no, el puesto al PRO. ¿Serán los bloques? ¿O un puñado de dirigentes? Si fuera esta última alternativa, en esa mesa chiquita estarían el jujeño Gerardo Morales, Enrique “Coti” Nosiglia y quizá los radicales de Mendoza. Asoma improbable que le impidan a Macri nombrar como auditor a quien le genere mayor confianza.
De los siete integrantes del actual colegio de auditores, el único que deberá marcharse en caso de derrota de Juntos por el Cambio es su presidente, el peronista Oscar Lamberto. Los otros seis tienen mandato hasta 2024 y 2025.
De esos 6, tres son peronistas, dos radicales y uno, massista. La ausencia de alguien propio será otro argumento que usará el macrismo.