En 45 días, Sandleris quemó la mitad de su “colchón” en mercado de futuros
|La estampida del dólar después de las PASO no sólo obligó al Banco Central a intervenir con reservas por primera vez desde septiembre del año pasado sino que además le consumió el colchón extra de municiones para intervenir en futuros que había acumulado en los meses previos.
Así, en 45 días, la mesa de dinero del organismo monetario vendió casi la mitad de todo lo que el Fondo Monetario Internacional le había permitido utilizar hasta septiembre y ahora le quedan balas por cerca de u$s3.600 millones.
En rigor, desde junio, con el tipo de cambio estable, el organismo monetario aprovechó para comprar contratos de dólar futuro, la operación inversa a la que hace cuando busca ponerle un techo a la divisa. De ese modo, no sólo evitaba que el billete verde baje por demás sino, lo más importante, sumaba poder de fuego extra para momentos de volatilidad, como el actual, o los que podrían venir hasta las elecciones de octubre.
Con esas operaciones, según la última información disponible del BCRA, a fin de junio llegó a tener una posición compradora de hasta u$s3.000 millones. Con ese monto, teniendo en cuenta que el FMI le permite llegar a septiembre con una posición vendedora de hasta u$s3.600 millones, el poder de fuego del Central se había agrandado a u$s6.600 millones.
“La posición de futuros comprados que había logrado el BCRA durante el período de estabilidad, lamentablemente la tuvo que ir cerrando y ahora entra en terreno negativo”, advierte Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa, en base a proyecciones y cálculos que elaboran con datos del mercado.
En julio, previendo momentos de turbulencia en el mercado previo a las PASO, el Banco Central había pedido aumentar de u$s1.000 millones a u$s3.600 millones su límite de ventas en futuros, algo a lo que el Fondo cedió y luego confirmó a través del staff report de la IV Revisión del Acuerdo Stand By.
“Contamos con una magnitud suficiente para intervenir a futuro”, destacaba el presidente del BCRA, Guido Sandleris, el 16 de julio, un día después de que el organismo multilateral de crédito ampliara su espalda, pero sin imaginarse la fuerte presión sobre el dólar que hubo después del resultado de las PASO.
El Fondo, por su parte, advertía de un eventual recalentamiento de la demanda de dólares. “El principal riesgo sigue siendo un cambio en las preferencias de la cartera con respecto a los activos argentinos como resultado de las crecientes incertidumbres sobre el panorama político futuro”, mencionó el staff report.
Con las operaciones en el mercado a futuro, en la previa a las PASO el Banco Central logró amortiguar los saltos de la divisa sin necesidad de echar mano a las reservas. Así, según cálculos de la City, entre el 16 de julio y el 1 de agosto vendió un promedio de poco menos de u$s200 millones por día, quedando en total con una posición compradora de u$s1.500 millones, y acotando su poder de fuego total a u$s5.100 millones.
Pero en la semana previa a esas elecciones, y con más fuerza en los días siguientes, la mesa del Central utilizó los otros u$s1.500 millones del colchón que había acumulado y se quedó sólo con sus u$s3.600 millones para vender.
Una de las ventajas de intervenir con futuros es que con sus ventas incide directamente en el precio de contado (spot), pero sin utilizar reservas.
“Es lo ideal para tener mucho poder de fuego sin perder capacidad de pago en dólares”, explica Javier Marcus, profesor de derivados de la Universidad Nacional de Rosario. “No para hacerlo a largo plazo, pero sí para calmar y contrarrestar la volatilidad transitoria”, agrega.
En las últimas horas, el mercado parece haber encontrado un precio de equilibrio para el dólar, ya que el Central no sólo vendió muchos menos de los u$s250 millones que le permite el Fondo, sino que algunos días ni siquiera intervino en spot.
“No lo vi estas últimas jornadas operando en futuros. Cuando interviene hace posturas de a 5.000 contratos, que son u$s5 millones y no vi ese tipo de operaciones”, comenta Leonardo Svirsky, a cargo de la mesa de operaciones de Bull Market Brokers. El operador cree que de a poco el BCRA “lo está dejando correr”, algo que se ve en las tasas implícitas de los contratos, muy por encima del nivel en que estaban antes de las elecciones. “Es muy probable que guarde para después”, acota.
Para torcer una tendencia alcista o marcarle un techo al dólar, el BCRA puede usar distintas estrategias en el mercado de futuros, de modo de no “quemar” tan fácilmente las balas que les permite usar el FMI.
Así como vender reservas de manera directa desde la mesa de dinero es más eficaz que hacerlo a través de subastas preanunciadas, el monto y la agresividad con que pone las posturas puede tener un efecto más directo sobre el precio.
“La mesa del BCRA sabe cómo hacer ofertas efectivas. Por ejemplo, hace unos días ponían posturas de u$s20 millones a todo o nada. Es una forma de marcar la cancha”, sostiene Marcus, quien fue gerente de desarrollo del Rofex.
La semana próxima llega una nueva misión del FMI y en la City algunos especulan con que el Central podría pedir permiso para ampliar su poder de fuego, al menos en futuros, donde no sacrifica reservas.
“Vender de esa manera es mucho mejor que entregar tenencias. Además sólo pone la parte de la garantía y hasta fin de mes, cuando vence el contrato, puede ir forzando aún más la cotización para no quedar tan vendido”, explica el jefe de la mesa de dinero de un banco local.
“Ahora viene la misión del Fondo y hay que ver qué le permite hacer”, destaca Svrinsky, de Bull Market Brokers.
Las balas que quedan hasta octubre
“Quedan nueve semanas hasta las elecciones de octubre, y si bien en estos días la demanda perdió fuerza, todavía nadie puede cantar victoria. “Haciendo una extrapolación de montos y días, si el BCRA sigue con ese ritmo, llega bastante justo a las elecciones”, advierte Sosa, de Invertir en Bolsa.
Marcus, por su parte, cree que el Central podría aprovechar algún otro momento de relativa calma en el mercado para recomponer su posición, y hasta volver a quedar del lado comprador. Además, cree que el BCRA puede puede aprovechar y comprar en el mercado spot y vender futuros. “Así puede tener más reservas”, explica.
Se vienen jornadas de volatilidad y tanto Sandleris como el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, dejaron en claro que harán todo lo que sea necesario para contener al dólar.
Saben que una nueva disparada en la cotización tendría un fuerte impacto negativo sobre la economía, pero más aun sobre las pocas chances que tiene el Gobierno de dar vuelta el resultado de las PASO.
El Fondo también juega su partido. La misión que llega la semana que viene seguramente analizará minuciosamente las herramientas que le quedan al Central para contener a la divisa y, de ser necesario, van a recalibrar las municiones.
Hay que tener en cuenta que más allá de la tasa, las ventas en spot y en futuros, Sandleris tiene un as bajo la manga: reducir la demanda de dólares con algún cambio normativo. Lo demostró la semana pasada, cuando apeló a esa carta para limitar al máximo la tenencia de divisas de los bancos, jugadores de peso a la hora de alimentar la demanda de billetes verdes.