La inflación de junio fue de 2,7% y acumula 55,8% en los últimos 12 meses
|Tal como proyectaban los analistas privados y hasta el propio Gobierno, en el tope de sus cálculos, la inflación de junio alcanzó el 2,7% y confirmó la desaceleración que los precios ya venían registrando desde los últimos meses. Se trató del valor más bajo del año. A su vez, la variación interanual escaló al 55,8% en el sexto mes del año, de acuerdo con las cifras del Indec.
El freno al alza de tarifas y la estabilidad cambiaria, sumado a una política monetaria que permanece contractiva, ayudaron a que la inflación atenúe su ritmo. De todas formas, el 2019 cerrará en torno al 40%, coinciden los economistas, funcionarios y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayer elevó su estimación.
Con el aumento de junio, los precios acumularon en el primer semestre un alza del 22,4%, casi la misma cifra que el Gobierno estableció en el Presupuesto 2019 para todo el año. Con respecto a la inflación núcleo –la que excluye los precios de los productos estacionales y de los regulados– alcanzó el 2,7%, según el organismo estadístico.
En junio, “Alimentos y Bebidas” trepó 2,6%; “Bebidas alcohólicas y tabaco”, 2,7%; “Prendas de vestir y calzado”, 1,9%; “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, 2,7%; “Equipamiento y mantenimiento del hogar”, 3,4%; “Salud”, 3,6%; y “Transporte”, 1,6%. A su vez, “Comunicación” trepó 7,1%; “Recreación y cultura”, 3,7%; “Educación”, 1,8%; “Restaurantes y hoteles”, 2,5%; y “Bienes y servicios varios”, 2,1%.
En mayo, el aumento había trepado al 3,1% y fue “Salud” el rubro que tuvo mayor suba, con 5,1% respecto del mes anterior. Le siguió “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, con 4% de incremento. “Alimentos y bebidas” estuvo, con 2,4% de suba, por debajo del promedio.
En cuanto a las regiones, las que tuvieron una inflación menor al promedio (2,6%) fueron el Gran Buenos Aires (GBA) y Cuyo, ya que el Noreste registró 2,9% y las otras tres (Pampeana, Noroeste y Patagonia), 2,8 por ciento.
Las estimaciones de las consultoras sobre la inflación de junio oscilaron entre 2,5% y 2,7%, cifras que se mantienen para las proyecciones de julio producto de que el séptimo mes del año es estacionalmente alto en materia de precios por las vacaciones de invierno.
Gabriel Zelpo, de Elypsis, afirmó que sus cálculos indican que la inflación de junio dio 2,6%, con una núcleo que se ubicó en 2,7% frente al 2,9% de mayo. “Es un buen registro y muestra que la inflación continúa desacelerándose”, afirmó el analista.
Consultado sobre el número difundido por el Indec, el economista Federico Muñoz afirmó que “el consenso esperaba alguna décima menos” y que “pese a la estabilidad del dólar desde fin de abril, no es fácil frenar la inercia inflacionaria tras el salto previo del tipo de cambio”. “De todos modos remarcó el analista- si no hay sorpresas ingratas, el registro de julio debiera estar en 2% o alguna décima por encima”.
“El dato de inflación no es malo, ya que es la tercera baja consecutiva en el registro mensual y, de esa manera, confirma la desaceleración en la evolución de los precios. La calma cambiaria es el factor clave que ayudó a seguir desinflando la economía el mes pasado, aunque el congelamiento de la mayor parte de las tarifas también ayudó”, aseguró Francisco Mattig, analista de estrategia de Consultatio Investments, quien reconoció que algunas proyecciones de privados ubicaban el número de junio en un nivel más optimista”. Su estimación rondaba el 2,6%, precisó.
El director de la consultora EcoGo, Federico Furiase, había afirmado a Infobae días atrás que “junio marcaría una desaceleración por el dólar tranquilo, la recesión, el torniquete monetario, un menor arrastre de alimentos que dejó mayo y una menor incidencia en regulados”. “Si la inflación baja al 2,5% mensual desde junio hasta diciembre, el año cerraría en la zona de 42%”, había dicho el economista.
A su vez, Matías Rajnerman, de Ecolatina, proyectó una suba de precios de entre 2,6% y 2,7% y también la explicación fue “el dólar calmo, la concentración de los ajustes de tarifas en el primer cuatrimestre del año y un precio de los combustibles más estable por el tipo de cambio tranquilo y el precio internacional del petróleo en baja”.