Con un patético discurso en el Parlamento, Macri lanzó su campaña por la reelección
|El presidente Mauricio Macri inauguró el 137° período de Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación con un discurso en claro tono de campaña en el que evitó profundizar en datos económicos, polarizó con el Kirchnerismo y realizó un pedido de acompañamiento a su gestión.
“En 2015 dije que a la Argentina la íbamos a sacar adelante entre todos; lo que estamos haciendo; hoy podemos decir que la Argentina está mejor parada que en 2015”, aseveró al inicio de una exposición a la que la oposición calificó de “arenga política” y que fue ovacionada por su obediente tropa.
De cara a un año en el que buscará la reelección, enarboló una alocución de casi una hora donde eludió en todo momento dar cifras exactas sobre el PBI, la inflación futura, el tipo de cambio, los salarios, el nivel de empleo, la desocupación, la salida de capitales, la presión impositiva, el consumo y el endeudamiento, entre otras variables.
“Muchos me van a recordar que el año pasado aquí dije que lo peor ya pasó”, recordó el presidente, para pasar a asegurar que lo que se está haciendo en la Argentina es “enorme porque estamos haciendo crujir estructuras arraigadas”.
“Si hubiésemos elegido el camino del atajo como otras tantas veces, estaríamos parados en relatos, y no. Estamos mejor parados que hace tres años, sobre bases sólidas. Empezamos por lo básico, creamos los cimientos, generamos las condiciones y estamos listos para avanzar”, enfatizó por cadena nacional.
Macri habló de la lucha contra la corrupción, el narcotráfico y defendió la “ley del arrepentido” y el DNU de extinción de dominio. “Queremos recuperar los bienes de la corrupción y que cada uno diga dónde está parado y a quién va a defender”, sostuvo.
“Y si la Justicia pide que se rindan cuentas todos tenemos que rendir cuentas: políticos, empresarios, sindicalistas, los mismos jueces, periodistas, inclusive la familia del presidente y el presidente”, continuó buscando la ovación de los súbditos de Cambiemos.
A continuación, solicitó al Congreso que “para avanzar” trabajen para que se apruebe la reforma del Código Penal y el Régimen Penal Juvenil -que sostuvo es “mucho más que bajar la edad de imputabilidad en un año”. Allí recordó que Cambiemos es el “primer Gobierno en 100 años que pasó todo el mandato en minoría y aun así consiguió consensos”. Además, anunció que enviará un proyecto de ley para mejorar las evaluaciones educativas.
El líder del PRO hizo un breve repaso por la economía, en el que evitó cifras y estrategias para salir de la crisis. Sostuvo que su Gobierno se encuentra “resolviendo problemas que no son coyunturales, sino estructurales” y adjudicó los vaivenes económicos a tres shocks imprevistos: la salida de capitales emergentes, la sequía y la causa de los Cuadernos de Centeno. “Nos agarró a mitad de camino, estábamos saliendo, curando los cimientos podridos”, se lamentó.
En esa línea, justificó el feroz ajuste presupuestario encarado por su administración en el último año. “Si no hubiésemos tomado las decisiones que tomamos la economía hubiese colapsado”, dijo, y destacó que durante los tres años de gestión aumentaron las exportaciones e importaciones, se registró durante algún tiempo una tendencia a la baja de pobreza y que se crearon 700.000 puestos de trabajo.
En este marco, remarcó que el plan Pobreza Cero es un “horizonte”, un camino a seguir. “La pobreza no desaparece si se deja de medir. Teníamos una pobreza de 32,2%. No era un dato, reflejaba una realidad maquillada”, enfatizó.
“Desde que comenzamos a medir la pobreza vimos una tendencia a la baja durante dos años seguidos en los cuales 2 millones de argentinos pudieron superarla”, afirmó para luego admitir que hoy “la pobreza volvió a niveles de antes”.
El presidente también justificó los aumentos de tarifas de los servicios públicos. Según consideró, durante años el Kirchnerismo hizo “creer a los argentinos que la energía no valía y así era imposible crecer”. “En energía estábamos en un callejón sin salida. Si seguíamos así, el que no tenía conexión a la electricidad y al gas, jamás la iba a tener”, señaló el jefe de Estado, y detalló que hoy hay en marcha 98 proyectos en construcción de energía renovable.
Sobre la suba generalizada de precios, pronosticó que desde este año “esperamos una baja sustancial de la inflación”, aunque no dio una cifra o estimación certera para 2019. El presupuesto aprobado a fin de año pasado calculó 23%, a pesar de que los privados ya hablan de un piso de entre 30% y 34% anual.
Sobre el cumplimiento de la meta de déficit cero acordada con el FMI, sostuvo: “Lograr un equilibrio fiscal sin parches en el presupuesto de 2020 y 2021 será el acto de justicia social más importante que hayamos hecho en 70 años” y anunció que “usando la cláusula de acuerdo con el FMI que nos permite modificar algunas cuestiones decidimos aumentar a partir de este mes un 46% la Asignación Universal por Hijo (AUH), que hoy tiene 4 millones de beneficiados”. La Anses informó que los planes subirán de $ 1.816 a $ 2.644, con un costo fiscal de $ 15.000 millones.
Macri aprovechó el final de su discurso para apuntar sus dardos al Kirchnerismo y criticarlo por su política externa en particular hacia Venezuela, aprovechando la actual coyuntura. Así, sostuvo: “En 2015, los ejes de la política exterior de nuestro país eran la alianza con Venezuela y el pacto con Irán. ¿Cómo puede ser que hayamos condecorado a Maduro cuando hace rato que no respetaba la democracia ni los derechos humanos, ni las libertades? ¿Cómo puede ser?”.
El mandatario reiteró su apoyo al autoproclamado presidente opositor Juan Guaidó y el realineamiento de Argentina con el Grupo de Lima.
Además, celebró la reinserción de Argentina en el mundo y puso como ejemplo la realización en 2018 de la Cumbre del G20 y las más de 130 reuniones que mantuvo con jefes y jefas de Estado de 48 países en estos tres años de Gobierno.
Los diputados opositores, al igual que los últimos años, colocaron en sus bancas carteles con leyendas como “Hay otro Camino” y “¿Presidente, le va a pagar la deuda a San Luis? Además, la diputada del Movimiento Evita, Araceli Ferreyra pidió por el “AutocutivoYa” y exhibió una planta de marihuana.
Los cruces y chiflidos fueron una constante a lo largo de todo el lamentable discurso. A los gritos de la oposición, los legisladores de Cambiemos respondían con el clásico “sí se puede”. Además, el presidente paró en reiteradas oportunidades para responder: “Los gritos y los insultos no hablan de mí, hablan de ustedes. Yo estoy acá por el voto de la gente”, dijo. Más adelante apeló a que “vivir en democracia es escuchar al otro”.
La sesión también incluyó paupérrimos furcios presidenciales y una sorpresiva visita de una diputada expulsada de Cambiemos que no pudo asumir.
Sobre el final del mensaje, el presidente hizo una convocatoria para proyectar la Argentina para los próximos 30 años. “Hoy, quiero convocarlos otra vez a lograr acuerdos que necesitamos para proyectar nuestra Argentina a 30 años, acuerdos en serio, sin oportunismos ni ventajas, donde todos cedamos algo pensando en el conjunto, especialmente los que tienen privilegios. Sólo así vamos a lograr un país con más libertad, con más igualdad y con más justicia para todos”, expresó.
Para cerrar dijo casi a los gritos y en medio de los aplausos de los legisladores de Cambiemos y las risas mordaces opositoras: “Juntos nos hemos comprometido a hacer una sociedad en serio. ¡Vamos argentinos, vamos con pasión, juntos lo vamos a sacar adelante, vamos Argentina!”.