El Banco Central liberará tasas para las Leliq
|El Banco Central tomó la decisión de eliminar el compromiso de una tasa mínima de interés para las Leliq a partir de diciembre. La autoridad monetaria había refrendado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que iba a mantener un “piso” del 60% en sus licitaciones de Letras de Liquidez que emiten a los bancos.
No estaba claro en el documento firmado con el Fondo hasta cuándo tenía que regir ese objetivo de tasa mínima, pero los funcionarios del BCRA ya avisaron que no renovarán ese piso. Cuentan además que no hay restricciones por parte del organismo de crédito con este tema.
A partir de diciembre, entonces, la tasa que diariamente surje de la licitación de Leliq y que es una referencia para el resto del mercado, podrá bajar de ese 60% que “defiende” el Central ahora a un nuevo nivel. “La idea es eliminarla y que el sistema fluya libremente”, afirman.
¿Hasta dónde llegarían en el nuevo esquema libre? “Es muy difícil saber eso, lo determinará el mercado”, dicen escuetamente en el entorno de Guido Sandleris.
La lectura que hace el Central es que ya no es necesario mantener este piso ya que el mismo mercado le está pidiendo tasas más bajas. “No somos determinantes de la tasa de interés como se cree. Eso hay que aclararlo. Es lo que nos pide el mercado para darnos liquidez. La tasa mínima lo estamos manteniendo ahora pesar de que el mercado nos demanda tasas menores”, dicen en la entidad.
“No estamos definiendo las tasas, hoy porque es muy circuntancial tenemos ese piso, pero incluso estamos tratando de moderar la baja que nos piden”, reconocen en el equipo de Sandleris.
La tasa de referencia que supo estar en máximos de 73,5% ya se redujo 11 puntos sin haber generado ruido cambiario. El tipo de cambio se hundió a la parte inferior de la zona de no intervención y la “lógica” sería que quiebre ese piso.
La forma de desactivar el piso de las tasas será el siguiente: el Central se comprometió con el Fondo a que se tiene que cumplir ciertas condiciones. Esto es, que haya dos meses seguidos de baja de expectativas de inflación a la baja para los próximos 12 meses.
En el Central dicen que ya se llegó a ese punto con los datos de septiembre y octubre que publica el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). Pero “prefirieron pecar de prudentes” y esperarán al dato de noviembre para sumar los dos meses con caída de las expectativas inflacionarias.
De esta manera, el Central podrá a partir del 3 de diciembre cuando se conocerá el REM, desactivar el esquema de tasas mínimas.
Claro que el nivel del costo del dinero se irá gestando diariamente cuando el Central tenga de retirar liquidez (pesos) del sistema vía sus Leliq. Si puede renovar sus vencimientos con tasas a la baja, como imaginan, cumplirá con su meta de crecimiento cero de los agregados y, además, oxigenará al resto de las tasas de la economía que actualmente son muy restrictivas.
Esta decisión del Central coincide con un llamado a la prudencia de los banqueros.
Es que la baja de tasas que viene aplicando Guido Sandleris, titular del BCRA, despierta cierta inquietud entre los ejecutivos de las entidades financieras.
Si bien el Banco Central recortó poco más de 10 puntos lo que le paga (a las entidades financieras precisamente) con sus Letras de Liquidez (Leliq), lo cierto es que los niveles actuales aún siguen muy elevados.
Sin embargo, la velocidad del descenso que viene aplicando el Banco Central genera ciertos reparos entre los banqueros.
“Hay que ir lento y consolidando el camino. El Central no se debería apurar”, afirma un importante gerente de un banco líder en la Argentina, que mantiene un diálogo fluido con el equipo de Sandleris.
“No sea cosa que se confíen por demás y terminen cometiendo el mismo error que Sturzenegger”, recuerda, en referencia a la baja de tasas que hizo esa gestión en el Central precisamente sobre fines del 2016 y que propició una mayor presión en los precios y el mea culpa en público del ex titular del BCRA.
“Está bien que Sandleris vaya testeando al mercado. De hecho, las tasas van hacia abajo y aun así el dólar sigue pegado a la banda inferior, lo que demuestra que él va por el buen camino”, comenta otro banquero de una entidad privada extranjera.
No obstante, advierte que “todavía al paciente lo están operando, ni siquiera salió del quirófano. De modo tal que cualquier error puede ser muy grave”.
En el corto plazo, la inflación no estaría otorgando demasiado margen a una caída más rápida del costo del dinero. Después del 5,4% que mostró el IPC de octubre, se estima que para noviembre ese número estará más cerca de 3%, lo que marcaría una desaceleración.
La lectura que hacen desde el Banco Central es positiva. Creen que si bien el índice de precios octubre resultó elevado, la caída de 1,1 puntos porcentuales de la inflación general y, especialmente la baja de 3,1 puntos de la llamada núcleo (que contempla alimentos) “son signos alentadores”.
“Los datos de octubre evidencian que el reacomodamiento de los precios luego de la depreciación continuó durante ese mes. También dan cuenta de que la política monetaria opera con rezagos”, indican desde el entorno de Sandleris.
Desde el ámbito privado, el Grupo SBS (la compañía que tenía en sus filas al actual vicepresidente Gustavo Cañonero antes de llegar al BCRA), comparte su punto de vista.
“La dinámica de las tasas de interés sugiere que las expectativas de inflación podrían estar bajando, por lo que nos mantenemos atentos a la posibilidad de estar siendo testigos de una incipiente mejora”, señalan.