Desde Salud recusaron la agresión verbal que sufrió la ministra Velázquez por parte de Allende
El equipo de trabajo del Ministerio de Salud de la Provincia de Entre Ríos manifestó su “total apoyo y acompañamiento inclaudicable a la ministra de Salud Sonia Velázquez y repudia enfáticamente la agresión verbal perpetrada públicamente hacia ella por el diputado provincial José Allende en oportunidad de participar de un acto institucional”, según se informó en un comunicado.
En la comunicación formal se subraya que “la gravedad de lo sucedido radica en que constituye una manifestación concluyente de agresión a la investidura institucional y, lo que es más grave aún, de violencia de género”.
El equipo de la cartera sanitaria refirió así al hecho sucedido este miércoles, previo al discurso que dio el gobernador Gustavo Bordet en el encuentro junto a su gabinete, cuando el precitado legislador se expresó con un tono hostil hacia la funcionaria.
“En su carácter de legislador provincial y principal referente de uno de los principales gremios que representa al trabajador estatal con todo lo que ello implica, la actitud de Allende acrecenta toda posibilidad de una conducta munida de absoluta impunidad, repitiendo en este acto la actitud misógina, antidemocrática y de abuso de poder que hoy la justicia se encuentra interpelando”, manifiesta el Equipo de Trabajo de Sonia Velázquez.
“Nos sentimos comprometidos con la gestión que ha llevado adelante la ministra con total compromiso, idoneidad y responsabilidad; las cuales han tenido como finalidad máxima retomar la postura rectora que el Ministerio de Salud nunca debió dejar de lado en pos de mejorar el acceso a la salud y a la atención de la población entrerriana”, agrega el parte.
“No será jamás tolerable permitir que estos comportamientos, recurrentes en su concepción violenta, obstaculicen la garantía de derechos fundamentales de la población como la salud. Poco podremos contribuir como comunidad, y tener pretensiones de enaltecer a la política como herramienta de realización de nuestra sociedad, si procederes nefastos de esta magnitud mantienen la complicidad de la indiferencia y del dejar pasar”, añade la comunicación protocolar, concluyendo: “Ayer fueron solapadas advertencias investidas de sugerencias, luego devinieron en señales de alerta, hoy ya se transita por la agresión verbal, dejando entonces, libre paso al impulso destructivo de personajes sin frenos inhibitorios si es que los límites de la racionalidad y de la legalidad, no ponen las cosas en su justo lugar”.