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Crisis gravísima del sector arrocero

El sector arrocero publicó un documento para alertar sobre la grave crisis que atraviesa el sector. En un comunicado conjunto, la Cámara de Industriales Arroceros de Argentina y la Federación de Cooperativas Arroceras de la Argentina indicaron que “el sector arrocero atraviesa una de las peores crisis”.

 

“Si bien hay una capacidad instalada para elaborar 2.300.000 toneladas de arroz, se estima que este año la producción será apenas arriba de 1.000.000 toneladas y se estima un 20% de caída en la superficie sembrada, con el consiguiente impacto en la mano de obra empleada”, aseguraron los empresarios. Según los arroceros, en los últimos meses se produjo “un desbalance en el capital de trabajo, considerando que el stock remanente no compensa los gastos dolarizados de la próxima campaña, y que a las altas tasas de interés actuales la financiación se hace inviable”, por lo cual reclamaron “asistencia financiera”.

 

“El tipo de cambio no compensa el impacto de la alta carga impositiva y el aumento en los costos. La intensidad laboral de la cadena de arroz es de 80 empleos cada 1000 hectáreas contra 6 empleos que demanda la cadena de la soja”, aseguraron los empresarios.

Como ejemplo de la gravedad de la crisis, indicaron que “hay municipios, como San Salvador y Los Charrúas en Entre Ríos que dependen en un 90% del arroz en forma directa o indirecta”. “En gran escala también dependen de la industria arrocera localidades como Villa Elisa, Villaguay y Chajarí en Entre Ríos, Mercedes, Curuzú Cuatiá y Goya en Corrientes y San Javier en Santa Fe”, explicaron los arroceros.

 

En referencia a las retenciones, los empresarios indicaron que “para el arroz, sin diferenciación según su grado de industrialización, las retenciones hoy son de $4 por dólar exportado siendo un producto con valor agregado, esto tiene un impacto del 13 % sobre el valor del producto terminado en planta”. Por eso indicaron que “desde el sector se ha solicitado al Gobierno que el arroz elaborado, que en el precio final tiene un 60% de valor agregado, se diferencie de la producción primaria, ajustando el arancel a 3 pesos por dólar exportado, como es el caso de otros productos elaborados que son exportados listos para el consumo humano tales como la leche en polvo, el pescado refrigerado o ahumado, harina de trigo y restantes productos de molinería”.

 

“Por otro lado, siendo una economía regional distante de los puertos de embarque es importante que la base imponible para las retenciones sea el FCA depósito, de lo contrario estamos gravando sobre servicios de terceros, y con grandes diferencias internas por la distancia al puerto o aduana de salida”, agregó el texto, y concluyó diciendo que “para quienes operan en el mercado interno la situación tampoco es optimista con la demanda cayendo debido a la alta inflación, hoy se encuentran con grandes inversiones hechas para crecer en volumen y con un mercado en baja y con pocas expectativas a futuro”.