Inflación imparable; un kilo o dos pancitos…
|El eterno Carlitos Balá inventó –en su propia jerga de humor– una frase que se aplica sólo a cosas muy buenas: “Está un kilo y dos pancitos”, decía, antes de rematar con su “gestito de idea”. Hoy, hablar del pan genera dolores de cabeza. Es que desde la Cámara de Panaderos, informaron que la bolsa de harina pasó de $600 a $900 la última semana.
El precio del pan aumentó este miércoles un 15% en gran parte del país y el jueves subirá por encima de ese porcentaje en la Capital Federal, por lo que el kilo del producto llegará a 90 pesos en algunos barrios porteños.
“Algunos colegas están vendiendo ya hoy el kilo de pan a $90. Pero hay una fuerte dispersión por zona y por calidad”, dijo a NA el presidente de la Cámara de Industriales panaderos de la Capital Federal, José Álvarez.
Según detalló, el precio de la bolsa de 50 kilos de harina tenía un precio de $600 la semana pasada y hoy se está vendiendo a entre $900 y más de $1.000. Además, calculan a la suba por los ajustes que se vienen en las tarifas de gas.
El dirigente explicó que las panaderías debatirán durante todo el día qué porcentaje de incremento aplicar, pero aclaró que “puede superar el 15% porque los costos de producción se han disparado en los últimos días”.
Álvarez reveló que las ventas de harina estaban suspendidas desde el lunes por la “especulación” de los acopiadores del trigo y la industria molinera, que están reteniendo el producto a la espera de ver qué va a pasar con el precio del dólar.
En ese escenario de oferta escasa, indicó el dirigente a NA, algunas distribuidoras salieron a vender la bolsa de 50 kilos con un 50% de aumento e “incluso hay panaderías que necesitan producir y ya están pagando más de 1.000 pesos la bolsa”.
“Esto es una locura. Esto me hace acordar al 2002 cuando los molinos y los acopiadores especularon por el valor del dólar. Ya están hablando de un precio fijo de entre 850 y 900 pesos para la bolsa de 50 kilos cuando la semana pasada estaba 600 pesos. Esto es una barbaridad”, se quejó Álvarez.
El dirigente dijo que las panaderías de la Capital “se están fundiendo y están cerrando” por la suba de los costos de producción, lo cual “no pasó nunca, ni en el 2002 cuando también había especulación por el dólar”.
Según Álvarez, los molineros y acopiadores le echan la culpa al Gobierno y a los productores y empujan a las panaderías a aumentarle el precio del producto final a los consumidores, generando una fuerte presión sobre el bolsillo.
“De una tonelada de trigo, los molinos sacan 75% de harina y el otro 25% lo transforman en alimentos balanceados, pellets, y demás. Con eso último pagaban los costos. Si hoy miramos a Estados Unidos, el valor de la bolsa de harina está el equivalente a 600 pesos argentinos. Entonces, acá hay pura especulación”, dijo.
Para Álvarez, la solución es que el Gobierno vuelva a instrumentar una “tasa de abasto” para determinar un precio de referencia de la harina y “sentar a los molineros y acopiadores en una mesa y pedirles sus costos, porque están especulando muy mal”.