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Suspenden aplicación de la vacuna contra la meningitis

Desde esferas de Salud de distintas provincias repudian la suspensión de la vacuna contra la meningitis para nenes y nenas de once años. La decisión fue tomada a fin de hacer frente a la escasez de dosis necesarias para completar el calendario de vacunación.

 

“Estamos con un problema en la provisión de esta vacuna, que tiene un esquema para niños muy pequeñitos -a los tres, cinco y quince meses- que está vinculada a la protección de grupo de mayor riesgo, que son los lactantes. Y después tiene una única dosis a los once años”, explicaron.

 

La vacuna, de nombre comercial Menveo, ingresó al calendario nacional el año pasado, con indicación obligatoria para dos grupos: bebés a partir de los tres meses (hasta los 15 reciben tres dosis) y chicos de 11 años. Pero hace tiempo que la Nación, responsable de proveerla a las provincias, viene registrando demoras en la entrega.

 

“Es otra muestra de la crueldad del gobierno nacional y la sumisión resignada de los gobiernos provinciales que terminan siendo cómplice de los crímenes sociales del macrismo”, dicen al unísono desde diferentes esferas ministeriales del Interior.

 

“Es impresionante cómo anuncian, sin siquiera ruborizarse, que una vacuna que se incluyó en el calendario con indicación obligatoria hace un año, ahora deja de aplicarse. Pero, además, raya con la perversión la explicación que dan, pretendiendo tranquilizar a la gente diciéndole ahora que esa vacuna que hace apenas un año era necesaria para cuidar la salud de los pibes, ahora no es tan necesaria”, señalan.

 

“Por supuesto que no hay soluciones mágicas, que no es fácil gestionar en un marco de crisis y de falta de recursos; pero en la Argentina ya aprendimos que, si se prioriza a los que más necesitan en lugar de a los que más tienen, si se trabaja para la justicia social y no para la profundización de la desigualdad, se puede avanzar en lugar de retroceder, incluir en lugar de excluir. Porque situaciones como estas no tienen que ver con fatalidades, sino con decisiones políticas. No es que no haya fondos para las vacunas, es que esos fondos ya no se usan para mejorar la vida de millones de pibes y se destinan a seguir enriqueciendo a unos pocos grandes empresarios y especuladores financieros. Y esto no es inevitable, se puede gestionar de otra manera, se puede y se debe gobernar fijando otras prioridades, con otra escala de valores”, coinciden de modo unánime desde distintas órbitas sanitarias provinciales.