Una imagen a la que nos estamos acostumbrando
|Inevitable admitirlo: las postales que a diario recogemos en nuestras calles, inherentes a mendigos, a indigentes, a niños que trabajan, a personas que duermen a la intemperie, pareciera que se han convertido en algo común, en una imagen típica del escenario paranaense. Ni siquiera la Policía de Entre Ríos actúa con la drasticidad imprescindible. Es que no hay una política de Estado definida, y cualquier clase de procedimiento suele ser refutado por organismos de Derechos Humanos que finalmente tampoco hallan soluciones.
El tan “vendido” perfil turístico de Paraná confronta con la foto ya tradicional de todos los días: hay gente que duerme en las plazas, a la intemperie, buscando guarecerse y sobrevivir aunque sea por unas horas más.
Son desposeídos que en ciertos casos no hacen daño, mientras hay otros que -tal vez- no tienen el menor pudor o compasión y pueden ser capaces de matar por unos centavos para alcoholizarse o drogarse.
Son indigentes que van de los 12 a los 60 años, que a veces “ofician” de “trapitos” o “lava autos”, o que no vacilan sin misericordia alguna en despojarte de cualquier pertenencia para venderla por unos mangos a inescrupulosos que las toman sin titubeos para ingresarlas en el submundo de la mercadería ilegal.
Esto también debe tratarse y/o atacarse. Pero, pareciera que a nuestros legisladores o ediles no se les cae una idea para analizar la problemática y crear un conjunto de leyes que amparen el accionar policial y de Institutos del Estado pertinentes para que no haya más niños revolviendo basura, para que no haya más mendicantes o limosneros dormidos en una plaza en medio de una desidia calamitosa, para que no haya más chiquillos conduciendo carros.
Ganan muy bien los senadores y los diputados, como en la propia Justicia se perciben sueldos exorbitantes, dispendiosos. Hay mucho por laburar entonces, con ganas, con ahínco; hay mucho POR HACER. Menos perorata, menos deliberaciones beligerantes en los Recintos y MÁS TRATAMIENTO de temas puntuales que hacen a la vida cotidiana.
El Pueblo quiere MENOS POLITIQUERÍA BARATA. Quiere ver LABURAR EN SERIO a nuestros senadores, a nuestros diputados, a nuestros concejales. El Pueblo quiere RESULTADOS. Hace mucho, pero mucho tiempo… DÉCADAS, el mundo podría ser más igualitario y no estar debatiendo tan cruda vulnerabilidad SIN SOLUCIONES.