Macri molesto con el canje de pasajes, pero… en esto no hay decreto
|La polémica por los montos extra que se pagan para abultar las dietas de diputados y senadores parece que causó escozor al presidente de la Nación y han sido horas “calientes” entre Casa Rosada, Quinta de Olivos y Congreso. Sin embargo, el mandatario en esta coyuntura que demuestra la inequidad entre lo que ganan los políticos y los comunes ciudadanos argentinos, no hay chances -pareciera- de revertir el rumbo y generar un verdadero cambio.
De hecho, el macrista Emilio Monzó ha intentado desde hace meses limitar el reparto de pasajes y concientizar a sus pares, pero… él mismo canjea.
Digamos que el Congreso es una “mesa” donde se concretan operaciones no ilícitas pero sí poco ajustadas a lo que pregona Mauricio Macri sobre el ajuste necesario para equilibrar las finanzas de un país con destino inquietante.
El canje de tramos aéreos y terrestres no utilizados (hasta 20 por mes, en cada caso), por efectivo, solo fue puesto en cuestionamiento retóricamente, como lo es todo el discurso macrista desde la Campaña misma que lo llevó a la presidencia.
Más delicado aún… pese a todo lo que se dijo del Kirchnerismo, los montos se duplicaron en junio de 2017. De tal modo, por esa vía, los sobresueldos pueden alcanzar a 40 mil pesos, es decir el 43% del haber mensual de un legislador, que promedia los 93 mil pesos en mano.
Como ya hemos informado, Elisa Carrió, socia estratégica de Mauricio Macri, fue quien más jugo le sacó en los últimos años. Quedó al frente del ranking en 2017, sumando un adicional por canje de 355 mil pesos.
Y Macri también quiso montarse en la polémica para cobrarse una cuenta pendiente. Al censurar el canje de pasajes por efectivo, definiéndolo como “querer disfrazar algo de otra cosa”. Así, envió por elevación un mensaje contra Monzó, Carrió y el resto de los referentes parlamentarios de Cambiemos que suelen reclamar el manejo de una estrategia autónoma.
El núcleo que también integran los diputados, Mario Negri (UCR) y Nicolás Massot (PRO) es conocido en la interna oficialista como “Los Orcos”, en alusión al grupo de El Señor de los Anillos reconocido por su astucia y que opera en la oscuridad (los diputados trasnochan…y operan…).
Aunque a la vez, en el Senado, donde Macri tiene mayor control, la vicepresidenta Gabriela Michetti también viene prometiendo limitar los canjes. Pero paga el triple que en Diputados: 3440 pesos por cada tramo aéreo.
O sea… Como en la previa a las elecciones que lo depositaron en el mando de la República, Mauricio Macri sigue evidenciando un espíritu contradictorio, discordante, paradójico.
Está en las antípodas de sus promesas. Y lo peor es que elabora decretos polémicos pero cuando habla de ajustes, no observa que él y sus funcionarios deben dar el ejemplo.
Mientras… planea su reelección. No tiene en vistas consolidar el cambio tan promocionado. No… Al parecer, la vida política argentina tiene como dogma, “miente, miente…” y el Pueblo sigue esperando transformaciones que solo llegan a sectores muy diferenciados, muy determinados y se profundiza día a día la crisis de los bolsillos de una ciudadanía que contempla, por ahora sin reacciones airadas, como el Gobierno de la Nación acentúa un execrable unitarismo o centralización de los recursos.
Hay ajustes para el vecino común, para el laburante honesto, probo; hay ajustes para los humildes; pero para los políticos no hay sacrificios.
Nuestros próceres, recorrieron América en caballos, burros, en carretas y hasta de a pié. Hoy, la clase política argentina anda en helicóptero o avión con costo pleno para el Estado, y cuando no viaja, lo “ahorrado” va para sus billeteras.
Macri y toda la “Logia Cambiemos” tuvo la gran chance de generar un paradigma. Y la propia Oposición pudo apostar por una metamorfosis ejemplar virtuosa. Pero no… La codicia, la ambición, pudo más… Y así estamos.
Mientras, la sociedad, resignada, abatida, solo tiende a sobrevivir, a subsistir, sin revulsivos, y hasta casi indolente. ¿O será que tronará el escarmiento en las urnas?
El presidente planteó que “si los diputados creen que su salario no es suficiente, deben blanquear la necesidad de tener uno mejor”, pero sostuvo que “el mecanismo de los pasajes no es algo que esté bien”.
Desde su asunción, apeló a distintos decretos argumentando que procedía a ello por “algo que no estaba bien…” en cuanto a distintas problemáticas, según sus propios dichos. ¿Qué hará ahora? Apostamos un pleno… NADA.