Entre Ríos trabaja en el control y prevención de la tuberculosis
|Cada 24 de marzo se conmemora el Día Mundial contra la Tuberculosis con el objeto de generar conciencia sobre las acciones sanitarias y sociales para el control de esta enfermedad que, diagnosticada a tiempo y con el tratamiento oportuno gratuito, se puede curar y erradicar.
Ser líderes para un mundo libre de tuberculosis es el lema 2018 del Día Mundial de la enfermedad causada por el bacilo de Koch que involucra en acciones preventivas y de diagnóstico temprano a todos los actores de salud, efectores y la comunidad para formar conciencia sobre esta amenaza vigente. En este sentido, Entre Ríos cuenta, desde el Ministerio de Salud y la Dirección de Epidemiología, con el Programa Provincial de Control de Tuberculosis. Su referente, Alejandra Doval, destacó que “todos tenemos la posibilidad de ser líderes responsables contra esta patología y hacer que, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados en 2015, ésta disminuya para 2030”.
La especialista indicó que “hasta 2005 la enfermedad creció un 1 por ciento anual y, a partir de 2016, se redujo el 2 por ciento en el mundo”. En la provincia los diagnósticos son aproximadamente de 200 casos nuevos por año, cifra que se mantiene con altas y bajas desde 2010, siendo Concordia y Paraná los departamentos con más casos. En lo que respecta a nivel país, se determinan 10 mil casos nuevos por año y fallecen 800 personas por esta causa.
La importancia del trabajo sanitario es fundamental teniendo en cuenta que globalmente “entre 2000 y 2016 se evitó la muerte de 53 millones de personas por las acciones de los servicios y tratamiento contra la tuberculosis”.
De la pandemia, Doval precisó que es importante entender que “ya era definida por Hipócrates como la patología infecciosa más importante de todos los tiempos y sigue siendo, aún en el siglo 21, la principal causa infecciosa de muerte”.
Significado e implicancias de la conmemoración
En lo que respecta al lema propuesto por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) para 2018 –“Líderes para un mundo libre de tuberculosis. Tú puedes ser uno de ellos”– la especialista resaltó que “ser líderes significa estar atentos a los diagnósticos, los tratamientos y los posibles contagios en convivientes y contactos entendiendo que es una problemática social que puede darse en grupos poblacionales diversos”.
Doval refirió que los síntomas más comunes son dos: expectoración y pérdida de peso y puede presentarse también fiebre nocturna, cansancio, malestar general. No obstante, la patología “se puede curar, no dejar secuelas o que éstas sean mínimas”.
El tratamiento desde los efectores públicos provinciales es gratuito y para ello se han capacitado referentes en todos los departamentos: médicos comunitarios, residentes, asistentes, entre otros. La formación es vital para la detección precoz porque “sabemos que si el paciente tosió y expectoró por más de 15 días es obligación pedirle un estudio del catarro”.
Para recordar
A finales del siglo XIX, la tuberculosis causaba la muerte a una de cada siete personas que vivían en los Estados Unidos y Europa.
En 1982 la OMS y la Unión Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (UICTER) patrocinaron el primer Día Mundial de la Tuberculosis, con el fin de educar al público sobre las devastadoras consecuencias económicas y de salud, su efecto en los países en desarrollo y el impacto –continuo y trágico– en la salud global. Desde entonces cada 24 de marzo marca prioridades de acciones y compromisos mediante un lema central.
En 2016, 10,4 millones de personas enfermaron de tuberculosis y 1,7 millones murieron por esta enfermedad, entre ellos, 0,4 millones de personas con virus de inmunosuficiencia humana (VIH). Más del 95 por ciento de las muertes por tuberculosis se producen en países de ingresos bajos y medianos.
Para el control de la tuberculosis se requiere: diagnóstico a tiempo, tratamiento continuo y directamente observado por personal de salud, a fin de evitar la aparición de la tuberculosis resistente. También juegan un rol primordial en la curación la familia y la comunidad. Un diagnóstico a tiempo interrumpe la cadena epidemiológica de transmisión evitando que la enfermedad se agrave, y se propague.