Echagüe quiere seguir siendo de Primera: no se cansa, no se rinde… No se da por vencido
|Echagüe concretó 48 horas atrás el Juego Perfecto, y este miércoles -desde las 21- va por la hazaña de empardar lo que fue un lapidario 0-2 con palizas incluidas. Boca Juniors, que el lunes estuvo acorde a su posición 19ª de la Serie Regular, tratará de liquidar los Playoffs y salvar la calidad de Primera en Paraná. Dirigirán Pablo Estévez, Fabricio Vito y Leandro Lezcano que deberán soportar estoicamente el flojísimo desempeño del trío que NO administró Justicia antes de anoche. Juega Oscar Funes, descalificado el lunes. Casi descartado el griego Fotios Lampropoulos.
Echagüe dejó todo en la antevíspera. Expuso una entrega inclaudicable; lució una cabal concentración; funcionó con una consistencia colectiva jamás vista. Comprendió que estaba en una situación límite y su comportamiento fue admirable.
Con grandiosa actitud, con loable sacrificio, impuso el ritmo y ese compromiso, esas ganas, esa pasión, ese ímpetu, borraron del rectángulo a un Boca frustrado, abrumado.
El carácter, sobre todo la agresividad (contemplada pasivamente por los jueces…) sacaron del juego a un rival fastidiado, impotente.
Esa gestión defensiva provocadora, de enorme sagacidad e indisimulable fricción, restó comodidad a un Boca que no pudo desenvolverse confortable a cancha abierta por la dinámica cobertura de espacios y ángulos lograda a partir de un impecable diagrama estratégico urdido por Ignacio Barsanti.
La incógnita neurálgica reside en qué tipo de arbitraje se verá esta noche. Lo de Chiti-Tarifeño-Castillo permitió el roce y hasta golpes antideportivos plausibles de expulsiones, pero esencialmente confirió el derecho a Echagüe de disgustar a su contrincante con defensas belicosas.
Boca solo contrapuso un par de gestos inadecuados, también dignos de descalificación, pero nunca consiguió ejercer autoridad, dominio de las acciones por un bloqueo mental suicida.
El arbitraje del lunes era, para “matarse a trompadas”, y Boca solo se sacó el frac con algunas escaramuzas protagonizadas por Lucas Pérez y Cristian Amicucci. El resto, se puso el esmoquin, la galera y el bastón, no percatándose que el escenario era duro, áspero, feroz.
Echagüe fue guapo. Boca no. Así de simple. El punto de inflexión, reafirmamos, es aguardar hasta que se ponga la primera bola al aire, qué postura asumen dos excelentes árbitros como Fabricio Vito y Pablo Estévez junto al joven Leandro Lezcano.
Si sostienen el “siga…siga” refuercen ya el operativo de seguridad porque difícilmente Boca vuelva a dejarse mojar la oreja y todo puede terminar en una batalla campal.
Ahora, si se ponen enérgicos, los que van a protestar son aquellos que solo creen justo reclamar “sus” derechos por las faltas ajenas y hacen la vista gorda con las contravenciones propias.
De hecho, Oscar Funes estuvo en dudas hasta este mediodía por haber sido descalificado INJUSTAMENTE por un Alejandro Chiti que solo aplicó el reglamento por la calentura del cordobés tras el codo-antebrazo violento aplicado por Devin Green que fue el principal responsable y debió irse al vestuario sin cabildeos por su agresión indefendible.
Boca pagó una multa y Funes juega… Pero… Pérez y Amicucci o Caracter (como ya dijimos, Green…) también pegaron. O Solano asumió procederes irónicos que merecieron básica sanción. O Barsanti casi foulea a Gianella y a tantos más que pasaban al lado del banco.
Por eso, consolidamos la idea…, o Vito-Estévez-Lezcano dirigen con valentía, caiga quien caiga, cueste lo que cueste y se bancan todos los reproches con agallas, u optan por la fácil de que se juegue onda Copa Libertadores de los 60/70.
A partir de eso podemos predecir o pronosticar lo que suceda. Un arbitraje férreo, SIN DUDAS, beneficiará a Boca. Un arbitraje light o flexible a Echagüe.
No hay vueltas… Así de tajante. ¿Término medio? Y… es peligroso. No es tan sencillo medir todo con la misma vara. Menos en un Playoff por la Permanencia. Si se les pasa una llegará de inmediato la compensación, y tampoco es bueno.
Las tribunas tendrán más público que el lunes. No lo duden. Habrá que ver si los hinchas de Boca acompañan, desde Buenos Aires o por las filiales de la Región.
Lo cierto es que el clima será un infierno. Y en este tipo de definiciones, los árbitros tienen sobre sus hombros la hipótesis de “la influencia”.
Vito y Estévez tienen el oficio, la experiencia, la trayectoria para no inmutarse. ¿Y Lezcano?
Ahora… Volviendo a los protagonistas cardinales… ¿Reaccionará anímicamente Boca? ¿Se seguirán mirando los hombres boquenses entre ellos mientras el head coach habla en los Tiempos Muertos? ¿Se pondrán el equipo al hombro dos astros como Gianella y Delfino entendiendo que esta instancia de alguna manera les genera un indirecto desprestigio a sus carreras extraordinarias? ¿Funes se sacará la bronca de encima y jugará con inteligencia? ¿Pérez habrá tomado lectura de lo que producen como dupla Baeza y Solano, y a la vez manejará otros tiempos en la ofensiva? ¿Gargallo continuará tan pasivo? ¿Amicucci pondrá garra sin perder la cabeza para así volver a cooperar con goles? ¿McDonald entenderá lo que implica ganar hoy? ¿Vasirani mantendrá su confiabilidad? ¿Transmitirán otras energías Córdoba-Fernández-Festa a sus hombres? ¿Seguirá incidiendo la ausencia de Lampropoulos? ¿Y si el griego se anima a jugar?
Pero también hay enigmas por el lado del anfitrión… ¿Repetirá Echagüe su comportamiento psicofísico del lunes? ¿Interpretarán cada uno de sus componentes que SE PUEDE consumar el milagro? ¿Volverán a DAR TODO, a ENTREGARSE ÍNTEGRAMENTE por el EQUIPO los extranjeros del “Negro”? ¿Refrendarán otra performance utilísima Baeza, Uranga, Buemo, Zustovich, Barroso y Stucky? ¿Seguirá tan ENCHUFADO Barsanti (dirigió fantástico en lo TÁCTICO…)? ¿Lo dejarán Vito-Estévez-Lezcano ser el “Sexto Hombre” sobre la línea o hasta traspasando la misma en cada ataque porteño por izquierda?
El Juego 1 fue Boca 110 – Echagüe 84; el 2: Boca 90 – Echagüe 65 (2-0); el 3 Echagüe 91 – Boca 66 (1-2). ¿La tendencia de castigos inapelables se replicará?
Está en claro que no hay margen para el relax. Uno puede descender sin escalas, el otro arriesgarse a que toda la presión lo agobie ya en su feudo.
Pronóstico indefinido, absolutamente incierto. Hasta hoy, teniendo en cuenta Serie Regular y Playoffs, siempre ganó el local. ¿Se quebrará la directriz? Que sea una fiesta…
Foto: Gentileza Cecilia Zacarias/LaLigaNacional.com.ar