Como si hubiera estado pergeñado: caótico acto de la CGT eclipsó reclamo docente
|La Confederación General del Trabajo (CGT) “amenazó” esta tarde con hacer un paro nacional, aunque no comunicó qué día y lo subordinó a que el gobierno de Mauricio Macri no realice “rectificaciones” en el rumbo de la economía. Según el gremialista Juan Carlos Schmid, el segundo orador ante la multitud que se juntó en el centro porteño, la medida fuerza se haría a fines de este mes o a principios de abril, pero no dio más datos.
Esa falta de definición provocó incidentes entre un grupo que reclamaba una fecha concreta para la huelga nacional, sin condiciones, y algunos sindicalistas como Pablo Moyano, que tuvo que ser custodiado por fornidos camioneros que le abrieron paso para que se fuera. Fue el cierre de un día que había estado plagado de versiones y también de tensión.
El acto de la CGT arrancó a las 15, una hora antes de lo previsto, sin explicaciones. En el escenario estuvieron los integrantes del triunvirato que gobierna la entidad: Carlos Acuña (personal de estaciones de servicio), Héctor Daer (Sanidad) y Schmid (dragado y balizamiento). Los tres, después de hablar, se fueron entre empujones y abucheos.
El primero en hablar fue Acuña, que felicitó a los trabajadores por asistir y reclamó tibiamente al Gobierno: “Basta de manoseo”.
Luego fue el turno de Schmid: “Venimos a anunciar medidas de fuerza por la brecha social”. Dijo que el paro “será a fines de marzo o principios de abril”. Los asistentes vivaron con fuerza. “Vamos a ir a un paro nacional, vamos a ir a una medida de fuerza”, siguió.
Antes lanzó más críticas: “¿Dónde está la política de inversiones? Las importaciones están terminando con la producción nacional”.
Daer fue el tercero y fue el que más dura retórica blandió: “El paro tiene que ser como esta marcha, acompañado por todos”. Y enumeró algunos de los reclamos: “Vinimos acá a decirle al Gobierno que no estamos de acuerdo con su política económica ni social. Cada vez los que menos tienen son lo que peor la pasan”.
Además, pidió que la Casa Rosada que reglamente la ley de Emergencia Social. “Le decimos al Gobierno que no vamos a permitir que flexibilicen los convenios de trabajo. Y tampoco vamos a permitir que se quiera dividir a las organizaciones sociales”.
El clima de tensión se palpaba desde las primeras horas de la tarde. El acto central estaba previsto y anunciado de manera para las 16 pero, sin explicación, se adelantó a las 15. Hablaron los tres secretarios generales de la CGT y, cuando terminaron y se daba por concluida la manifestación, comenzaron los reclamos de diversos grupos sindicales y políticos que rodeaban el palco.
“Poné la fecha, la p… que te parió”, era el cántico que subía desde la calle, mientras empezaban los forcejeos, las trompadas y los empujones. Así, Acuña, Daer y Schmid tuvieron que salir entre apretujones, insultos y algún que otro elemento contundente que era arrojado desde el anonimato de la muchedumbre.
“El acto fue una manifestación cabal del movimiento obrero para decirle basta a las políticas de ajuste. Solicitamos rectificaciones y, si no las hay, va a haber un paro, pero la decisión de estas cosas las lleva adelante el movimiento obrero, y no un grupito partidario que quiere llevar agua a su molino”, dijo después del acto un Daer al que se lo escuchaba conteniendo furia.
Y apuntó contra “un sector pequeño, que se puso a la derecha del palco, bastante intolerante, y otro grupito que se puso detrás del palco, con la finalidad política de tratar de entorpecer. Eran de Berazategui y estaban identificados con una bandera naranja”, concluyó.