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Ganancias: convierten en ley cambios y mínimo no imponible sube a $ 37.000 brutos

El texto aprobado por el Senado, que envió a Diputados en segunda revisión con modificaciones al proyecto votado por la oposición en la cámara baja, eleva el mínimo no imponible de 37.000 pesos brutos (30.500 de bolsillo) para casados con dos hijos, y a 27.941 pesos brutos (23.200 de bolsillo) para solteros.

 

El texto aprobado por el Senado, que envió a Diputados en segunda revisión con modificaciones al proyecto votado por la oposición en la cámara baja, eleva el mínimo no imponible de 37.000 pesos brutos (30.500 de bolsillo) para casados con dos hijos, y a 27.941 pesos brutos (23.200 de bolsillo) para solteros.

 

La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias, impulsado por Cambiemos tras el acuerdo con la CGT y los gobernadores, contó con el apoyo de todos los bloques de la oposición, a excepción del kirchnerismo, que se retiró del recinto durante el tratamiento, y del Frente de Izquierda, que votó en contra.

 

De esta forma, la reforma del impuesto eleva el mínimo no imponible de 37.000 pesos brutos (30.500 de bolsillo) para casados con dos hijos, y a 27.941 pesos brutos (23.200 de bolsillo) para solteros.

 

Con 166 a favor, 5 en contra y 3 abstenciones, el cuerpo de la Cámara baja refrendó por holgado margen el dictamen que venía con media sanción del Senado y que había sido fruto de las tratativas que dispuso a último momento el Gobierno con la CGT y los gobernadores, cuando el Senado estaba a punto de aprobar otro proyecto de Ganancias, más ambicioso y pactado entre la mayoría de los bloques opositores. Salvo 4 diputados díscolos del FpV (3 de la provincia de San Juan y 1 de Tucumán), que ayudaron al oficialismo con su voto a favor del proyecto, el resto se retiró del recinto cuando se estaba por iniciar el debate de la ley.

 

Antes del arranque de la discusión de Ganancias, el sector kirchnerista (mayoritario) del FpV-PJ dio la nota cuando decidió retirarse del recinto, en señal de rebelión frente al proyecto que el resto de las bancadas, a excepción de la izquierda (que insistió con su propio dictamen), se aprestaba a votar.

 

El debate del proyecto se inició sin la presencia del FPV-PJ que se retiró tras fracasar en el intento de alterar el orden de exposiciones planteado por el presidente de esa bancada, Héctor Recalde, para comenzar, en cambio, con el dictamen de minoría de ese bloque, al resultar negativo ese pedido por 141 votos contra 51 y 12 abstenciones.

 

Al abrir la discusión, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Luciano Laspina (PRO) aseguró que el proyecto “viene a reparar una injusticia histórica, las profundas inequidades y distorsiones que se fueron generando los últimos años, que implicaron subirles los impuestos a los trabajadores sin pasar por el Congreso nacional”.

 

En ese sentido, Laspina atribuyó el crecimiento del impuesto a las Ganancias a la inflación “que el anterior Gobierno ocultó” y definió al proyecto aprobado por el Senado como “fruto” del diálogo con gobernadores, CGT, Gobierno y distintos bloques legislativos, al señalar que “hubo una decisión valiente por parte del presidente Macri, que fue primero convocar al diálogo”.

 

Desde el Frente Renovador de Sergio Massa, Héctor Daer, integrante del triunvirato que conduce la CGT, destacó que es “fundamental avanzar en este debate que por error político de este gobierno no se llevó a cabo antes” y cuestionó a “algunos gobernadores” que, dijo, “sobreactuaron en contra de lo que habíamos dispuesto”, tras agradecer la actitud de los senadores para consensuar el texto, aprobado ayer por el Senado por amplia mayoría.

 

Por el bloque Justicialista, Oscar Romero, adelantó el respaldo de ese bloque al proyecto “a pesar de tener diferencias con el texto” aunque sostuvo que “es a lo que se pudo llegar” y admitió que en el bloque integrado por Diego Bossio están “dolidos con la actitud de algunos gobernadores”.

 

El proyecto aprobado este miércoles por el Senado fue consensuado entre la CGT, el gobierno nacional los mandatarios provinciales y un sector del peronismo y el líder del Frente Renovador de Sergio Massa, cuyo respaldo es clave para aprobar el proyecto.

 

La iniciativa debe ser votada con 129 votos positivos dado que se reforma un impuesto, que es coparticipable y afecta los fondos provinciales, pero con el apoyo del massismo y el bloque justicialista, que lidera Diego Bossio, se podrá alcanzar y superar esta cantidad de sufragios ya que el oficialismo estima que se alcanzarán unos 140.