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Macri volvió a cargar contra Massa y confía en el auxilio de los gobernadores

El Gobierno terminó de poner sobre la mesa todas las piezas que componen su ofensiva para intentar bloquear la sanción del proyecto opositor para reformar el impuesto a las Ganancias. El plan combina dos movimientos paralelos que el propio presidente Mauricio Macri ejecutó este jueves con precisión en su discurso: demonizar públicamente al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, vinculando estrechamente su figura al kirchnerismo, y apostar a las urgencias financieras de los gobernadores provinciales, para frenar o modificar la letra de la iniciativa en la Cámara alta. La amenaza de un veto presidencial, que blandieron con insistencia el miércoles algunas espadas oficialistas, por ahora permanece en suspenso.

 

Por segundo día consecutivo Macri disparó con artillería pesada sobre Massa, el blanco preferido de sus cuestionamientos. Sin poder ocultar su malestar, calificó de “impostor” al titular del FR y lo acusó de “engañarnos con banderas demagógicas”. “Por más que Sergio Massa se haya querido ocultar de la foto, no va a poder engañarnos de que al final del camino terminan siendo todos lo mismo”, afirmó el mandatario en referencia al acuerdo de los bloques opositores en Diputados y recordó que el país “ya tuvo muchas décadas de gente que manipuló, de gente que intentó disfrazar las cosas de alguna manera”. Y en esa línea, en declaraciones radiales, enfatizó que –no obstante– “a la larga, cuando uno es impostor, sale a luz, no hay manera de engañar a mucha gente mucho tiempo”.

 

La embestida presidencial provocó la rápida reacción del massismo que, a través de la diputada Graciela Camaño, que respondió una a una las críticas. “Hay que recomendarle (a Macri) que se calme. Esto me retrotrae a muchas de las actuaciones de Cristina Kirchner”, sostuvo la legisladora y se quejó: “Es fácil pedirle sacrificio a los trabajadores y jubilados desde una cancha de golf”. La diputada abundó en sus críticas y remarcó que “el Presidente dice que somos mentirosos y la verdad es que el mentiroso es él, que le dijo a la gente que eliminaría Ganancias y en su gestión sumó 1 millón de personas al pago”. Casi a la par, la juventud del FR difundió en las redes sociales un spot que recordó la promesa de campaña de Cambiemos de “eliminar” el tributo sobre los salarios.

 

El discurso de Macri, junto con las declaraciones de la vicepresidenta Gabriela Michetti, también se enfocaron en la apuesta de hacerse del auxilio de los gobernadores para intentar frenar en el Senado el proyecto votado por la oposición en Diputados. “Hay mucho debate entre los gobernadores y espero que el Senado muestre que tiene un compromiso con la gobernabilidad”, remarcó el presidente. También en esa estrategia instó al jefe del bloque de senadores del PJ-FPV, Miguel Ángel Pichetto, a que conduzca a la parte del peronismo “que se pueda en el camino de la razonabilidad” cuando se debata el proyecto.

 

El mensaje caló entre algunos mandatarios provinciales. El santafesino Miguel Lifschitz reconoció que la iniciativa opositora “busca conceder un mejor beneficio a los trabajadores” y que “esto era parte de la promesa del presidente Macri”, pero consideró que “no es un buen proyecto porque es verdad que hay un costo fiscal importante para el Gobierno nacional y las provincias”.

 

El rionegrino Alberto Weretilneck opinó que el proyecto es “sumamente grave” porque “perjudica al conjunto de las provincias”, en tanto que el sanjuanino Sergio Uñac apuntó a la restitución de las retenciones a la minería y advirtió sobre las consecuencias para su provincia.