Regazzoni: “Con lo robado al PAMI se podrían haber comprado 100 ambulancias”
El director ejecutivo del PAMI, Carlos Regazzoni, señaló hoy que con la millonaria defraudación detectada en Santiago del Estero se podrían haber comprado un centenar de ambulancias equipadas para los afiliados a la obra social de los jubilados.
“En Santiago se allanaron más de 17 farmacias y hay muchas personas detenidas, una red de médicos y empleados involucrados en un robo millonario de dinero con el que se podrían haber comprado 100 ambulancias completamente equipadas”, dijo el funcionario nacional.
En diálogo con Canal 7 de Santiago del Estero, Regazzoni indicó que “hubo complicidades que fueron denunciadas, se utilizaron los carnés de 400 mil personas fallecidas y todos los controles de ahí para abajo han fallado”.
“Hay que aclarar que si bien algunas personas hicieron algo muy malo y van a tener que dar cuenta de la justicia, la mayoría de los trabajadores estaban impotentes ante una situación que les indignaba pero no podían hacer nada para cambiar”, añadió.
Asimismo, sostuvo que el PAMI “todos los días recibe cientos de miles de jubilados con alguna necesidad y que esto ocurriese en la cara de los trabajadores es terrible y la institución está acompañando y entregando a la justicia toda la información que necesita”.
“El PAMI contará a la brevedad con un sistema de receta electrónica y eso va a ayudar a ayudar a poner más transparencia y se hicieron convenios con otros cuerpos del Estado para tener mayor control”, precisó.
En Santiago del Estero, por una defraudación superior a los 150 millones de pesos, nueve personas se encuentran detenidas, entre ellas Cristian Fernando Leyría, propietario de una drogueria en Córdoba, farmacéuticos y empleados de dos céntricas farmacias.
En la investigación, a cargo del juez federal de Santiago del Estero, se dictó los procesamientos de Rafael Alegre (60) y Teresa Acosta (59) y de los comerciantes Walter Eduardo Rago, su primo Ariel Rago y Nelson Villalba, acusados de la compra de medicamentos con carnets de beneficiarios fallecidos y la utilización de recetas y troqueles falsos.