Monseñor Puiggari: “Dios bendiga a Argentina para que mire el futuro con esperanza”
|En el tedeum por el Bicentenario de la Independencia, el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, pidió a Dios que “Conceda a todos sus dirigentes, un estilo de liderazgo centrado en el servicio al prójimo y al bien común; que siempre priorice a la persona humana, que ha recibido de Dios mismo una incomparable e inalienable dignidad. Que nos ayude a recuperar el respeto por la vida en todas sus formas, la vida de cada persona en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural. Especialmente pienso hoy en la vida de los excluidos e indefensos, de los que más sufren en este momento”.
El arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, presidió el tedeum por el bicentenario patrio en la catedral Nuestra Señora del Rosario, donde afirmó que éste es “un día para fortalecer nuestro corazón y animarnos entre todo a superar las dificultades, confiando en la nobleza de nuestro pueblo y en la ayuda de Dios”, y rogó: “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos”.
“Tú nos eres necesario, Divino Maestro, para conseguir una verdadera reconciliación entre los argentinos en la justicia, en la fraternidad, en el amor y en la paz, para hacer crecer la cultura del diálogo y del encuentro”, sostuvo citando al cardenal Giovanni Battista Re, enviado papal al reciente XI Congreso Eucarístico Nacional.
El prelado pidió a Dios que “conceda a todos sus dirigentes, un estilo de liderazgo centrado en el servicio al prójimo y al bien común; que siempre priorice a la persona humana, que ha recibido de Dios mismo una incomparable e inalienable dignidad”.
“Que nos ayude a recuperar el respeto por la vida en todas sus formas, la vida de cada persona en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural. Especialmente pienso hoy en la vida de los excluidos e indefensos, de los que más sufren en este momento”, puntualizó, y agregó: “También en la vida de las familias, lugar afectivo en el que se generan los valores comunitarios más sólidos y se aprende a amar y a ser amado. Es la mejor escuela de virtudes cívicas”.
“Que podamos afianzar la educación y el trabajo como claves del desarrollo y de la justa distribución de los bienes. Una tenaz educación en valores y una formación para el trabajo, unidas a claras políticas activas, generadoras de trabajos dignos”, añadió.
“Dios bendiga a la Argentina, para que, en la fidelidad a sus tradiciones y a su identidad, mire el futuro con esperanza”, concluyó.