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Fecunda idea en cuanto a Educación Vial en María Grande

ESPECIAL.- En el constante tratamiento que desde el Juzgado de Faltas de la ciudad de María Grande se da a las distintas faltas cometidas al ordenamiento de tránsito, prosiguen disponiéndose trabajos comunitarios a infractores en situación de reincidencia, que son agregados a las demás penalidades vigentes.

 

Estas tareas comprenden, entre otras, la colaboración efectiva en el trabajo del Cuerpo de Inspectores Municipales y la distribución de folletería de prevención y concientización sobre seguridad vial.

La circulación en el espacio vial es fuente inagotable de problemas éticos: acciones que ponen en riesgo la integridad física de otros, conductas negligentes que muestran falta de cuidado hacia uno mismo y hacia los demás. Y, también, por supuesto, acciones responsables, cuidadosas y solidarias. Estas últimas han de ser las que deben multiplicarse dentro de la sociedad.

 

La Educación Vial tiene que poder abordar de manera insoslayable esta dimensión. Es responsabilidad del Estado promover e impulsar una nueva cultura vial, que apunte a mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Como ciudadanos nos movemos en un espacio que es social. Caminar por la vereda, cruzar la calle, andar en bici, ser pasajero, ser conductor y para ello lo debemos hacer en forma consciente y responsable.

 

En María Grande se propende a incrementar el conocimiento que poseen sobre la temática; implementar modalidades de prevención específicas con la participación activa y la reflexión; propiciar articulación con contenidos informativos para el desarrollo de actitudes que contribuyan al mejoramiento global de las condiciones de vida, centrándose en la prevención de los accidentes de tránsito; difundir y transmitir en la sociedad conductas adecuadas y seguras.

 

La expectativa de logros implica el adquirir el ejercicio de pensamiento coherente, informado reflexivo, capaz de llegar a conclusiones fundamentales que permitan disponer conductas viales seguras. Lograr actitudes responsables y conscientes. Evidenciar una actitud de autocrítica con la finalidad de mejorar las conductas riesgosas viales. Desarrollar destrezas y hábitos en materia de educación vial.

 

En síntesis, es una buena idea que promueve la reflexión sobre la complejidad del espacio público y del fenómeno vial, en tantos ámbitos de interacción y desplazamiento entre las personas en comunidad, aportando a la toma de conciencia sobre la necesidad de ejercer un uso consciente, responsable, respetuoso y solidario de la vía pública, para proteger la propia vida y la de los demás, en favor del bien común, estimulando una actitud comprometida con el cuidado de sí mismo y de los otros.