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Lucía Varisco: “Hagamos de Paraná una ciudad sustentable”

ESPECIAL.- Políticos, diplomáticos y celebridades de todo el mundo se reunieron en París para llegar a un acuerdo en pos de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global. La Conferencia Internacional sobre Cambio Climático se celebró en medio de grandes restricciones, debido a la prohibición de todo tipo de manifestaciones públicas tras los ataques ocurridos el pasado 13 de noviembre. Lucía Varisco, hija del flamante intendente electo, asistió al relevante acontecimiento y dialogó con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.

 

Un desfile formado por políticos de primerísima línea, estrellas de cine, un premio Nobel, alcaldes de megalópolis, científicos y empresarios reputados se reunieron en la cumbre del cambio climático para enviar un mensaje claro: es necesario actuar ya contra el calentamiento.

 

La conferencia sobre el clima es “una inmensa esperanza que no tenemos derecho a defraudar”, porque está en juego “el futuro del planeta y de la vida”, dijo el presidente francés François Hollande, en la COP21.

 

“Nunca lo que ha estado en juego en una reunión internacional fue tan importante”, dijo e indicó además que el acuerdo debe ser “universal, diferenciado y vinculante”. “Es necesario definir una trayectoria creíble capaz de contener el calentamiento por debajo de los 2 C, o incluso, si es posible, de 1,5 C. Será necesario establecer una evaluación regular de nuestros avances y un mecanismo de regulación a la altura de nuestros compromisos, cada cinco años”, declaró el mandatario galo.

 

Además, destacó que la acción contra el cambio climático debe ser “solidaria”. “Ningún Estado debe sustraerse a sus compromisos y ningún territorio debe ser dejado solo frente a la desregulación del clima”.

 

Barack Obama ha instado a los más 140 mandatarios reunidos en París a llegar a un acuerdo ante el cambio climático como “desafío” al terrorismo. El presidente norteamericano aseguró en el plenario de la conferencia COP21 que la presencia masiva de líderes mundiales en París es “un rechazo a aquellos que quieren derribar nuestro mundo”.

 

“Tenemos la capacidad para cambiar el futuro aquí y ahora”, proclamó el presidente norteamericano. “Uno de los enemigos a los que nos enfrentamos en esta conferencia es el cinismo, la presunción de que no podemos hacer nada ante el cambio climático. Pero tenemos que reafirmar nuestros compromisos, y asegurarnos de que los recursos llegan a quienes lo necesitan, y ayudar a los países más vulnerables a hacer frente a los desastres relacionados con el clima”, aseguró.

 

Poco después de Obama, y en el nombre del número uno mundial en el ranking de países emisores, habló el presidente chino Xi Jinping. “Todos los ojos del mundo están sobre París”, dijo, en el momento de anticipar que las emisiones de China tocarán techo en el 2030. “Hacer frente al cambio climático tiene que convertirse en la misión compartida de toda la humanidad”, concluyó Jinping, marcando distancias con la posición ambigua de Pekín en la cumbre de Copenahgue del 2009.

 

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El presidente ruso dijo en la conferencia que hace falta un “acuerdo global, eficaz, equilibrado” y “jurídicamente vinculante que permita a las economías desarrollarse” y que limite “dos grados” el recalentamiento global.

 

Además, auspició “un nuevo acuerdo en prolongación de Kyoto que responda a los intereses de las poblaciones”.

 

“Hemos superado nuestras responsabilidades en el Protocolo de Kyoto”, subrayó Vladimir Putin antes de recordar que entre 1991 y 2012 “Rusia no sólo impidió el crecimiento de los gases contaminantes sino que los redujo notablemente y gracias a ello no terminó en la atmósfera el equivalente a unos 40.000 millones de toneladas de anhídrido carbónico”, un poco menos que la totalidad de los gases contaminantes (46.000 millones) emitidos por todos los países del mundo en 2012.

“Podemos decir que los esfuerzos de Rusia permitieron frenar el recalentamiento global alrededor de un año”, agregó.

 

 

La canciller alemana pidió a los participantes en la cumbre que envíen una señal fuerte y conjunta para proteger el medio ambiente y también en respuesta a los atentados ocurridos en París hace dos semanas. “Sabemos que debemos actuar hoy, eso es lo que se reclama en esta cumbre”, afirmó Angela Merkel en Le Bourguet.

 

También hizo hincapié en que los atentados jihadistas del pasado 13 de noviembre no se hicieron sólo contra Francia. “A través de nuestra asistencia demostramos que somos más fuertes que los terroristas”.

 

La canciller abordó asimismo la financiación de la lucha contra el cambio climático y afirmó que los países pobres también deberían tener la oportunidad de poder desarrollarse de manera sostenible.

En la conferencia de París, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno estuvieron reunidos en la jornada de apertura de la Cumbre para tratar de alcanzar un acuerdo para frenar el avance del cambio climático, y contener el calentamiento global en dos grados de aumento para el año 2100.

 

“Los días de soñar han dejado paso a los días en los que hay que hacer”, proclamó el actor y director estadounidense Sean Penn durante su intervención con motivo del “Día de la Acción”.

En él han tomado la palabra personalidades con experiencia en combatir el cambio climático desde campos tan variados como las finanzas, la inclusión social o la construcción.

“No tenemos que seguir teniendo miedo a lanzar compromisos que cumplir. Me gustaría pediros que os unáis a nosotros en asumirlos y ponernos bajo el futuro escrutinio de nuestros hijos”, recalcó Penn, fundador de una ONG centrada en Haití.

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Leonardo DiCaprio, dirige la fundación que lleva su nombre y ha aprovechado su paso por la cumbre para cambiar de papel y ponerse detrás de la cámara en un documental que está realizando.

También aprovechó su paso por París para hacer un llamamiento a los más de mil responsables municipales que se reunieron en el Ayuntamiento parisino -entre los que figuraban las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau- a comprometerse a avanzar hacia ciudades alimentadas con un 100 % de energías renovables.

“No esperen un solo día más”, dijo en un mensaje en la red social Instagram, que acompañó con una foto de la emblemática Torre Eiffel iluminada con una proyección que recreaba un bosque virtual, en apoyo de la reforestación.

 

Otro famoso asistente fue Arnold Schwarzenegger, que no ha dudado en acercarse a uno de los escenarios de las matanzas terroristas del pasado 13 de noviembre, la sala Bataclan, sin olvidarse de reivindicar el uso de las energías renovables.

“El futuro del que vienes (tiene) 100 % energía renovable, ¿no?”, le ha preguntado la ONG Greenpeace a través de Twitter, en referencia a su famosa interpretación del robot asesino Terminator.

 

“¿California? Es el futuro. Ya tenemos un 40 % de renovables pero llegaremos al 100 %”, indicó el que fuera gobernador de este estado norteamericano como miembro del Partido Republicano, tradicionalmente escéptico respecto a la lucha contra el cambio climático.

 

En el bando contrario militaba el ex vicepresidente de Estados Unidos y Nobel de la Paz Al Gore, una de las voces claves que ha tratado de despertar conciencia al otro lado del Atlántico sobre los efectos del calentamiento.

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“Estamos viendo el crecimiento de una fuerte determinación que dice: sí, estamos dispuestos a hacer el cambio”, dijo Gore en su intervención en el “Día de la Acción” de la COP y ligó el momento actual con otros sucesos que cambiaron el curso de la historia de la humanidad.

 

“Con la esclavitud, el derecho a votar de las mujeres, el apartheid… hemos visto en cada caso que al final la discusión trata de decidir entre lo que es correcto y lo que es incorrecto”, añadió.

 

Otros rostros conocidos que se han asociado estos días con la COP21, que se proponía lograr un acuerdo global de recorte de emisiones para el día 11, son el empresario y filántropo Bill Gates, y los actores Robert Redford y Mark Ruffalo.

 

Además, hubo lugar para la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, su homólogo de Río de Janeiro, Eduardo Paes, el exregidor de Nueva York Michael Bloomberg, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

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“Tenemos que hacer de Paraná una ciudad que recupere y potencie su vida propia y la de sus habitantes”

 

Lucía Varisco concurrió a tan relevante suceso mundial y allí pudo dialogar con Anna Hidalgo, alcaldesa de París. “Tenemos que hacer de Paraná una ciudad que recupere y potencie su vida propia y la de sus habitantes. Que favorezca la regeneración y el respeto de su entorno natural, así como la cohesión social, la educación para la paz y la integración cultural. Estoy muy contenta de haber podido estar allí, y traer ideas totalmente realizables para nuestra Capital; que si las llevamos adelante no sólo mejoramos la calidad de vida de cada paranaense sino que estaremos cuidando el medio ambiente”, enfatizó Lucía.

 

Puntualmente, nuestra emisaria enumeró los puntos clave para el cumplimiento de la consigna tratada:

-“Mayor cantidad de espacios verdes para producir oxígeno y tomar CO2uentes de alimentos lo más cercanas posibles para evitar grandes cantidades de energía en su transporte.

-Aquí es donde insistimos en recuperar el cordón fruti-hortícola.

-Medios de transporte eficientes energéticamente y poco contaminantes.

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-Aprovechar energías renovables (solar, eólica, geotérmica).

-Reutilizar y reciclar la basura. Incrementar espacios verdes incluyendo techos verdes en los edificios para reducir el efecto de isla de calor y reducir las inundaciones al absorber parte del agua de lluvia.

-Eficiencia en el consumo de energía y agua, los usuarios deben ser conscientes del consumo apropiado y evitar malgastar recursos.

-El uso responsable de los servicios es imprescindible.

-Un objetivo muy importante es promover la educación ambiental y facilitar la investigación en los diferentes aspectos ambientales”.

 

Un resumen contundente

 

Los gobiernos del mundo ya se comprometieron a recortar las actividades humanas que liberan gases de efecto invernadero, como la quema de combustibles fósiles. Pero esa no es la solución al problema. La dificultad está en conseguir que 195 países acuerden cómo lidiar con el asunto del cambio climático.

Cada año, desde 1992, se celebra la conferencia de las partes con los negociadores tratando de componer un plan práctico.

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Este año, en París, es la última oportunidad para este proceso. Los negociadores dispusieron en 2011 que el acuerdo definitivo debía adoptarse antes del fin de 2015.

Los críticos dicen que el problema del cambio climático no será tan urgente cuando se toman 20 años para acordar una solución.

 

Pero los defensores de las cumbres argumentan que tomarse tanto tiempo es necesario porque las decisiones se adoptan por consenso en el sentido de que no hay nada acordado hasta que todo ha sido acordado.

Las partes creen que, a pesar de esta enorme limitación, es la mejor manera de garantizar un resultado justo: todos compartimos el planeta, así que todos deberíamos tener una voz con el mismo peso respecto a su futuro.

 

La clave del acuerdo está en la “estabilización de los gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que evite la interferencia humana dañina en el sistema climático”.

Según los científicos, es impredecible el impacto que tendrá en el clima el hecho de que la media de la temperatura de la Tierra supere 2 ºC la de los tiempos previos a la industrialización.

 

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Así que el propósito de esta Cumbre en París ha sido trabajar una manera de limitar las emisiones de esos gases, mientras se permite que los países puedan seguir creciendo y se le ofrezca ayuda a los menos desarrollados y más afectados por la subida de las temperaturas.

Pero la realidad de la política y las negociaciones hace que probablemente se trate de un acuerdo de compromiso.

Sin embargo, la esperanza no está perdida. Basta ver lo lejos que ha llegado la humanidad simplemente con la insistencia y reiteración de las ideas hasta que se convierten en algo mejor.

 

Así que pese al potencial de fracaso y lo probable de un compromiso algo desordenado, un resultado en la cumbre de París, sea débil o robusto, es que va a estar en el corazón de todo lo que intentemos en el futuro. Y ese será uno de los grandes logros de la humanidad.