81° Argentino de Basquetbol: Santa Fe se quedó sin corona en la última jugada
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- ¡Maravilloso basquetbol! ¡Espléndido deporte! En tan solo un segundo, de la gloria al ocaso, de las tinieblas a la luz. Regio final en Caja Popular de Tucumán para un 81° Argentino contradictorio, paradigmático. Los “Azucareros” se endulzaron la vida con una clausura para el infarto. ¿Virtud propia o grave defecto ajeno? Apuestas son apuestas… En el seno del plantel santafesino se sabrá quién arriesgó el pleno.
El básquet es así. Asombroso y hasta MILAGROSO. Santa Fe ganaba 83-84 con un triplón de Damián Palacios que había congelado y/o enmudecido el escenario. Nuestros vecinos ya imaginaban la vuelta olímpica y el corte de redes, pero la última bola era del dueño de casa.
Santa Fe había dado señales, signos, que no era su noche ideal pues concedía, otorgaba chances a su rival de establecer supremacía.
Tiros de Dos y Libres marrados, pérdidas y flaqueza en el rebote se erigían en ventajas para que Tucumán haga su negocio.
Dentro de ese panorama, Osvaldo Thiessoz y Damián Palacios eran los más claros y propiciaban que todo se mantenga empardado.
Ya en el 2° se trabaron los caminos ofensivos a Santa Fe con la estrategia defensiva impuesta por el anfitrión. No obstante, un triple de Thiessoz en el borde del acceso a vestuarios, impidió que los tucumanos se retiren más agrandados.
Los santafesinos mantuvieron la tendencia de propiciar con sus defectos, potenciar virtudes ajenas y la astucia de Muruaga valió para inclinar la balanza junto a chispazos de Ortiz, liquidando la media hora con 4 arriba los locales.
Solórzano anunciaba que sería vital ante un ceñida conclusión. Pero los de Santa Fe no claudicaron. Leandro Geréz, Nico Copello, Palacios y Sebastián Mignani reconvirtieron sus desempeños en netas soluciones, reduciendo la luz en contra de 9 unidades y pasando arriba con triplazo de Damián, el virtuoso base ex Ciclista Juninense y ahora “Halcón” de San Francisco.
El público tucumano se resignaba y no entendía cómo se le escapaba el campeonato a sus jugadores en feudo propio.
Ahora, Time Our… Y la última bola en Caja Popular era para el “Celeste”. Hete aquí la incógnita… ¿Qué ordenó Saborido? ¿Qué planificó el coach visitante para contrarrestar la amenaza de cinco jugadores tripleros por más que alcanzaba con un doble para cambiar el destino?
O podemos pensar… ¿Qué dispuso Mario Vildoza en su banco? ¿Mandó al lanzamiento de 6m75 o sus jugadores lo desobedecieron viendo cómo Santa Fe REGALÓ esa brecha a Solorzano?
Buenas preguntas que SEGURO, NADIE vislumbrará por los famosos “códigos”.
Repasemos unos datos salientes… Si hubiésemos estado en la piel de Saborido, NUNCA hubiésemos pensado que Muruaga se adueñaría de la última pelota por más HIJO PRÓDIGO que sea de esa tierra.
Fundamentamos esto en que José había lanzado 0/7 de Tres y 7/12 de Dos. Era el LÍDER, la ESTRELLA, pero otros compañeros venían más eficientes.
Miren… Solorzano, al cabo el héroe, había clavado 3/5 de Tres y 2/3 de Dos. Paz Duarte, 2/3 de Tres y 3/4 de Dos. Osores, 2/4 de Tres, y 4/6 de Dos. En tanto que Vildoza era el otro flojito esa noche… 1 de 4 de Tres y 0/2 de Dos.
Más claro… Imposible… Pero quizás la disposición confundió. Muruaga se refugió abajo, defendido por Thiessoz, como para cortinarse con Osores, custodiado por Correnti. Geréz controlaba saque de Vildoza.
Mignani estaba con Solorzano, pero en el movimiento (falso bloqueo) de Muruaga, éste se abrió y Mignani se comió que la pelota podría ir para el “Artillero”.
Thiessoz se quedó a mitad de camino. Vildoza vio solo a Solorzano y Paz Duarte fue fantástico con un doble bloqueo, primero a Copello (que antes lo cuidaba) y después a Thiessoz para que su compañero desenfunde y desate la euforia. Hoy todos hablan del triple de Solorzano, pero NADIE habla de los contundentes bloqueos de Paz Duarte.
Un segundo y nueve segundos. Volvemos a lo del prólogo… Aún no sabemos si fue una decisión defensiva inadecuada, una apuesta de enorme riesgo conociendo la historia de Muruaga, o precisamente un riesgo ofensivo asumido que salió perfecto.
Ganó Tucumán. Santa Fe con las manos vacías. Lo que vale un Tiempo Muerto por Dios!!! Los que vale una última planificación técnica!!! O… por qué no… lo que valen las determinaciones de los propios jugadores dentro del campo resolviendo a su modo pese a las sugerencias del entreador.
Esto es básquet, señoras y señores… Gana SIEMPRE el que más puntos mete; NO SIEMPRE EL QUE MEJOR DEFIENDE. Ahí tienen una muestra cabal de lo que venimos diciendo desde 1986.