Se hizo mucho… Hay mucho por hacer: ¡vamos Entre Ríos!
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Hoy será un domingo MUY ESPECIAL. Cerca de las 19.30 estaremos acompañando al gobernador, Sergio Urribarri, en el marco de la Asamblea Legislativa que inaugurará el 136° Período de Sesiones Ordinarias. Una jornada cargada de matices y emociones en la cual escucharemos con especial atención el mensaje del mandatario entrerriano ante los legisladores de la Provincia.
Escucharemos la palabra de un gobernador cuya mayor virtud ha sido conocer y reconocer sus limitaciones, exhibiendo un particular compromiso sustentado en potenciar la capacidad de entendimiento, habiendo consolidado una administración objetivamente eficaz y positiva en su acción de Gobierno, exteriorizando proyectos y estrategias que van más allá del plazo de este mandato.
Una gestión proactiva, abierta, receptiva, respetuosa de las instituciones, de los roles y de las personas; que administró, que tramitó y que operó las funciones de rutina del Estado y al mismo tiempo accionó con coherencia en el plano estratégico, robusteciendo la calidad democrática y la convivencia en la diversidad, con un accionar proclive a afianzar la idea de edificar una Entre Ríos vital, vigorosa, de pie, firme, y digna, colocando a la provincia en una senda de progreso cualitativo ininterrumpido acerca del Federalismo de los recursos y no de los discursos; de las obras y no de la retórica, sosteniendo, apuntalando el perfil autónomo que esta provincia lleva en la sangre desde sus albores.
Sabemos, conocemos el balance pues hemos sido parte de este proceso, por lo cual nuestra expectativa radica en los anuncios inherentes a lo mucho por hacer, más allá que podamos aseverar con orgullo que se hizo más de lo que se prometió en este fecundo lapso.
Sin hesitar, sin vacilaciones, esgrimimos nuestra más excelsa cuota de convicción en lo inherente a que Urribarri, no exento de errores u omisiones, comenzará este domingo 15 de febrero su protocolar despedida con la enorme satisfacción del deber cumplido y con la ilusión incólume, la esperanza inquebrantable de poder arraigar la idea del Sueño Entrerriano.
Hay que establecer prioridades, tener paciencia, admitir defectos y corregirlos. La fórmula es trabajo y perseverancia.
Hay que perseverar en la manera de construir política que nos ha traído hasta este presente transformado.
Hay que perseverar en el diálogo, y saber interpretar que el futuro es de los que saben prepararse, luchando por promover el bienestar de todos los entrerrianos; solidarios, inteligentes y apasionados, respetando el disenso, la discrepancia, la diversidad de criterios o banderías.
Solo así iremos por más con vocación, con energía, con garra, corazón y templanza para afrontar todas las dificultades que se nos puedan presentar, prevaleciendo el espíritu de sembrar la semilla de unidad abonada por la dosis insoslayable de respetuosidad por sobre la infamia, la diatriba, la invectiva que muchos impulsan con execrables intenciones.