Verano 2015: hecha la ley, hecha la trampa… Poco débito y crédito en La Feliz
|Las dificultades para poder usar la tarjeta de crédito o débito en los comercios chicos de Mar del Plata no son más que otro reflejo de la amplia porción de la actividad económica que se mueve en la informalidad. Concretamente, aceptar que un cliente pague con tarjeta es abrirle las puertas a la AFIP. El que puede evitarlo, lo hace. Es el caso de los comercios que prefieren moverse en efectivo para estar fuera del radar de la AFIP o de las agencias de recaudación de las provincias.
Dicen los comerciantes que instalar un lector de tarjeta de crédito (Posnet) le cuesta al comercio unos $ 200 por mes. Por cada operación que procese, la administradora de la tarjeta (Visa, MasterCard, Naranja, Cabal, etc.) le cobrará un arancel del 3% si es una tarjeta de crédito y del 1,5% si es una de débito.
Lo que esgrimen como padecimiento mayúsculo en el comercio chico es lo que las tarjetas retienen por cuenta y orden de la AFIP (IVA y Ganancias) o las provincias (Ingresos Brutos y Sellos) y al final del día, el comercio se queda con sólo el 90% de la facturación. Los 10 puntos que faltan se fueron en aranceles y, sobre todo, en impuestos.
Para el caso de los comercios monotributistas, las retenciones se limitan al 2%, a cuenta de Ingresos Brutos. El comerciante que opera en blanco no se puede escapar. La información que le pasaron las tarjetas de crédito a la AFIP sobre cada operación que cobró con tarjeta debe coincidir con la declaración jurada mensual de IVA que ese comercio realice.
Cualquier inconsistencia pone a este comercio a tiro de una inspección integral de la AFIP.De hecho, las administradoras de tarjetas son aliadas a la fuerza de los recaudadores. Se calcula que, cada mes, las ventas con crédito o débito suman 70.000 millones de pesos. De ese total, la AFIP se queda con cerca de 3.000 millones.
En resumen, el que opera con tarjeta no puede evadir. Por el contrario, el que opera en efectivo decide cuándo y cuánto paga de impuestos. Esa es la clave del problema. Lo cierto es que muchos comercios, sobre todo los más chicos y los que funcionan sólo en las vacaciones, si no evaden, no son viables.
Ahora… Qué sería de la Argentina sin impuestos, sin controles fiscales. ¿No es justo que la ley sea pareja para TODOS? Entendemos, comprendemos que los comerciantes chicos quieran recaudar en el verano TODO lo que NO recaudan el resto del año, pero … ¿NO ES JUSTO el derecho del cliente a usar COMO MÍNIMO su tarjeta de débito para no cargar tanto cash en una época del año donde lamentablemente pululan arrebatadores, pungas, delincuentes y el portar cash te convierte en un cajero ambulante???
Los comerciantes se quejan hasta de los pormenores administrativos que sufren en bancos, como por ejemplo, largas esperas… ¿Y los clientes que tienen que esperar pacientemente en la cola de los cajeros saliendo de los mismos mirando para todos lados con temor a ser asaltados???
De igual modo… Los comerciantes demandan ser interpretados en su DERECHO a no involucrarse con una bancarización profunda por el carácter temporario de algunos negocios. ¿Y los clientes NO TIENEN derecho a consumir con tarjeta de débito y beneficiarse con el mecanismo de devolución de 5% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para las compras que se realicen con tarjetas de débito???
Daría la impresión que los comerciantes de La Feliz solo quieren ser ungidos con ganancias sin riesgos y/o REVELAN sin vacilaciones, sin pudores, una clara intención de EVADIR responsabilidades tributarias.
Francamente, ésta operatoria la consideramos indebida, inapropiada, poco equitativa. Lo peor es que son LA MAYORÍA. O sea… la MANCHA NEGRA de La Perla del Atlántico, Verano a Verano, son las prácticas comerciales inadecuadas. LO BUENO… Pareciera que ARBA y AFIP se han puesto las pilas.