Fluviales – Etacer: Nicolás González, un buen chofer
Optamos por esperar que se nos pase un poco la indignación. Ya calmados tras otro mal momento aciago en la Terminal de Santa Fe, les contamos lo sucedido el domingo, en una noche que pudo terminar muy mal de no ser por la inteligente actitud del chofer de Fluviales, Nicolás González.
Llegamos a la Terminal de Omnibus, a las 21.05, justo cuando salían rumbo a la capital entrerriana dos micros de Fluviales repletos.
No fuimos los únicos que nos quedamos abajo… En total, éramos dos docenas de pasajeros, aunque minuto a minuto se fueron sumando nuevos viajantes.
La boletería cerrada de Fluviales, totalmente apagada, y la vacía de ETACER causaban incertidumbre respecto a cuál sería la próxima unidad. Es que los días de semana ETACER presta servicios a las 21.20 y 21.50, pero domingos, no.
En tanto Fluviales sí, supuestamente saldría 21.30 con un colectivo proveniente de Paraná con pasajeros a bordo.
Reiteramos, no habiendo personal de atención al público, todo era confuso. Mientras, la fila seguía creciendo, hasta que de pronto cayó primero un micro de Fluviales conducido por un chofer muy respetuoso que nos dijo “yo salgo 22.20, debería venir uno 21.30”.
El punto que a las 21.30 arribó un ETACER, pero su conductor nos informó: “salgo a las 22.00 y quien quiera subir debe sacar boleto en ventanilla”.
La explicamos que no había nadie en ese sector pero respondió: “yo les diría que hagan la cola en la boletería”.
¿Qué pasó? Se armó un desbande en fracción de segundos. Los que estaban detrás nuestro, se fueron para la ventanilla, y quienes estábamos antes a llorar al velorio…
Eran 21.35 y optamos por buscar al chofer de Fluviales que estaba en una ventanilla de la otra franja. Le consultamos qué pasó con el ómnibus de las 9 y media de la noche y nos expresó: “debería estar acá”. Le pedimos que si tenía la amabilidad de comunicarse con la empresa y nos manifestó que no.
Ya el clima era pesado. La ventanilla de ETACER seguía sin atención y se habían armado dos filas sobre dársenas.
De pronto, llegó, estacionándose sobre el lateral izquierdo del dique usual, una unidad VACÍA de Fluviales tripulada por Nicolás González. Le explicamos todo lo que había sucedido y no lo dudó “suban ya, nos vamos…”.
Con una amabilidad elogiable nos confesó, “también vengo como refuerzo del de las 22.20 porque me dijeron que estaba llena la Terminal así que no veo por qué no podemos salir ahora con tanta gente esperando”.
De algo estábamos seguros… NO ERA el micro de las 21.30 pues, salvo que descargó con notable celeridad, no vimos bajarse ningún pasajero.
Moraleja… Tanto ETACER como Fluviales deberían otorgarle a sus clientes la chance de contar MÍNIMAMENTE con mayores chances de estar INFORMADOS adecuadamente. No pedimos tanto.
Por eso, ventanillas cerradas o sin personal de atención es una falta de respeto a los usuarios. Obviamente que quizás ese domingo la persona a cargo de ETACER quien habitualmente ocupa ese rol, pudo descomponerse, descompensarse o sufrir una coyuntura particular, pero la REALIDAD es que entre el abuso de algunos que no respetan las filas y forman otras a su antojo en zona de dársenas, o invaden zona de boleterías sin tener en cuenta a quienes esperaban desde antes en andenes, y las demoras en llegar micros a destino, un día puede estallar la bronca llegando la reacción a límites insospechados.
Tenemos amigos en ambas compañías y nos seguimos preguntando: ¿no puede establecerse horarios de servicio DIFERENCIAL, en los cuales el boleto salga más caro, pero el viaje sea directo, rápido, y de ser imprescindible se pongan los refuerzos imperiosos?
¿No puede acordarse con la CNRT el poner en ruta unidades doble piso, o de mayor capacidad?
Y repetimos, ¿no puede optimizarse el servicio con un respeto por las rutinas, disponiéndose de personal suficiente en ambas Terminales para guiar a los usuarios?
¿Qué se espera? ¿Una batalla campal? Francamente, nos angustia percatarnos que uno de estos días puede suceder, habiendo niños, mujeres, ancianos de por medio.
Por ello invitamos a ambas Compañías a reflexionar. Creemos que SON ACREEDORAS de cosechar la ganancia que conciban como JUSTA, pero no pueden olvidarse del SERVICIO que deberían tributar ya no solo a estudiantes a diario, sino a trabajadores, turistas, FAMILIAS.
¿Y si habilitan un par de líneas telefónicas en las cuales se pueda recabar esa información? ¿Cuesta mucho? ¿Qué pérdida puede ocasionar?
Siglo XXI. Época de alta tecnología. De apego a aplicaciones de celulares. De Twitter, Facebook, WhattsApp, Skype. ¿No se puede dar un paso adelante en la materia?