Robo a la APB: no alcanza con reconocer la mitad…
|Un dirigente del básquet local nos contó vía celu un disparate… “La Mesa de la APB propondrá que cada uno de sus integrantes pague al menos la mitad de la suma que se robaron, lo que da risa es que quieren pagarlo en cuotas”. Palabras más, palabras menos, así se refirió el directivo quien abundó en conceptos mordaces, histriónicos, contra los directivos de la Asociación Paranaense de Basquetbol.
Realmente, ¿en qué cabeza cabe hacerse cargo del 50 % de una suma que se robaron de la sede asociativa por una absurda negligencia de quienes debían cuidar el patrimonio de la institución que es en definitiva el patrimonio de las entidades del básquet de Paraná?
En cualquier lugar del mundo, lo ocurrido hubiese implicado que estos dirigentes ya no estén más y todos, cada uno de ellos, investigado.
Sin embargo, la dirigencia paranaense le dio la derecha a la actual mesa liderada por Leandro Blanc, avaló su continuidad, respaldó su accionar, y al final termina siendo cómplice de otra medida insólita: inculpar a un empleado el cual soportó que su vivienda sea allanada, se le retiren celulares y otras pertenencias para ser analizados, y ciertamente se dañe no solo su imagen personal, sino que se agravia también su prestigio profesional, como trabajador de dicho ente y en sus actividades fuera del ámbito respectivo.
Ese empleado sobre el que directivos de la APB centraron su mirada acusatoria sigue cumpliendo funciones en la Asociación pues, lógicamente, él reafirma su inocencia y si se lo denuncia que se proceda hasta las últimas consecuencias.
Pero no… Todo en la APB es a medias, difuso, confuso, y con la connivencia indirecta de la dirigencia de cada institución que sigue sin reclamar una Asamblea Extraordinaria y se rindan cuentas debidamente, poniéndose las renuncias a consideración en un cónclave NO IMPROVISADO.
El básquet de Paraná desde el día del robo quiere, precisa, certezas. Nada de ello ha ocurrido. De hecho que, uno busca las últimas actas vía la página asociativa y no las encuentra pues lisa y llanamente no se las publica.
¿Qué se dice en las mismas??? ¡Tantas cosas!!! Tantas explicaciones redundantes, excusaciones, exculpaciones tan ridículas como la forma de haber dejado 120 mil pesos en una copa. Pero… No publicando las actas, se deja todo en una nube de borraja.
Felizmente, hay dirigentes que confían en nosotros y nos pasan letra para que estemos anoticiados de que es lo que viene ocurriendo. Y se vienen sumando más, ya hartos de un ejercicio arbitrario.
Para concluir… Si se cumple lo de poner cada directivo solo el 50 % de la plata “perdida”… ¿El resto lo pondrán los clubes con su esfuerzo? No vaya a ser que lo ponga el Gobierno en un gesto saludable desde un aspecto altruista, pero incoherente pues se premia a dirigentes que NO PRESERVARON LA SEGURIDAD DE LAS ARCAS INSTITUCIONALES Y SE MANTIENEN EN SUS CARGOS.
Distinto sería si renuncia en pleno la mesa y el Gobierno colabora directamente con los 120 mil pesos. Eso es una decisión ultra valorable, pues, obviamente, quien venga NUNCA MÁS COMETERÁ ESE HORROR de dejar siquiera 10 pesos en un trofeo estando en el Siglo XXI y pudiéndose manejar una cuenta desde una computadora a través de los home banking.
La APB nos sigue dando tela para cortar, pero cada día que transcurre las noticias que llegan son más grotescas.