Importación de tomates: la culpa la tiene Coto…
|El Gobierno nacional defendió hoy la política de importación de alimentos como herramienta para contener la inflación, con el objetivo de lograr el cumplimiento del acuerdo de precios consensuado con el sector privado. En ese sentido, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich y el ministro de Economía, Axel Kicillof, ratificaron en sendas conferencias de prensa la política de importaciones y aseguraron por separado que fue el presidente de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Alfredo Coto, quien les “manifestó oportunamente la posibilidad de faltante de tomates en virtud de factores estacionales con el tema del clima“.
Capitanich dijo que el Gobierno quiere saber “si hay bienes y cómo esos bienes llegan al consumidor en precio, cantidad y calidad”. “Vamos a trabajar con rigurosidad”, sostuvo el funcionario, quien agregó que “si es necesario importar determinado tipo de bienes por faltantes de carácter estacional, o porque ese precio no se adecua a lo pactado, se abrirán las importaciones correspondientes para eso”.
“Está claro que en la Argentina antes no tenía la culpa (Guillermo) Moreno por los precios, ni ahora la tienen (Axel) Kicillof, ni Capitanich, ni (Augusto) Costa”, dijo el jefe de los ministros.
En tanto, en una inusual y montada conferencia de prensa en la puerta del Palacio de Hacienda, Kicillof advirtió que “no” se van a “aceptar modificaciones de precios acordados” con los supermercados y proveedores y ratificó que, de ser necesario, se va “permitir la importación de los productos para que los precios sean respetados”.
Capitanich reveló que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “ha instruido al ministro de Economía y al secretario de Comercio para la convocatoria de los productores, para verificar quién dice la verdad o quién miente” sobre los precios.
“Lo que queremos, por instrucción de la Presidenta, es defender el bolsillo de los argentinos, de don Pepe, de doña Juana, porque ésa es la misión del Estado: regular adecuadamente el comportamiento de la economía para defender el bolsillo de los consumidores”, agregó Capitanich.
El Gobierno disparó el debate sobre importación de alimentos para atacar la inflación luego de que el propio Capitanich anunciara que la Presidenta había “instruido” al ministro Kicillof a importar tomates de Brasil para bajar su precio.
Sumado a la polémica, el jefe del Palacio de Hacienda marcó también al supermercadista Coto, como la persona que le había advertido al Gobierno que en las próximas semanas podía haber problemas con ese producto.
En ese marco, el ministro dijo que el programa de acordados incluye un sistema de “alerta temprana” para adelantarse a posibles problemas puntuales con productos afectados directamente por la estacionalidad.
“Queremos saber efectivamente si hay tomates, si va a haber tomates y si podemos abastecer tomates en tiempo y en forma no solamente tomates sino todos los bienes de ‘Precios Cuidados’”, dijo Capitanich, insistiendo en el tomate como producto testigo de la política antiinflacionaria.
Según el jefe de Gabinete, “el problema central tiene que ver con maniobras de carácter especulativo en una cadena de intermediación que perjudica al productor, en muchos casos, y alguien se apropia de esa renta excedente”.
Al respecto Kicillof enfatizó que “puede haber movimientos especulativos, pero tampoco lo vamos a permitir” y denunció la existencia de “diferentes patrañas al interior de la cadena de comercialización”.
“Vamos a defender nuestro acuerdo de precios, porque cuando el tomate sale 40 pesos, nadie se pregunta quién se apropia de la renta de ese precio“, indicó el titular del Palacio de Hacienda.
Insistiendo con el tema del precio del tomate, Kicillof dijo que “acá hay diferentes versiones, mientras los supermercados dicen que el tomate va a subir, los productores dicen que no y que no hay problemas de abastecimiento, por eso los vamos a llamar para ver quién dice la verdad”, expresó el jefe de la cartera económica.