LAPA, 14 años SIN justicia

ESPECIAL (por Daniel Buiatti *).- La tragedia de LAPA no fue un accidente. Fue el resultado de una sucesión de causas perdidas, de faltas de control, falta de responsabilidad en los niveles jerárquicos y gubernamentales. A medida que pasa el tiempo el sentimiento de injusticia en vez de  disminuir, crece.

Dialogamos con Miguel Correa, presidente de la Asociación de Víctimas de Accidentes Aéreos en Argentina, quien perdiera a su padre en tan aciago suceso que se llevó un total de 65 vidas y 36 heridos de gravedad.

 

– Desde el primer momento el Juez Federal Gustavo Literas y el Fiscal Federal Carlos Rívolo estuvieron al frente de la Causa. ¿Cómo evalúa el desempeño de los funcionarios Judiciales en Particular y luego de la Justicia en General?

-Desde su inicio tuvo insólitos e innumerables obstáculos con el objetivo de hacer desmoronar el juicio para beneficiar a los imputados, entre otros entorpecimientos se destacan: Los sucesivos cambios de jueces de la causa, la demora en el comienzo del juicio oral y público, el sorpresivo suicidio del imputado de más alto rango de la Fuerza Aérea, Enrique Dutra, los cambios de testimonios de los testigos, la sorpresiva renuncia -a mitad de juicio- de la jueza Cristina Sanmartino, el intento de beneficiarse con la probation para terminar el juicio a cambio de realizar tareas comunitarias en escuelas, la metodología extensa en las declaraciones de los testigos y las sucesivas suspensiones de las audiencias del juicio por indicación del Juez Dr. Leopoldo Bruglia -Presidente del Tribunal-.

La sentencia en voto dividido del tribunal que se llevó a cabo en los tribunales de Comodoro Py, absolvió a todos los funcionarios de LAPA con excepción de Valerio Diehl (Gerente de Operaciones) y Gabriel Borsani (Jefe de Línea de Boeing 737-200), estos fueron condenados a tres años de prisión en suspenso, por considerarlos penalmente responsables del delito de estrago culposo agravado por cuanto “elevaron el riesgo permitido, al haber ascendido al piloto Weigel a Comandante, desatendiendo las características de vuelo negativas que se presentaban en forma recurrente a lo largo de su carrera profesional, evidenciadas en su legajo técnico, las cuales se vieron reflejadas la noche de la tragedia. También se afirmó que surgieron en la investigación, una amplia cultura de inseguridad de la empresa.

 

Según testimonios, el piloto volaba a menudo aviones con deficiencias con el pretexto de “poner el hombro” a la empresa, Weigel era un protegido de la conducción de la empresa: la hija del presidente de LAPA, Gustavo Deutsch, y Weigel eran amigos, es más, en la empresa había un grupo de pilotos que eran los consentidos de los gerentes y los directivos.

-¿A quiénes considera responsables de poner a los pilotos al mando de la aeronave?

-En la investigación penal quedó evidenciada la insuficiente cultura organizativa de la empresa y la falta de controles por parte de las autoridades de la Fuerza Aérea -factores causales de la tragedia-, como lo fue permitir que el piloto volara con su licencia vencida. La falta de disciplina de los tripulantes, exceso de conversaciones ajenas al vuelo,problemas familiares y económicos de ambos pilotos, conversaciones subidas de tono con la comisario de a bordo que facilitó la falta de seriedad y la pérdida de concentración, antecedentes de vuelo negativas de ambos tripulantes. Es válida la certeza de que alguien puso a los pilotos al mando de la aeronave.

Es por ello que la acusación imputó a algunos de los máximos directivos de la empresa LAPA y a los funcionarios de la Fuerza Aérea responsables de los controles y obtuvo que la causa fuera elevada a juicio oral. Los imputados de la Fuerza Aérea fueron beneficiados con la prescripción.

Las demoras y retrasos en el proceso judicial llevaron a establecer un record en la justicia, fue el juicio oral y público más largo de la historia judicial argentina, de acuerdo a los antecedentes de la Corte Suprema de Justicia Argentina.

Esta canallada y astuta metodología, que aún sigue vigente, buscó siempre el hacer prescribir la causa penal, ya no con el resultado de si se era inocente o culpable, sino más bien de terminar y archivar el caso.

Estamos convencidos de que existe el “lobby” en la justicia, esta palabra se asocia siempre al parlamento, donde grupos influyentes presionan a favor de determinados intereses. Nuestra experiencia nos demuestra que esta actividad es cada vez más frecuente en el ámbito de la Justicia. Algunos miembros del Poder Judicial resultan permeables a los intereses del poder económico.

– Actualmente, ¿cómo está la situación judicial ?

-En el largo camino recorrido por los familiares y luego de 14 años, la causa penal se encuentra en tratamiento en los despachos de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, considerando la figura de la acusación de los familiares que es el estrago doloso, mientras que los imputados han apelado las condenas.

– Luego de aquel 31 de Agosto, algunas cuestiones de Control y Reglamentaciones cambiaron. ¿Fueros suficientes o solo fue maquillaje? ¿Cómo está la Seguridad Aérea hoy?

-En la actualidad existe una decadencia en la legislación y control de la aeronavegación, la ineficiencia de los poderes públicos en implementar una adecuación a la realidad aérea actual, las ventajas dadas a las empresas para conseguir mayores ganancias, fueron forjando el destino de las lamentables pérdidas de seres humanos a costa de un puñado de empresarios inescrupulosos que aún siguen teniendo vigencia disfrazados en el mercado aéreo de nuestro país.

Por otra parte se conoce las deficiencias en la tecnología de los aeropuertos, lentamente se realizan las innovaciones de radares e instrumentales de las estaciones aéreas, y las insuficientes condiciones laborales de sus protagonistas, que pueden generar tragedias, accidentes y peligros de colisión de aeronaves.

Todo ello como contrapartida de los beneficios que se han otorgado a las empresas aéreas y a la privatización de los aeropuertos a cargo de AA2000, que entendemos que en su mayoría sólo hicieron cosmética de la seguridad, priorizando generar áreas de comercialización. Y eso que existe el ORSNA Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos y no se sepa claramente qué tareas desempeñan en beneficio de los usuarios.

En el Congreso de la Nación existen innumerables proyectos de ley desde hace tiempo con la intención de cambiar el sistema aerocomercial. Por lo que tenemos entendido, aún no existe una normativa específica que establezca un régimen o plan de asistencia a familiares de víctimas de accidentes aéreos, que según antecedentes la única empresa aérea que lo posee es Aerolíneas Argentinas. Esto lo manifestamos con conocimiento por lo que nos tocó padecer.

En la actualidad el cambio más sustancial fue la creación de la ANAC Administración Nacional de la Aviación Civil, cuyo objeto fue el traspaso del control aéreo a manos civiles, dejando de lado el desempeño de la Fuerza Aérea.

Tarea nada sencilla por la dificultosa adaptación de traspaso y adecuación y sistematización de las normas que rigen la actividad aérea.

Aún tenemos nuestros interrogantes de si los “nuevos profesionales” de la ANAC serán ingenieros y licenciados que antes bajo la órbita militar tenían su rango y “camiseta” militar. Creemos que es importante que organismos internacionales como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) capaciten a esa nueva camada de profesionales pero con una visión civil del sistema aéreo, como lo es en la mayoría de los países.

Existen diversas e innumerables competencias sobre nuestro sistema aéreo y una innumerable cantidad de entidades nacionales e internacionales que participan de este sistema que aún no han aportado lo suficiente para el cambio del sistema.

Hoy a los empresarios les conviene más realizar acuerdos económicos ante tragedias aéreas de acuerdo a los parámetros que establece el Código Aeronáutico, que comprar un nuevo avión, es increíble pero es la realidad. Según compromisos internacionales a favor de las aerolíneas, en caso de accidentes o catástrofes aéreas si existieran sumas mayores de resarcimientos a las víctimas, las aerolíneas podrían “morir” y dejar de existir, para ellos es decir, es preferible que se mantenga viva una empresa aérea, a lo que consideramos un derecho esencial que es la VIDA HUMANA.

Es increíble que aún no existan invitaciones a colaborar o siquiera opinar sobre políticas públicas de seguridad aérea por parte del Estado, como ANAC u ORSNA entre otras, a las ONG especializadas y de usuarios del transporte aéreo.

Hoy los ciudadanos y en particular los pasajeros de las líneas aéreas no son conscientes de lo que implica la seguridad aérea, está bien no es su culpa, pero lamentablemente también los que lo padecimos podemos reclamarles que si el Estado no lo hace, somos nosotros los usuarios diarios los que vamos a sufrir, y a su vez, nuestros familiares, en hogares destruidos, sólo para beneficio de empresarios y funcionarios públicos que dejan de lado sus deberes.

Cuando ocurrió la tragedia aérea de SOL en 2011, nos dimos cuenta de que aún continuaban los malos hábitos en la responsabilidad empresarial y los deplorables controles del Estado.

– ¿Recibieron Atención o Contención de parte de la Empresa o del Estado?

 

-El mismo día de la tragedia en el aeropuerto Córdoba, (destino del vuelo) la empresa LAPA cerró sus persianas, no había ningún listado de pasajeros, no sabíamos qué hacer, tomaron el control del caos reinante en el aeropuerto los funcionarios del Gobierno de la Provincia de Córdoba, obtuvieron la lista de los pasajeros con vida, los que estaban internados en diferentes hospitales y sanatorios de la ciudad de Buenos Aires y de los “desaparecidos” pero que figuraban en el listado de pasajeros.

Ahora bien no hubo ninguna atención, es más es debido a que no tenían adiestramiento, ni estaban preparados para tremenda tragedia, no contaban con ningún plan de asistencia a los familiares de las víctimas. A eso se sumó el desorden y nefasta actuación que tuvimos que padecer en la morgue judicial de capital federal.

Los familiares que requirieron atención psicológica fue por decisión y contratación particular.

-Hoy por hoy, ¿hay algún tipo de contacto?

-No hay ningún tipo de contacto, la pelea en el ámbito judicial es una batalla despareja por los intereses en juego y las armas del poder económico de los imputados te torna la lucha un tanto desigual, más aún si no existe un apoyo más explícito por parte del Poder Ejecutivo Nacional, quién, en caso de que esta causa prescriba será el propio Estado el responsable de garantizar el derecho de cualquier ciudadano de acceder al servicio de Justicia.

Es paradójico no, que seamos los familiares a través de la Asociación civil que conformamos los que atendamos al Estado, y fue a través de la capacitación bajo la temática de “Conciencia Aeronáutica” que se brindó al personal técnico, de mantenimiento, de recursos humanos de la Fábrica Argentina de Aviones FADEA.

– ¿ A su criterio, hoy es seguro volar en Argentina?

Como lo manifestaba anteriormente, cuando ocurrió la Tragedia Aérea de SOL en 2011, nos dimos cuenta de que aún continuaban los malos hábitos en la responsabilidad empresarial y los deplorables controles del Estado. En el momento que se relajen las responsabilidades en las empresas aéreas y al mismo tiempo lo haga los organismos de control del Estado, sólo será una cuestión de suerte que no vuelva a ocurrir una tragedia aérea en Argentina.

Las estadísticas nos muestran que en Argentina desde hace aproximadamente 20 años han ocurrido varias tragedias aéreas comparadas con otras partes del mundo que tienen mucho más tráfico aéreo, ahora bien, es lamentable que en todas estas tragedias ronde la impunidad al no hacerse justicia, juicios eternos y sin condenas beneficiando siempre a los empresarios aeronáuticos, por ejemplo en Fray Bentos, Inter-Austral, LAPA, SOL, el grupo Toyota en Aeropuerto Córdoba y tantos otros que quedaron truncos.

-¿El sistema  estaba  preparado para afrontar una catástrofe aérea?

Se demostró que no estamos preparados para catástrofes, desde los obstáculos en los alrededores de los aeropuertos, que algunos fueron extraídos gracias a la investigación que fue surgiendo del juicio de la tragedia aérea LAPA.

Asimismo los cuerpos de salvataje mal entrenados, cuerpos médicos forenses inoperantes, ausencia de comités de catástrofes, etc.

Fue deficiente la actuación del cuerpo médico forense que depende del Poder Judicial Argentino, quienes tenían la tarea de identificación de los pasajeros fallecidos llevó a que se produjeran innumerables “errores” en la entrega de los cuerpos de las víctimas.

Increíblemente cada familiar tuvo que desenterrar los restos humanos para entregarlo a la familia que correspondía. La maniobra de comunicación a los familiares fue planificada de forma astuta el 10 de diciembre de 1999 en plena asunción de un nuevo Presidente de la Nación, al no tomar tanta trascendencia pública facilitó que no se desatara un gran escándalo nacional en la morgue del Poder Judicial de Argentina. Hasta “desapareció” un ataúd de uno de los familiares en la morgue judicial. Increíble. Estamos convencidos de que las grandes tragedias en nuestro país se deben a tres condiciones fundamentales: en primer lugar a la Responsabilidad de los empresarios inescrupulosos en obtener ganancias de cualquier manera, en segundo lugar, a la Ausencia de los constantes controles del Estado, y por último, a la Actitud de la Justicia que permiten y garantizan la impunidad.-

Luego de releer la entrevista y antes de entregarla para su publicación, solo me queda  recordar que “El Silencio y El Olvido son Los  Cómplices de las Injusticias”  #ProhibidoOlvidar  –

(*) Controlador de Tránsito Aéreo –Colaborador de www.aviaciondigital.com Twitter @PatoBuiatti